38.- Contrastes.

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Hola a todos!!

Espero se encuentren muy bien.

Dejo un nuevo capitulo, espero que les guste, recuerden que sus comentarios me ayudan a mejorar, si encuentran alguna falta, por favor, díganme, para poder corregirla.

Lamento no actualizar antes, mi abuelita falleció y no encontraba los ánimos para escribir, tampoco tuve ganas de celebrar mi cumpleaños, ya que nos dejó poco antes de ese día. 

Espero que disfruten el capitulo.

Ya saben que los quiero.

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IKE:

Luchar contra la corriente se vuelve difícil. Las heridas en mi cuerpo provocadas por la explosión en la firma del tratado de paz, se abren de nuevo, sin importar los cuidados que recibí de Martin, tampoco puedo ignorar su advertencia acerca de la herida del hombro.

Mientras lucho contra la corriente del agua helada que nos arrastra, no sé exactamente en qué dirección, el norte sed volvió sur cuando fui arrastrado por la corriente, puedo sentir el hombro dislocarse de nuevo, trago el grito de dolor para no soltar el aire que con tanto esfuerzo logré reunir. Los pulmones me piden una sola inspiración profunda, la cabeza comienza a dolerme y los músculos a sentirse entumidos.

Nada de eso importó cuando decidí saltar detrás de Velika. No tuve tiempo de pensar e idear un plan, el instinto fue mas fuerte.

Cada brazada envía punzadas de dolor por el hombro y espalda. Escombros y pedazos del tren también son arrastrados por la corriente. Veo, con pánico como el cuerpo de Velika se hunde con la misma facilidad que los objetos más pesados.

Las calles se partieron en dos. Lo que un día fue considerado un lugar seguro, una salvación, ahora cae a pedazos. Soy la persona a cargo de esa ciudadela, sin embargo, lo único en lo que puedo pensar es en sostener la mano robótica que se extiende en mi dirección.

Estoy a punto de alcanzarla, cuando algo golpea mi costado, obligándome a liberar el aire, el mismo pedazo de vía, empuja a Velika al fondo de ese lugar. Logro empujarme hacia arriba, tomo una bocanada de aire que hace a mis pulmones y garganta arder, y nado de nuevo hasta el fondo, tratando de evitar los objetos que luchan por golpearme.

Un tipo normal, un sujeto común y corriente que nunca recibió entrenamientos más allá de lo políticamente permitido. Cambiaria absolutamente todo lo que tengo, por convertirme en un evolucionado capaz de soportar el frio y la presión del agua.

Una de las odiosas esferas de transporte cae en el torrente, el peso de la misma me hunde, agradezco al universo por eso, utilizo mis pies para empujarme al fondo, donde al fin, puedo tomar la mano robótica que se extiende hacia mí, con la otra mano, sostengo el aro metálico de la esfera, el filo comienza a cortar mis dedos, y siento como algo se rompe en mi hombro, un hueso, un tendón. Nada de eso me obliga a soltar esa mano o a evitar el pánico que inunda mi sistema al darme cuenta de que los ojos de Velika están cerrados y ella ha dejado de pelear contra la corriente.

Sus ultimas palabras aun hacen eco en mi mente:

—¿Cuándo has visto a un robot flotar?

El filo de la esfera corta mis dedos, puedo dejarla ir y esperar que el peso de las partes robóticas de Velika nos hunda a ambos, o arriesgarme a cortar los dedos mas profundamente y esperar que la burbuja de aire dentro del cristal de la de la esfera nos lleve a la superficie, el interior ofrecería un poco de protección...

Tiro de Velika en dirección a la esfera, el poco aire que quedaba en mis pulmones es expulsado por ese simple movimiento. Lo único que puedo agradecer, es que el agua parece quieta por ahora. Aprieto el pesado cuerpo de Velika contra el mío, y con la mano herida hago girar la esfera.

Mente Maestra la sagaWhere stories live. Discover now