Historia hecha por: guyNumber23
El amor es una cosa muy complicada. Cambia la forma en que uno ve el mundo que lo rodea y nos empuja más allá de nuestros límites. Pero hay una delgada línea entre el amor ardiente y la loca obsesión, y es posible qu...
¡Hola mis queridos lectores! Día tras día aparece un nuevo seguidor y chico, ¡no puedo agradecerles lo suficiente! De todos modos, hasta ahora, actualizaciones semanales. ¡Hurra! Espero que todos disfruten este.
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El zumbido de su reloj despertador, bastante molesto e invasivo del sueño, seguramente fue efectivo para despertarlo de su sueño.
No tuvo ningún problema para despertarse temprano. De hecho, era más un hábito para él, pero dada la gran cantidad de 'diversión' que tuvo anoche, Midoriya se alegró de que la alarma lo despertara para no perderse la clase. No escucharía el final de esto de parte de Iida.
"Oh, sí... anoche..."
Midoriya se llevó una mano a la cara, frotándose algo del sueño de sus ojos mientras bostezaba perezosamente.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios mientras su mente lentamente comenzaba a recordar los eventos de la noche anterior. 3... 2... 1...
"¡YOOOOOOO!"
Se incorporó de golpe, sentado en su cama y con ambas manos a los lados de su cabeza. Se dio cuenta cuando su mente finalmente se puso en marcha.
De inmediato, todas las preocupaciones que había inundado su cabeza anteriormente, principalmente la parte en la que tuvo relaciones sexuales sin protección con sus seis novias.
La idea de que alguna de ellas quedara, bueno, embarazada, lo ponía al límite. Y, por supuesto, tenía que pensar en el peor escenario.
"¿Y si... todas ellaas..."
Tenía las manos juntas frente a su nariz mientras su imaginación trabajaba furiosamente, creando una imagen mental de su harén saludándolo en su casa hipotética, todos ellos sosteniendo un pequeño paquete de felicidad, algunos de ellos con dos al mismo tiempo. .
Ya podía verlo. Una niña con cabello verde desordenado y cuernos. Otro con cabello verde corto y pequeños auriculares en las orejas. Un par de gemelos con sus lenguas de rana sobresaliendo y pecas cubriendo sus mejillas.
Otra chica con ojos de gato y su cabello verde oscuro recogido en una pequeña cola de caballo. Un conjunto flotante de ropa de bebé azul.
Y otra niña pequeña con cabello verde que enmarcaba su cara redonda, mejillas llenas de puntos y diminutas almohadillas rosadas en sus manos.
Todas las damas presentes lo recibieron con cálidas sonrisas cuando entró.
"Estoy en casa"
"Oh, cariño, bienvenido a casa" Ochako fue el primero en conocerlo.
