𝟽 - 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑠𝑎 🕸️

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La decoración del lugar exaltaba a la perfección el significado de la palabra ostentoso. No existía un solo centímetro del restaurante al que pudiera mirar sin encontrarse con algún objeto digno de estar en un museo o en la portada de una revista. Todo era lujo y exceso, incluyendo a su acompañante sentado del otro lado de la mesa.

—¿Te gusta? —le cuestionó Jungkook, dirigiendo una cuidadosa mirada en su dirección.

—Me siento fuera de lugar.

Jungkook lo observó sin ninguna expresión en su rostro, pero Taehyung notó que la traviesa mano del mago se posó en su rodilla.

—Yo puedo hacerte sentir mejor —murmuró con ese tono coqueto que tanto la afectaba.

—Estoy seguro de que puedes —respondió, siguiendo su juego.

La mano de Jungkook subió lentamente y Taehyung contuvo el aliento ante el inesperado cosquilleo que experimentó en su piel. Pensó que sería un pequeño roce, pero el mago no se detuvo hasta llevar la caricia a la parte externa de su pierna donde se apreciaba la abertura del pantalón.

Coló sus dedos directamente en la piel desnuda de Taehyung y masajeó tan solo con las yemas, provocando que el peliazul se estremeciera. Tuvo que llevar la mirada a uno de los cuadros colgados en la pared del fondo para distraerse y evitar caer en la tentación.

Un camarero enfundado en un impecable uniforme de tonos blancos y negros se acercó a la mesa para tomar el pedido. Taehyung creyó que eso detendría a Jungkook, pero el continuó tocándolo como si nada estuviera sucediendo.

—Bibimbap, por favor —indicó al camarero una vez revisó la carta con su mano libre—. Y una botella de vino Chardonnay.

—Perfecto, señor —anotó el pedido en una pequeña libreta y luego observó a Taehyung a la espera de una respuesta.

Jungkook acarició descaradamente el muslo del peliazul y este casi es expuesto cuando un jadeo amenazó con salir de sus labios. Fingió una pequeña tos y ordenó lo primero que vio en el menú tan solo para librarse de la incómoda mirada del camarero.

Cuando este se fue, quiso reclamarle a Jungkook por su atrevimiento. No obstante, debió suponer que sus acciones no tenían ningún límite cuando el dorso de la mano del mago rozó su miembro y una sonrisa llena de sorna y satisfacción le iluminó el rostro.

—No traes nada debajo —expresó sin dejar de acariciarlo—. Siempre tan obediente. Eres perfecto, Taehyung.

Taehyung mordió el interior de su mejilla para contenerse; todo su cuerpo parecía haber sido diseñado para reaccionar a los deseos de Jungkook y eso lo molestaba y excitaba en partes iguales.

Jamás hubiera imaginado que disfrutaría tanto de ser tocado en medio de un lugar público donde fácilmente podría ser descubierto, pero Jungkook conseguía que se sintiera flotando en una nube de placer en la que nada más que ellos dos importaba.

Fijó la mirada en los oscuros orbes del mago, intentando descifrar lo que pasaba por su mente. Sin embargo, fue difícil distinguir algo más allá del deseo.

—¿Por qué quisiste verme de nuevo? —preguntó de repente, haciendo que la mano de Jungkook dejara de tocar su intimidad y volviera a posarse inocentemente en su muslo.

—No he dejado de pensar en ti, Taehyung.

El peliazul mentiría si dijera que él pudo dejar de pensar en Jungkook.

—Te lo advertí, podría ser tu perdición si pasabas conmigo más de una noche.

—Y yo accedí a correr el riesgo —sonrió.

The Promise | KookV♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora