9.-Almas pérdidas:

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―Me reclutaron cuatro años antes de eso― interrumpió Raphael.

―Cierra la boca, Lousen― gruñó Magnus.

― ¡No! Yo confío en ella.

―No comprendo― murmuró la enfermera.

―Si todos los países ya estaban en paz ¿Por qué Estados Unidos estaba reclutando hackers? ¿Por qué era tan importante para ellos tener personas capaces de controlar los exo- trajes?

―Nuestra misión era recuperar esa tecnología― dijo Nefertari.

― ¿Y qué si no era así? ¿Por qué comenzar a prepararte para algo que sucedería cuatro años después? ¿Eh?

―Porque estaba trabajando con ambos bandos. Con el grupo rebelde de Rusia y con la primera alianza― concluyó Nefertari.

Magnus sentía que no podía respirar. Él no siempre fue el perfecto soldado obediente, porque le gustaba romper las reglas y hacer bromas, pero nunca se hubiera imaginado que algo así estaba sucediendo.

―Pura mierda― murmuró.

―Katrina― dijo Raphael―. Necesito que esto se quede entre nosotros hasta que regresemos de la misión.

―Mi padre debe saber.

―Por favor. Solo te estoy pidiendo tiempo.

― ¿Dónde está mi padre?― inquirió Magnus, completamente enfadado. La ira nublaba sus sentidos.

―Retrocede― pidió Raphael mientras se ponía de pie. Magnus ni siquiera se dio cuenta de que se movió de su lugar junto a la pared.

Tanto Nefertari como Raphael estaban alertas, incluso Albert había movido un poco su silla de ruedas para cubrir a Katrina.

―Él... él está con mi padre... te aseguro que no corre peligro.

Magnus sonrió.

―Me importa una mierda si corre peligro o no, me debe muchas explicaciones.

―Ten paciencia― dijo Nefertari, acercándose a él y poniendo una mano en su brazo―. No deben saber que tenemos esta información hasta que regresemos de la misión. Hasta que estemos a salvo en la base de Nuevo México. Entonces tendremos algo con lo cual negociar.

― ¿Negociar qué? ¡Maldita sea!― gritó Magnus.

― ¡Nuestra libertad pedazo de imbécil! ¿Crees que nuestra recuperación ha sido gratis? ¿Que han invertido toda esa tecnología y ciencia en nosotros para desperdiciarla en una simple misión? ¿No ves la confianza de Camila? Ella sabe que regresaremos. Les pertenecemos. Somos iguales a esas personas con las que experimentaron en El Cairo.

Magnus ni siquiera pensó en esa posibilidad cuando aceptó el trato con Camila. Él solamente quería que sus amigos estuvieran bien, él quería rescatar a Charlotte y...

―Eso no es todo― intervino el doctor Farmigan.

― ¿Quieres agregar algo más ahora? ¿En serio?― preguntó Raphael.

―No solo han experimentado con ustedes. Se han hecho alteraciones con cuatro personas más. Fusionamos el virus con su ADN y de esa forma se vuelven compatibles. También notarán una nueva cicatriz detrás de la oreja derecha, una pequeña incisión donde insertamos partes del virus― explicó Isaac con naturalidad, incluso parecía aburrido.

― ¿Nos hicieron qué?― preguntó Raphael con un hilo de voz.

― ¿Cuatro personas más? ¿Son siete?― dijo Nefertari a su vez.

Mente Maestra la sagaOn viuen les histories. Descobreix ara