Debía parecer un tomate para ese momento, porque la fugaz mirada divertida de Taehyun lo hizo sentirse pequeño. El pelinegro acarició una mejilla antes de inclinarse para volver a besarlo, sin palabras de por medio, y a base de puro contacto, así establecieron por primera vez la atracción que sentían el uno con el otro.
Para Beomgyu era como un sueño, estar siendo sostenido por los brazos de su pequeño enamoramiento platónico era mejor que sus fantasías. Estos eran más fuertes y lo sostenían más firmes mientras succionaban sus labios deliciosamente.
Los besos descendieron hacia su cuello, donde se volvieron más húmedos sobre su glándula de aroma, pudo escuchar un pequeño jadeo provenir de Taehyun cuando la encontró. Estaban empezando a arder, eran como queroseno inflamable que había sido activado.
Beomgyu se sentía en una nube mientras era manejado por las manos contrarias y expertas, acariciando sus costados por debajo de su camisa. Se dejó caer contra el sofá mientras que las manos fueron levantando su prenda, lo que lo hizo reaccionar y detuvo al alfa de hacerlo.
ㅡ No lo hagas ㅡ Le dijo ㅡ No me toques ahí.
ㅡ ¿Por qué? ㅡ Preguntó con su voz rasposa.
ㅡ No te va a gustar lo que hay debajo, es algo... Repugnante ㅡ Respondió penoso. Taehyun negó con la cabeza y levantó la camisa, aun así.
Sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron aún más. Estaba incorrectamente sufriendo una ola de excitación, y se sentía mal.
ㅡ ¡Te lo dije! ㅡ Chilló el omega quien malentendió la reacción, quiso volver a bajar su camisa, pero antes de que le fuera permitido, las mismas grandes manos que lo volvían loco empezaron a masajear sus pechos.
Se cubrió con una mano la boca, incapaz de creer lo condenadamente bien que se sentía. Sus pechos habían crecido considerablemente, sabía que era su preparación para amamantar al cachorro que cargaba. Era algo que lo asqueaba, más cuando tenía que limpiar el blanquecino líquido que estos desprendían, pero en ese momento el estímulo de ambas glándulas lo estaba llevando al cielo.
Taehyun se sentó sobre el sofá cuando tomó entre sus brazos al omega y lo posicionó encima de sus piernas, con sus manos recorriendo sus brazos ahora desnudos después de haberlo despojado de su camisa. Sus labios estaban hinchados y su mirada baja lo hacían ver tan hermoso ante sus ojos, parecía confundido como el primer día en que lo conoció, y justo como ese día sintió unas ganas inmensas de protegerlo. Solo que la diferencia ahora, era que podía hacerlo, ya no le importaba. Cuando lo sintió temblar lo abrazó cerca de él y entonces el exquisito aroma a galletas de avena, ahora con una pizca de canela, inundó su nariz.
Su ya de por sí dulce aroma a omega ahora se había endulzado desde la primera vez que lo inhaló, parecía adicto a él.
Llevó sus manos hacia el vientre abultado del omega y acarició cuidadosamente, en círculos y con cariño. Su futuro hijo reposaba ahí dentro, y por alguna extraña razón su alfa nunca renegaba por el bebé ajeno en camino. Parecía que su lobo de hecho se había acostumbrado a la idea, incluso desarrollando sentidos protectores para con el pequeño y con el mismo omega.
Una patadita se sintió bajo su toque, lo que le arrancó una enternecedora sonrisa. Beomgyu también sonrió.
ㅡ Creo que Nanu te reconoce ㅡ Comentó divertido cuando otra pequeña patada llegó.
Taehyun respondió dejando un beso sobre el vientre, tomándose su tiempo para seguir acariciando la hinchada superficie.
Beomgyu estaba consciente de que las hormonas de su embarazo no ayudaban a su autocontrol, así que intentó retomar donde lo habían dejado mientras chocaba las caderas con las del alfa. Este gruñó y tomó las suyas para ayudarlo a marcar movimientos que después de unos minutos lo tuvieron gimiendo en voz baja.
Cuando Taehyun quiso seguir y lo sintió desabrochando su cierre, una cubeta de agua fría cayó encima de Beomgyu apagando todo el fuego de su interior. Pasó del fuego al frío rápidamente, pero se mantuvo congelado mientras el otro, ignorante a su reacción, siguió tocándolo.
Sus recuerdos en su mente se distorsionaron y las caricias suaves pronto se volvieron ásperas como si sus manos estuvieran llenas de callos, su aliento sobre su cuello se volvió amargo y alcohólico, podía percibir incluso el mismo aroma a cigarrillos que revolvió su estómago.
ㅡ ¡Para! ¡Detente! ㅡ Ordenó gritando y exaltando al mayor, quien asustado se hizo para atrás hasta chocar contra el respaldo y alzó las manos como en señal de rendición. Cuando lo vio llorando, instintivamente se acercó para acunar su rostro.
ㅡ ¿¡Te lastimé!?
ㅡ ¡No me toques! ㅡ Gritó entre sus lágrimas, sus hipidos eran imposibles de controlar.
Taehyun dejó que se bajara de su regazo y lo vio arrinconándose contra el sillón, abrazando sus piernas. No dijo nada y fue a la cocina, mantuvo un ojo en la sala mientras calentaba agua en su tetera. El silencio esta vez sí que le afectó, no tenía ni idea de qué había ocurrido como para que el omega cortara las cosas de tajo como lo hizo.
Incluso se avergonzó y reconoció haberse dejado llevar, pero para él todo aquello se le había salido de las manos después de solo querer besarlo. Ahora estaba ahí, tendiéndole un té con el más sumo cuidado a la bola encaramada que era Beomgyu sobre la esquina de su sillón. Parecía fuera de sí.
El menor aceptó la bebida y dio apenas unos tres sorbos durante la media hora en la que pacientemente Taehyun lo esperó sentado en el sillón continuo.
ㅡ Deberías descansar ㅡ Le propuso levantándose ㅡ Deberíamos ㅡ Se corrigió ㅡ Puedes dormir aquí si te sientes seguro, o volver a tu cabaña. También puedo acompañarte si quieres.
ㅡ ... ¿Me puedo quedar a dormir aquí? ㅡ Beomgyu no quería estar solo esa noche.
ㅡ Vamos, dormirás en mi habitación ㅡ Le dijo esperando a que se levantara para apagar las luces y apagar con sus llaves el auto mal estacionado afuera, se cercioró de que la puerta estuviera cerrada correctamente antes de subir las escaleras con el omega frente a él.
Al llegar a su recámara recogió sus cosas rápidamente y tomó entre sus manos una almohada para mudarse a otra habitación y pasar la noche, pero un leve roce de manos que se volvió un agarre lo detuvo.
ㅡ ¿Puedes quedarte?
La manera desesperada en que lo preguntó le hizo saber que no había nada bien ocurriendo dentro de esa cabecita, pero tampoco sabía qué era lo correcto que debía hacer para tratarlo. Asintió y le prestó una sudadera para ejercicio al omega mientras él se retiraba a su baño a cambiarse con sus ropas de vestir, regresó con la adorable vista de Beomgyu nadando en su prenda.
Ambos se metieron a la cama, tomando su respectivo espacio entre ellos. Taehyun le dio la espalda, dispuesto a dormir, cuando la misma voz que era dueña de sus sueños y fantasías habló.
ㅡ ¿Puedo acercarme?
Y a él no le molestaba, así que lo permitió. Sintió su cercanía y su calor contra su espalda, y volvió a intentar dormir, pero la inquietud del menor podía sentirse tan firme como las paredes de concreto. Volvió a hablar.
ㅡ ¿Puedo abrazarte? ㅡ Pero Taehyun no quería ser abrazado, así que negó con la cabeza.
Sintió como el omega se despegaba lentamente de él, pero antes de que lo hiciera por completo, se volteó para abrazarlo a él. Lo sintió sorprenderse y luego relajarse, dándole la espalda a su pecho. Era pequeño aún con su estómago creciente, y cabía perfectamente entre sus brazos. Su cuello estaba expuesto frente a él, pero prefirió no arriesgarse así que mantuvo su nariz lo suficientemente alejada para no incomodarlo, pero cerca para poder dormir aspirando su dulzón aroma.
Beomgyu sentía que los brazos en los que dormía eran un perfecto lecho de muerte.
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KAMU SEDANG MEMBACA
•| Kerosene |• © Taegyu •
Fiksi PenggemarTaehyun es un huraño y terco alfa solitario que vive a las afueras de la ciudad como encargado de un viñedo turístico. A su edad, él ya no mantiene ningún sueño enfrascado porque todos estos se han roto a lo largo de su vida. El único sueño que con...
ʚ| 💥 |⠿ ꒰ Capitulo 11 ꒱
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