Capítulo 12

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~*Narra Bulma*~

Positivo.

El resultado fue POSITIVO.

Un maldito signo de "+".

Pregunta de la noche: ¿ahora qué diablos voy a hacer?

¡Por Kami! En momentos así te dan ganas de lanzarte de un precipicio, de decapitarte o de enamorarte de un hombre normal.

Sí, dénse cuenta, yo estoy enamorada del maldito Príncipe Vegeta, el que me dejó embarazada, ¡ese mismo!

El mismo que no se hará cargo de nada, el mismo orgulloso que prefiere pasarse todo el día encerrado en su estúpida cámara de gravedad en lugar de estar conmigo, el mismo que dejó algo suyo dentro mío, ¡y desgraciadamente dio sus frutos!

Maldije todo, y no interiormente, grité como una condenada a los cuatro vientos, solté maldiciones que jamás había dicho en mi vida, lloré, primero sollocé despacio y terminó desembocando en mares de lágrimas y gritos enfermizos.

Y todo lo hice sin darme cuenta de que no estaba sola, ni en esta casa, ni en este mundo y, ahora, sabía que en esta habitación tampoco lo estaba.

Intenté calmarme, "por tu hijo", ¡al diablo con eso! Era sólo una semilla ahora mismo, aunque pensándolo bien, tenía, al menos, dos meses, creo, no sé.

Tenía algo dentro mío, algo porqué luchar y algo que tenía genes de Vegeta.

De un momento a otro me tranquilicé y caí rendida al suelo, acariciando mi abdomen.

-Vegeta... y Bulma...- susurré.

Fin...















































Jejeje, naah, mentira :3

~*Narrador común*~

Bulma, desmayada en el frío suelo de su baño, Vegeta, el Sr. y la Sra. Briefs, corrían hacia la habitación donde unos escandalosos gritos habían dejado de oírse hacía unos segundos, apenas.

Sí, Vegeta también iba. Sentía curiosidad, "nada más", pensaba él.

Llegaron los tres individuos a la habitación de la muchacha y no la vieron, todo estaba en orden, absolutamente todo.

Lo único fuera de su lugar era una pequeña cajita y una bolsa plástica sobresaliente de la cartera negra de cuero.

La Sra. Briefs se aproximó a la caja, ¡de seguro allí estaba la respuesta!

Al leerla quedó boquiabierta, estática, tiesa.

-Q-querido...- susurró apenas se recuperó de su trance.

-¿Qué pasa?- respondió confuso.

-Mira... mira, esto...- el hombre se acercó y al leer, no pudo hacer más que, al igual que su esposa, girar sobre sus talones y mirar al saiyajin.

-¿Qué? ¿Qué pasa?- preguntó él-. ¡De seguro está en el baño!-. Exclamó, refiriéndose a Bulma, obviamente.

Los padres de Bulma, aún impactados, sin pronunciar palabra alguna, se dirigieron al baño siguiendo a Vegeta, el cual intentó abrir la puerta.

Estaba asegurada.

-Déjenme ir por las llaves de repuesto- avisó el Sr. Briefs.

-No hay tiempo para eso- respondió Vegeta, provocando que el hombre parara en seco-. Apártense-. Sugirió.

El mismo, hizo un poco de fuerza con el cerrojo y cayó al instante.

-Mañana Bulma llama al cerrajero- advirtió la mujer rubia.

Entraron todos en tumulto y quedaron quietos al ver a Bulma en el piso, sosteniendo un "extraño objeto" (para Vegeta) en la mano y con la otra en su abdomen.

-Hay que llevarla a la cama- murmuró el padre de la chica.

Vegeta los miró por el rabillo del ojo y, comprendida la indirecta, alzó a la mujer en brazos y salió del baño, soltó delicadamente a Bulma en la cama y se sentó en el borde de la misma.

-Llamaré a un doctor- señaló animadamente la Sra. Briefs. Su esposo la acompañó.

Vegeta quedó allí, admiró a la belleza que yacía inconsciente en la cama y, por pura inercia, tomó el "extraño objeto" en sus manos.

Lo examinó un rato, un poco más, y no, efectivamente, no tenía ni la más pálida idea de lo que era esa cosa.

Volvieron los padres de Bulma a la habitación y Vegeta, no hizo nada más que cuestionar inocentemente "¿qué es esto?".

Hubo miradas cómplices entre los mayores de la habitación y, antes que nada, la madre de Bulma lo tomó entre sus manos y notó que era positivo.
No pudo evitar que unas lágrimas se deslizaran por sus mejillas, Vegeta la veía desconcertado.

-Vegeta, esto es...- fue interrumpida por Bulma, la cual tosió falsamente, a propósito, para callar a su madre.

"A tiempo", pensó la muchacha.

Vegeta al ver que había despertado, se puso de pie velozmente y enfrentó a la Sra. Briefs.

-¿Me va a responder?

-Vegeta- llamó Bulma.

El saiyajin giró y quedó viéndola, esperaba su veredicto.

Bulma hizo señas con los ojos indicándole a su madre que se fueran.
Entendido esto, ambos salieron de la habitación.

Bulma suspiró.

-Vegeta... ven aquí.

El hombre la observó de pies a cabeza, y tomó asiento en la cama.

Ella acarició su mejilla y un estremecimiento tomó el cuerpo de Vegeta.

Suspiró.

-¿Qué sucede, terrícola? ¿Me vas a decir qué es eso?- preguntó al borde de la histeria.

-Eso... eso era...

-¡Responde!- gritó exaltado e impaciente.

-¡No me grites!- gritó ella-. Estoy embarazada- soltó, seguido de un suave sollozo.

~*Fin de la narración*~

Ola ke ase?

Ah, qué le pasaba.

Naah, 5mentarios acerca de este capítulo.

Cuando lo escribí me dio diabetes, fue bastante dulce, ugh(?

¿Los asusté con el "fin"?
Excepto a los que leen por computadora, jé.

Voten y comenten, ya lo saben.

Las amo, corazonas de mi life, mil kisses :*

Lazos del Destino [Vegeta & Bulma] COMPLETADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora