candies | JungKook se moría por probar los carnosos labios de TaeHyung, aquellos que seguramente tendrían el sabor de las golosinas que constantemente comía. Mientras que TaeHyung le fascinaba consumir de sus golosinas, sabiendo lo que le provocaba...
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(🍬) candies ...
TaeHyung se encontraba buscando a su amigo SeokJin, quién recién había ingresado a la universidad.
Caminando por los pasillos, el bolso con la raqueta de SeokJin colgaba de su hombro la cuál había dejado en su casa la noche anterior luego de pasar el resto de la tarde juntos. Sabía que tendría entrenamiento hoy, así que debería estarla buscando su raqueta como loco, pero no podía encontrarlo.
Así que decidió ir a los vestidores, en donde usualmente se cambiaban antes de irse a practicar, así podría dejarle sus pertenencias en su casillero e irse para regresar a clases.
Pero cuando ingresó a los vestidores y no encontró ningún alma allí, se extrañó puesto que usualmente a esa hora deberían empezar a cambiarse para los entrenamientos pero no encontró nadie más, o eso pensaba, hasta que sintió unos brazos rodear su cintura.
Se sobresaltó y estuvo a punto de apartarse si no fuese porque reconoció aquella voz que le habló.
─── TaeHyung, ¿Qué haces aquí? ─── Preguntó JungKook con cierta curiosidad en su tono de voz mientras se dedicaba a dejar besos húmedos en su cuello que lo estremecían.
Dejó el bolso en el suelo y extendió sus brazos hacia adelante para apoyarse de los casilleros, ya que podía sentir sus piernas debilitarse ante tan simple toque.
─── Vine a traerle su raqueta a SeokJin, pero... ─── Suspiró cuando sintió la húmeda lengua del pelinegro atreverse a lamer su cuello. ─── ¿Por qué no hay nadie aquí? ─── Agradeció que su voz pudiese mantenerse estable y no demostrar lo afectado que se estaba sintiendo en ese momento.
Las manos de JungKook se atrevieron a bajar hasta su vientre, causando que la entrada de TaeHyung comenzara a lubricar debido a los toqueteos que le brindaba el más alto. Estaba tan avergonzado por sentirse tan débil por el pelinegro, quién le causaba una y mil sensaciones en su cuerpo.
─── El entrenamiento es más temprano hoy, así que todos están en la cancha ahora mismo ─── Informó dejando un beso en su barbilla antes de darle vuelta con sus brazos y pegarlo al casillero más cercano.
TaeHyung no le dió tiempo a reaccionar puesto que ya tenía los labios de JungKook sobre los suyos. Otro beso sucio y desesperado se creó entre sus bocas, creando chasquidos que formaron jadeos que se escapaban constantemente de la boca de TaeHyung.
JungKook no esperó y bajó sus manos por los glúteos del rubio apretando y masajeando estos para aprovechar el momento mientras escuchaba sus gemidos. La erección en su entrepierna demostraba todo lo que le provocaba el menor en él.
TaeHyung chilló en el momento en que JungKook lo alzó e hizo que rodeara su cintura con sus piernas, aún manteniendo sus manos clavadas en cada uno de sus glúteos.
Se sentía expuesto, ya que al estar alzado de esa manera su falda se alzaba aún más, mostrando más piel de la que acostumbraba, pero no podía negar el hecho de cuanto le había excitado la manera en la que JungKook miró entre sus piernas cuando se separaron del jadeante beso.
─── Veo que ya estás mojado ─── Declaró y TaeHyung apoyó su frente en su hombro, queriendo ocultar su rostro de vergüenza.
JungKook llevó una de sus manos hacia el muslo interior de TaeHyung, aún manteniéndolo lo suficiente apegado a su cuerpo como para que su erección hiciera fricción contra su pierna. Soltó un gemido ronco de imprevisto ante la gloriosa vista que tenía en el momento en que hizo a un lado las bragas de encaje negro e introdujo un dígito en su entrada.
TaeHyung tiró su cabeza hacia atrás y si no fuera porque JungKook lo estaba sosteniendo, pudo terminar en el suelo ya que sus piernas estaban tan debilitadas en ese instante.
JungKook gruñó cuando sintió como el interior del menor envolvía demasiado bien su dígito que le excitó tanto el solo pensar como se sentiría su miembro allí dentro.
Se atrevió a introducir otro más cuando vió el rostro suplicante del menor para pedir más. JungKook no perdió el tiempo al empezar a mover estos, causando que los gemidos de TaeHyung fuesen más escandalosos y agudos.
El pelinegro podía sentir una satisfacción interna cuando TaeHyung le suplicaba por más entre gemidos y jadeos, teniendo su mismísimo nombre saliendo en su boca cada minuto.
Y cuando TaeHyung estuvo a punto de correrse por la estimulación constante y fuerte, ambos pudieron escuchar unas voces acercarse, segundos más tarde, la puerta siendo abierta.
JungKook bajó a TaeHyung al suelo con rapidez y le acomodó su falda. TaeHyung cubrió su boca con sus manos mientras ambos miraban hacia un lado.
Para su suerte, la persona que había entrado solamente fue a buscar algo en la primera fila de casilleros, sin darse cuenta de que habían dos personas más en la segunda fila de casilleros.
La puerta fue cerrada, dejándolos solos en el lugar.
Solamente compartieron miradas de alivio al no haber sido descubiertos.
