¡Ayuda! ¡El Villano Seductor Me Persigue Todos Los Días!

『42』

Capítulo 42: Quien No Cumple Su Palabra Es Un Perro

"¿Alguien tiene alguna buena sugerencia?"

[¿¿¿¿Nos está preguntando???? ¿¿¿La Maestra Ran nos está preguntando???]

[¡Nunca esperé este segmento! ¡Me estoy drogando!]

[¡Que coma mierda en vivo!]

[¡Haz que este grupo de chicos se desnuden juntos!]

[Date una bofetada y di que estoy equivocado. Mil veces.]

[También podrían desnudarse y correr por la pista, gritando que son perros, no humanos.]

Shi Ran revisó los comentarios, guardó su teléfono y miró a Liao Feng. "Si pierdes, los cuatro se desnudarán y correrán por la pista, gritando que son unos perros, no unos humanos."

"¡No te excedas!" El rostro del amigo de Liao Feng se oscureció mientras caminaba enojado hacia Shi Ran.

Los otros parecían igualmente sombríos. Ninguno de ellos trató de detener al hombre.

Sintieron que Shi Ran definitivamente perdería, pero el castigo que Shi Ran había mencionado los enfureció.

El hombre se acercó a Shi Ran con una expresión siniestra y extendió la mano para agarrar el cuello de Shi Ran.

Shi Ran de repente levantó la mano y agarró su muñeca, tirando hacia atrás.

El hombre sacudió su mano hacia atrás mientras Shi Ran permanecía inmóvil.

Él miró hacia arriba en estado de shock.

¿Por qué no podía mover la mano?

Esta mujer se veía tan delicada. ¡Cómo fue eso posible!

Al ser manipulado fácilmente por una mujer, el hombre se sintió extremadamente avergonzado y enojado. Toda su cara se sonrojó y las venas de su cuello se hincharon.

"¡Perra!" Levantó la otra mano para abofetear a Shi Ran en la cara.

Un escalofrío apareció en sus ojos. Soltó la mano del hombre y levantó la rodilla para golpear el abdomen del hombre.

Su otra mano bloqueó la palma del hombre y la agarró.

Ella luego se volvió, arqueó la espalda y empujó hacia adelante. Con un lanzamiento por encima del brazo, tiró al hombre al suelo.

"¡Ah!" gritó el hombre.

Él se llevó las manos a la cintura y al estómago con los ojos inyectados en sangre fijos en Shi Ran.

[¡Hermoso! Qué hermoso lanzamiento de hombro.]

[Si corres con nuestra Maestra Ran correctamente, aún podrías ganar. ¿Por qué estás peleando?]

[Maestra Ran: Siempre hay algunas personas demasiado confiadas que quieren obligarme a tomar medidas.]

[Sabía que ese era el resultado desde el principio. El hombre se ve tan débil como los gamberros de ayer.]

[¿Es esta la educación de un niño rico? Él sigue llamándola perra. Una perra.]

[No hay respeto por las mujeres en absoluto. Si fuera yo, subiría y le daría otra patada.]

El rostro de Liao Feng se oscureció. Cogió su teléfono e hizo una llamada. "Todos ustedes, entren."

El jefe supo de inmediato que algo andaba mal.

Él dio un paso adelante. "Joven Maestro Liao, esta Señorita Shi es la Tercera—"

"¡Cállate la boca!" Liao Feng gritó sombríamente. "¡Si te atreves a interferir en este asunto hoy, también te golpearé! Mañana, conseguiré que alguien derribe tu club."