Prefacio II

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Las inherentes dificultades de la vida, turbulentas y caprichosas, eran capaces de hundir los cimientos de los seres vivos, de hacer mella en sus personalidades llegando incluso a convertirles en una sombra de lo que estaban destinados a ser originalmente: tristeza, maltrato, diversas formas de odio, decepción, todo sumaba en este proceso, inclusive las vivencias positivas existentes. No obstante toda oscuridad era acompañada por una luz, quizás demasiado tenue a la vista, pero tan poderosa y esperanzadora que era capaz de devolver la ilusión a quien se viese iluminado por ella.

¿Sería suficiente para combatir a los demonios más profundos?

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Universo: The Last World

El Mundo Digital se encontraba al borde del colapso. La colisión con el mundo humano estaba a punto de producirse y sus caóticas repercusiones desataban ya un último infierno sobre los digimon... Aún así, a pesar de su inevitable condena, no todos estaban preparados para asimilar el trágico desenlace: Lilithmon, la Demon Lord de la Lujuria, se negaba a aceptar su sino convencida de poder evitarlo.

 Aún así, a pesar de su inevitable condena, no todos estaban preparados para asimilar el trágico desenlace: Lilithmon, la Demon Lord de la Lujuria, se negaba a aceptar su sino convencida de poder evitarlo

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Digimon de nivel Definitivo y atributo Virus.

—La muerte es para aquellos de espíritu débil. —Una carcajada llena de malicia escapó tras su seductora sonrisa—. Y de mente frágil...

A su espalda una horda de aberrantes guerreros alzó el grito, además de sus armas o garras, para demostrar su inquebrantable lealtad hacia su caudillo, su comandante, su reina. Lilithmon elevó sus brazos para sentir ese clamor y al hacerlo el viento ondeó sus morados ropajes cual bandera. Una señal y sus huestes se lanzarían sobre su próxima víctima... Fue en ese punto álgido cuando un vórtice, más negro que el corazón que palpitaba en el interior de su pecho, emergió sobre sus cabezas estremecedoramente.

—He aquí que vuestra hora se aproxima, pero no temáis. No debéis retroceder ante vuestros instintos más primarios. —Arqueó las alas para hacer una majestuosa reverencia a lo desconocido—. Un nuevo futuro nos espera. Estoy convencida de ello.

El estupor se propagó tan rápido entre su ejército como la oscuridad que consumió cualquier atisbo de luz, inclusive la que desprendía el enemigo a batir frente a ella, y que se llevó consigo toda esperanza que pudiera residir en sus seguidores.

—¡Resistid! —ordenó su reina al oler el miedo que desprendían y reconocer el pánico en sus miradas—. ¡Juntos trascenderemos en un nuevo mundo!

La fe inquebrantable de la Demon Lord le sirvió de defensa. Un ancla temporal que la ató a una ilusión... El deseo de supervivencia, el ansia de poder y el amor propio le conferían una convicción sólida que hasta el mismísimo Yggdrasil habría terminado por doblegarse ante su tiranía, pero no aquel agujero negro. No. El sediento vórtice comenzó a tragar y tragar con tal ferocidad que antes si quiera poder parpadear, su oscuridad lo había engullido todo.

Un inhóspito suceso que consiguió eludir el verdadero desenlace final: el Cataclismo.


Los hechos ocurridos en este Prefacio II transcurren en mi canon "The Last World", si bien la escena narrada nunca se produce en ninguna de las historias y los personajes de Lilithmon y Marsmon sólo han sido nombrados

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Los hechos ocurridos en este Prefacio II transcurren en mi canon "The Last World", si bien la escena narrada nunca se produce en ninguna de las historias y los personajes de Lilithmon y Marsmon sólo han sido nombrados. Por lo tanto no es necesario haber leído el material previo.

Digimon: ArkadiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora