Su cabello oscuro y rizado no estaba en mucho mejor estado.

Tenía una gran sonrisa en su rostro, -¡Esa fue muy fuerte! ¡Casi pude sentirlo cuando me arañó!-

-Eres un niño, Emmett.-

Edward, de ojos masculinos, dijo: -¿No fuiste capaz de rastrear a ese león de montaña, entonces?-

-Por supuesto que lo estaba. Simplemente no me gusta ccomer un salvaje.-

Emmett soltó una carcajada estruendosa, -¡Ja, ja! ¡Ojalá fueran más fuertes! ¡Sería más divertido!-

-Nadie dijo que tenías que pelear con tu comida.-

-Sí, pero ¿con quién más voy a pelear? Tú y Alice hacen trampa, Malek siempre se encuentra con Rose porque nunca quiere estropear su cabello, y Esme se enoja si Jasper y yo realmente lo hacemos.-

-¿No puedes luchar contra tu supuesto compañero?- Edward preguntó con aire de suficiencia, pero se encontró con una sonrisa.

-Ese es un tipo diferente de lucha.- Emmett sonrió mientras su mente se llenaba de imágenes groseras e insinuaciones. Edward se alejó de los pensamientos, causando que el bruto aullara de risa.

-Eres repugnante.- Edward gruñó.

-¡Demasiado fácil!- Emmett se secó una lágrima imaginaria.

-La vida es dura en todos lados, ¿no es así?-

Emmett le sonrió a Edward, cambiando su peso un poco para que de repente estuviera listo para hacerse cargo.

-Vamos, Edward. Solo apágalo por un minuto y pelea limpio.-

-No se apaga.- le recordó Edward.

-Me pregunto qué hace esa chica humana para mantenerte fuera.- reflexionó Emmett.- Tal vez podría darme algunos consejos.-

El buen humor desapareció de Edward. -Aléjate de ella.- gruñó entre dientes.

-Susceptible, susceptible.-

Eduardo suspiró. Emmett vino a sentarse a su lado en la roca.

-Lo siento. Sé que estás pasando por un momento difícil. Realmente estoy tratando de no ser demasiado idiota insensible, pero es mi estado natural...-

Esperó a que Edward se riera de la broma y luego hizo una mueca.

Tan serio todo el tiempo. ¿Qué te está molestando ahora?

-Pensando en ella. Bueno, preocupándome, de verdad.-

-¿De qué hay que preocuparse? Estás aquí.- Emmett se rió a carcajadas.

Edward ignoró su broma de nuevo pero respondió a su pregunta. -¿Alguna vez has pensado en lo frágiles que son? ¿Cuántas cosas malas le pueden pasar a un mortal?-

-No realmente. Supongo que entiendo lo que quieres decir, pensó. No era muy rival para un oso la primera vez, ¿verdad?-

-Osos.- murmuró Edward, añadiendo un nuevo miedo a la ya grande pila.- Eso sería sólo su suerte, ¿no? Oso salvajes en la ciudad. Por supuesto, se dirigiría directamente a Bella.-

Emmet se rió entre dientes. -Suenas como una persona loca. Puedes oirte, ¿verdad?-

-Solo imagina por un minuto que Alex fuera humano, Emmett. Y podría chocar con un oso... o ser atropellado por un auto... o un rayo... o caerse por las escaleras... o enfermarse...Contraer una enfermedad!- Las palabras brotaron de Edward tormentosamente. Fue un alivio dejarlos salir. Habían estado supurando dentro de él todo el fin de semana.

~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora