Ciudad Capital, un lugar donde antes prosperaba la paz, está siendo azotada por varios crímenes que despiertan temor en sus ciudadanos debido a su crueldad.
Sin embargo, ese y otros sucesos marcarán las vidas de la civil Padma Montblanc y el detect...
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Todo marchaba con gran alegría y parsimonia en la casa Montblanc, la tarde fue maravillosa como desde hace mucho no lo había sido.
La noche había llegado y con ello la decisión de retirarse o quedarse, había que decidir, y pese a la reticencia algunos tuvieron que optar por lo primero, no solo por vivir más lejos, sino por el control de seguridad, después de todo era necesario.
El ahora reducido grupo siguió en lo suyo, la prioridad era ponerse al día de los últimos acontecimientos justo en ese espacio, incluso para alguien como Clarissa, tuvo su momento de breve protagonismo.
— ... Entonces, sacando aplomo de no sé dónde, pero teniéndolo cerca le dije: "venga acá, detective guapo", lo tomé de la solapa y fui conduciendo a tremenda cosota de hombre.
— ¡¿Así le dijiste?! — con pícara sonrisa suspicaz, divertida preguntó Ana.
— ¿Quién te viera, eh? — dijo Gloria.
— Ja ja ja... No sé ni cómo le hice, pero así fue —, no puede contener la risa más tiempo por lo que se tapa la boca.
Todas se unen al concierto de carcajadas, la reservada, callada y tímida ama de llaves por fin había tenido un momento locuaz pero divertido.
Hasta la misma morocha se sorprendió al escuchar aquella confesión, varias preguntas de las féminas desfilaron, aquella tertulia tragicómica hubiera continuado de no ser porque las mayores, es decir, doña Shamira y doña Alba (la abuela de Clarissa), musitaron dada su experiencia que si mañana era un día largo, dado que es la conmemoración de aniversario del fallecimiento de Sander, y si todo debe ocurrir temprano en el mausoleo, lo mejor es dormir temprano también. Pese a los comentarios de reniego, en el fondo sabían que tenían razón.
El tema prioritario era ver quién dormía con quién, la ventaja era que todas eran mujeres, pues don Felipe, tiene su casita afuera.
Jeff, el ahora novio de doña Melissa, se ofreció a llevar a los compañeros de trabajo de Padma, y de paso buscar un hotel cercano.
Luego de varios alegatos, ya que Ana y Gloria pidieron quedarse con Padma, está vez no fue así, doña Shamira tenía la batuta y la prioridad, por lo que optaron por dejar claro que sí doña Alba se quedará con su nieta Clarissa, entonces el cuarto de huéspedes será para Ana, Gloria y la otra compañera.
En el cuarto de la morocha, la misma se sentó en la orilla de su cama, luego se echó hacía atrás, estirando los brazos, enseguida suspiró aliviada, mientras en su mente comentó:
«Por fin en casa».
No tardó en sentir la puerta abrirse, levantó la mirada sólo para encontrarse con su abuela con varias cobijas y edredones:
