Sacerdotisa

6 0 0
                                    

Soy una bruja. Casi desde que tengo memoria puedo escuchar al viento; siento como la tierra esta viva; observar el camino del agua me enseña; me siento renovada en el fuego.

Todos somos una energía. Conectados, unidos, pero al mismo tiempo separados y únicos. Esa es la verdadera magia y utilizarla a voluntad es lo que hago como bruja.

La mirada de los hermosos ojos verdes de la chica que tenía enfrente pasó por varios estados: confusion, incredulidad, terror e ira. Adorable.
- Es mas mi forma de vivir, y darle razón al mundo. Me siento plena siendo así - eleve mis manos para apartar malas ideas - no quiere decir que es algo que quiero imponer, de hecho me gusta saber que hacen los demás para darle razón a su existencia...
- Eso esta mal

Solo alcanzó a susurrar, tan cerca como estábamos olía el perfume de su hermoso cabello castaño, mientras podía sentir el calor de su respiración agitada, haciendo sentir mi estomago interesante. Continue con mi monologo, teniendo cuidado de no volver a vomitar información innecesaria.
- ¿Porqué estaría mal? Es lo que me hace sentir bien a mi.
- Tu camino lleva a la obscuridad

Ya había escuchado eso. No otra vez.
- Ah ya veo, así que tu Diosa es de... esas
- ¿Esas! - levantó una ceja
- Si, aquellos dioses que se claman de ser amor, solo para chantajear a sus seguidores.
- ¿Como te atreves a hablar así de mi Diosa!

En su voz se notaba su ira, un color rojo comenzó a crecer en medio de sus cejas, sus mejillas siempre rosadas ahora brillaban con enojo. Caí en cuenta de lo agresivo de mi comentario, de verdad quería llevarme mejor con ella y para eso debía tener paciencia.
- Perdona - dije con sinceridad, ella arrugó la nariz - entiendo que para ti esto es importante y debes sentirte maravilloso. Yo también me siento igual cuando...
- ¿Tu que sabes de esto, pagana?

La ultima palabra brotó con odio de su boca. No era mentira, así que para mi no era un insulto, pero esa manera de decirlo, hizo que mi estómago diera un vuelco, esta vez nada placentero.
- Creo que iniciamos con el pie izquierdo ¿Qué tal si volvemos a empezar?
- ¿Volver a empezar? - de nuevo ese maldito odio - ¿Quién dice que quiero saber más de ti?
- Creo que esta violencia no es necesaria. Estamos aquí para conocernos mejor ¿No?
- No. Creo.

Se acercó a mi haciéndome sentir pequeña. Su piel era clara, mas no transparente como la mía, además parecía brillar. Me distraía si la veía demasiado
- No, yo se, que esta obscuridad que se esta esparciendo por el pueblo es TU culpa, - cierto, a ella no le caía bien - por eso estoy aquí.
- ¿La sientes?

Mi mente viajó rápido a mi verdadera preocupación. Cada mañana por el alba, escondido entre las sombras se siente, algo, algo nada bueno. Lo he buscado, pero no logro dar con ese maldito.
- Es algo que nos asecha, lo puedo sentir - olvide la conversación anterior, el pueblo, era más importante que llevarme bien con ella - he buscado su causa pero se escabulle y siento que va a atacar pronto...
- Es obvio que es tu culpa
- ¿Disculpa? - ese comentario me trajo de nuevo a la realidad
- Quien mas podría traer esa obscuridad mas que tu: PAGANA
- ¿Qué tiene que ver que sea pagana con que algo aseche al pueblo?
- Estas actuando mal, has alejado la protección de la Diosa.
- ¿Actuando yo mal? - dije incrédula, respondí con un ataque directo - ¿No estas manipulando también esa gente que enseñas?
- ¿Disculpa?
- Dices que los enseñas y los llevas a la "luz". Pero solo los estas adoctrinando
- Adoctrinamiento es pretender enseñar que hay otros caminos
- No me hagas reír, eso es justo adoctrinar: decir que solo un camino esta bien
- Sí algo malo le pasa a este pueblo sera tu culpa

Me congelé ante la ultima frase. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, no era la primera vez que escuchaba eso, y esas memorias dolían, mucho.
- ¿Cómo te atreves a insultarme y en mi propia casa?
- No mereces ningún respeto de mi parte
- Entonces por que estas aquí
- Por qué te exijo que te retires. Este pueblo está bajo la protección de mi Diosa a partir de hoy. No eres bienvenida
- Oh ahora resulta que tienes autoridad divina. ¿Y dónde quieres que me vaya, su Santidad?
- Todos vienen de algun lado aquí ¿Por qué no te regresas de donde viniste?
- Por que este es mi hogar- sonreí, acercándome más viendo como retrocedía con terror
- Arrepiéntete, trágate tu orgullo y regresa a la luz con la vergüenza de haber huido. Tal vez así encuentres el perdón.
- ¿Crees que le tengo miedo al chantaje de tu "Diosa"?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hechizos y RezosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora