A New Sky: El fin del Dios al que conocemos.

Renacimiento

Las puertas del elevador se abren y muestran la enorme oficina del hombre.

Es una oficina de lo más lujosa, llena de objetos de inmenso valor, desde reliquias antiguas de culturas egipcias, romanas, africanas, olmecas, mexicanas, hindúes, nórdicas y entre muchas otras.

("Había olvidado lo fascinante que es este lugar, se nota que es de los más ricos del planeta")

("Comparado con su padre, mi amigo era alguien muy modesto, incluso a veces ni siquiera parecía que fuese el hijo del hombre más adinerado de todo el mundo")

("Ahora que lo pienso, me pregunto qué habrá pasado con su casa, era una muy linda, debería visitarla alguna vez para verificar que todo esté en orden, o bueno, al menos no hecho un desorden como solía serlo")

"Bienvenida, Eimy" -Dice el hombre.

"Me alegra verte de nuevo" -Añade.

"También me alegra verle, Sr. de Esparta, aunque su llamada fue algo inesperada"

"Pero, dígame, ¿Con qué propósito me ha llamado?"

El hombre se levante de su silla y se voltea en dirección hacia ella, mirándola fijamente.

"Te noto algo más seria, ¿Está todo bien contigo, Emily?"

Ella solo ignora su pregunta y vuelve a cuestionarle acerca del por qué la había llamado.

"Oh, es cierto, disculpame de verdad, bueno, la razón por la que te he llamado en este día es porque quería hablar contigo sobre algo muy importante"

Emily está intrigada, así que se sienta en una de las sillas que están en frente del escritorio,a lo que el hombre responde sentándose en su silla.

"Te contaré un pequeño relato, espero te resulte interesante..."

"Hace mucho tiempo, Dios creó un lugar donde las personas malas serían castigadas al morir, esto con la finalidad de erradicar la maldad de raíz y que su reino celestial estuviese libre de personas con malas intenciones.

A ese lugar le puso por nombre: "Infierno", aunque en algunas culturas le dan un nombre distinto, pero como decía, nombró a ese lugar como el infierno, pero también creo otro sitio, llamado: "Purgatorio", que, a palabras simples, era la parte media entre el cielo y el infierno, a donde irían las personas que no hicieron suficiente mal como para ser sentenciados al tormento eterno, pero tampoco suficiente bien como para ser recompensados.

En el infierno, las personas sufrirían todo tipo de malestares, tanto físicos como mentales, haciendo de ese lugar un sitio de tortura en donde el llanto y crujir de dientes jamás cesaría, y no dando ni una sola oportunidad a alguien para arrepentirse por sus acciones pecaminosas.

Mientras que en el cielo, todos gozarían y celebrarían junto al padre de todo: Dios, y comerían y bailarían al son de las trompetas divinas y los cantos te los ángeles.

Todo sería felicidad para ellos, al menos durante mil años, que es cuando Satanas, el príncipe de las tinieblas, habría almacenado suficiente odio contra Dios como para decidir revelarse por segunda vez, aunque esa vez sería la definitiva, ya que Dios, cansado, acabaría con su vida te una vez por todas, erradicando la maldad por completo, y condenando a arder en llamas a todos aquellas almas que hubiesen salido del infierno para combatir junto con Satanas.

Pero todo eso no será pronto, sino que tendrán que pasar muchos años antes de que el juicio final llegue, el cual de cada dos personas solo tomará a una, y la otra, por sus acciones, será condenada a pasar la eternidad bajo el tormento de Dios.

Y los que no hayan mucho mal ni mucho bien serán castigados yendo al purgatorio, en donde su único castigo será no poder ver a Dios, pero no sufriendo físicamente, su único pesar sería el arrepentimiento por no ir al cielo.

Todo esto que te cuento es solo una parte de la historia, la historia sobre cómo Dios decidió condenar a la humanidad, y todo por culpa de un hombre, quien le desobedeció hasta más no poder... "

Emily está realmente sorprendida, todo eso parece realmente sorprendente.

"No tenía ni idea, realmente es fascinante" -Dice Emily.

"No juegues conmigo, Emily, no soy un tonto, sé quien eres en realidad, y sé que te niegas a creer mi versión de la historia, pero llegará el día en el que te sea imposible negar que tu Dios es un tirano"

Emily con esas palabras sale enfadada del lugar, y sale del edificio para tomar un taxi y volver a casa.

"Pobre niña, tan ilusa como siempre..."