— ¿Cómo conoces a este sujeto? — digo incrédula cuando comienzo a pensar que realmente puede ser un duque

— Nos conocimos en Mónaco — responde Caden — y preciosa, si quieres preguntar algo más házmelo saber sin problema, adoro hablar de mi.

— ¿Qué hacían en Mónaco? — pregunta Juliet

— Ver el gran premio de Mónaco — responde Jayden con emoción

— Yo estuve ahí hace un año, me encantó — menciona Juliet

— ¿Te gusta la fórmula uno? — preguntamos al unísono

— Así es, mi mejor amigo es corredor así que él me hizo que me gustará.

— A Deb no le gusta la fórmula uno — anuncia Jayden con diversión — una vez la lleve a ver una carrera y solo se quejaba por el ruido.

— ¿Debra quejándose de algo? Ni me lo imagino — murmura Caden

— ¿Alguien tiene auto? — pregunto confundida al estar parada en la salida del instituto

— Ya llamé a Marco, está por venir — menciona Caden sin importancia mientras enciende un cigarrillo

— Apaga eso — menciona Juliet con molestia

— No — dice mientras deja salir un poco de humo

— Lo apagas o lo apago en tu frente — digo entre dientes

— Inténtalo, dudo que alcances sin una escalera.

Antes de poder decir algo la limusina de color negro se estaciona frente a nosotros haciendo que Caden lance el cigarrillo al suelo.

— Señor McDoughall, buenos días.

— Buenos días Marco — menciona antes de entrar

Caden y Juliet se sientan en la esquina mientras Jayden y yo nos sentamos al fondo,  dejando que quede frente a mi Caden quien tiene una sonrisa en el rostro.

— ¿Acaso me quieres impresionar o por qué vamos a tu casa de campo? — digo con una sonrisa mientras fijo mi mirada en él

— Estoy seguro que con mi sola presencia logro impresionarte así que no es necesario, pero quería dejar que vieras algo con clase para variar.

— Escúchame príncipe de la estupidez...— digo molesta

— Duque — corrige él

— Hasta aquí.

Me lanzo sobre él para golpearlo haciendo que Juliet grite mientras se hace a un lado intentando no ser daño colateral y Jayden me toma de la cintura intentando alejarme de Caden quien se cubre el rostro al sentir mis golpes.

— ¡Déjame Jayden! — digo en un grito cuando logra regresarme a mi asiento

— Nunca había estado en medio de una pelea — murmura Juliet quien se arregla el cabello

— Sabrás de mis abogados  — dice entre dientes

— Y tú de al mía que además es mi mamá — digo con molestia mientras arreglo mi cabello

Nos quedamos en silencio hasta que llegamos a una reja la cual tiene plasmado un escudo el cual tiene un león en él, estoy comenzando a notar que no era una broma, efectivamente Caden era un duque, acabo de golpear a un duque.

— Es el escudo de los McDoughall — menciona Caden al notar que examiné cada parte del escudo

— Interesante — me limito a decir mientras fijo mi mirada en la entrada del lugar la cual está llena de árboles y flores

Dos grandes problemas Where stories live. Discover now