¡Ayuda! ¡El Villano Seductor Me Persigue Todos Los Días!

『17』

Capítulo 17: La Enviaré De Regreso

"Shi Ran, yo... Déjame decirte que si te atreves a hacerme algo, nuestra familia definitivamente no te dejará escapar. Te aconsejo que... Ah..."

El vidrio afilado se hundió en su carne, lo que provocó que Liao Feng pusiera los ojos en blanco por el dolor.

"No me hagas preguntar dos veces."

Liao Feng miró a Chu Jinchen frente a él en busca de ayuda. "¡Tercer Joven Maestro, sálvame! ¡Por favor sálvame! ¡Esta mujer está loca!"

Shi Ran miró a Chu Jinchen sombríamente.

Chu Jinchen sonrió con frialdad. "No me gusta interferir en los asuntos de otras personas".

Shi Ran miró hacia otro lado cuando el vaso en su mano presionó otra pulgada más profundo. "Parece que no te importa tu vida."

"¡Espera, espera, espera!" Liao Feng gritó en pánico.

"Yo mismo le pedí a alguien que lo investigara. Descubrí que a menudo vienes a Jade Hunter por este tipo. Pero no fui yo quien lo atacó hace un momento."

Con un desastre inminente, a Liao Feng no podría importarle menos la hermandad.

Además, esas personas eran solo matones que había contratado para humillar a Shi Ran.

El hombre de cabello rubio, que había golpeado, comenzó a temblar al escuchar eso, especialmente cuando Shi Ran lo miró.

Un olor desagradable se extendió.

"¡Maldición! ¡Se orinó en los pantalones!" Qiu Yaohang se tapó la nariz con disgusto.

Después de lidiar con el hombre de cabello rubio, Shi Ran salió de la sala VIP 4 junto con Qi Le.

El asesinato estaba prohibido por la ley, por lo que ciertamente no podía matar a nadie.

Pero tampoco sería suave cuando se trata de una persona que merecía una lección.

Cuando llegaron a la sala VIP 3, Qiu Yaohang miró a Shi Ran con el rabillo del ojo.

Era difícil imaginar cómo estos delgados brazos y piernas acababan de romper las extremidades de una persona.

El grito del hombre de cabello rubio parecía estar todavía resonando en sus oídos. Qiu Yaohang suspiró.

'¡Las apariencias engañan!'

Cuando llegaron a la habitación privada de Chu Jinchen, el gerente del club ya había conseguido que alguien les entregara el botiquín.

Qi Le no quería ir al hospital, por lo que Shi Ran solo podía vendar personalmente sus heridas.

Tan pronto como abrió la caja médica, sonó la voz de Chu Jinchen: "Wenfeng ha aprendido enfermería antes. Es mejor que lo haga el profesional."

Ji Wenfeng, quien de repente fue llamado, quedó atónito.

"Dejame hacerlo." Ji Wenfeng se levantó y caminó hacia el lado de Shi Ran.

Shi Ran asintió con la cabeza.

Aunque sabía un poco, la mayoría de las veces solo podía vendarla toscamente. Sus habilidades de vendaje no se pueden comparar con las de un profesional.

"Entonces, Hermana Shiran, ¿estás aquí porque Liao Feng te obligó a venir usando a tu ex amante?" Qiu Yaohang se frotó la barbilla.

Shi Ran frunció los labios pero tampoco lo negó.

"Liao Feng sufrió una pérdida en tus manos esta vez. No te dejará escapar fácilmente. Aunque esta persona tiene el aura de un matón, sigue siendo el príncipe heredero del Grupo Chenfeng.