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Tallulah realmente no quería estar lejos de su padre, le aterraba la simple idea de tener que estar sola en un salón rodeada de gente que no conocía. Su papá le había dicho que todo iba a estar bien, pero ella seguía aterrada.

La pequeña comenzó a jalar las ropas del mayor-Disculpe miss, no me siento bien, hay mucho ruido.
La menor tenía pequeñas lágrimas en sus ojitos, eso fue suficiente para hacer doler el corazón de Quackity.

El peli negro tomó a la niña entre sus brazos-Niños, les pido de favor que hablen más bajito.

El ruido disminuyó bastante, logrando que la pequeña castaña entre sus brazos se relajara.

Tallulah nunca convivió adecuadamente con su madre, a pesar de tener una, nunca sintió eso que sus amiguitos le decían. No la malinterpreten, ella estaba muy agradecida con sus padres, ¡Tenía el mejor papi de todo el mundo! Pero se le hacía raro la pequeña sensación en su pecho en ese momento, ¿así es cómo se debía de sentir una mamá? Se sentía diferente de cuando su mami o incluso su papi la abrazaban.

Aprovechando la bonita sensación del ambiente maternal, Tallulah apoyó su cabeza en el pecho de su miss, dejando de sollozar poco a poco.

Aprovechando la bonita sensación del ambiente maternal, Tallulah apoyó su cabeza en el pecho de su miss, dejando de sollozar poco a poco

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Alex había perdido la noción del tiempo, pasar tiempo con esos pequeñitos le alegraba eternamente el corazón. Pero había una pequeñita en general con la que había sentido una conexión diferente.

Con cuidado mecía a la pequeña que había había caído ante el mundo de los sueños-Su madre no me mencionó nada acerca de su sensibilidad.
-¿Crees que lo esté inventando?
-Por supuesto que no, desde lejos se nota que es pedacito de algodoncito de azúcar.

"-Hace mucho que no te veía así."

Fueron palabras que se quedaron atascadas en la garganta de Roier, no quería hacer sentir mal a su amigo, así que se quedó callado disfrutando de la escena frente a sus ojos.
Quackity miraba con cariño a la pequeña, tatareando una suave canción, acariciando el desordenado cabello castaño de la niña.
La vida fue muy injusta con Quackity.

-Disculpe, quería hablar sobre la sensi--¿Tallulah causó problemas? Pequeña

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-Disculpe, quería hablar sobre la sensi-
-¿Tallulah causó problemas? Pequeña...le prometo que la haré entrar en razón.
-No, su sensibilidad...en los oídos...
-¿Le causó problemas por eso? Lo siento.
-¿Puedo obtener sus números?
-¿Quieres el número de mi esposo también? ¿Sabes lo atrevido que es pedírselo a su esposa?
-Lo hago-
-No quiero seguir hablando con usted.

-¿Puedo obtener sus números?-¿Quieres el número de mi esposo también? ¿Sabes lo atrevido que es pedírselo a su esposa?-Lo hago--No quiero seguir hablando con usted

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Wilbur se la pasaba trabajando, porque quería lo mejor para su niña, aún así, a veces se tomara días libres para estar con ella.

-¿Por qué tienes esa cara?
Su esposa volteó a verlo-Haz algo con los oídos de esa mocosa, se puso a llorar porqu-
-Sally, Tallulah es tu hija también, tienes que empatizar con ella.
-Si tú quieres "empatizar" con esa niña, hazlo, pero no me obligues a mí.

La pelirroja salió de la habitación, Wilbur ni se tomó la molestias de preguntar a dónde se dirigía, sólo la dejó marcharse.

Entró a la habitación de su retoñito-Llulah, ¿qué haces mi amor?
-Papi, hoy me pasó algo muy raro.
-Cuéntame mi niña.
-Mis compañeritos estaban haciendo mucho ruido, entonces fui con la miss y le pedí ayuda, le dijo a los demás que bajaran el volumen y me cargó. 
Sentí algo muy raro y a la vez bonito, me sentí segura ahí, como si fuera un tipo de mamá.

Wilbur se quedó impactado, sabía que su esposa era mala madre, pero jamás creyó que su hija iba a encontrar una figura materna en alguien más-Oh, bueno Llulah, realmente no sé qué decir.
Realmente el gato le había comido la lengua.

Tallulah veía cómo todos los demás hablaban de sus cosas favoritas con sus amigos, pero ella estaba sola porque Chayanne se había ido a visitar a su abuela

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Tallulah veía cómo todos los demás hablaban de sus cosas favoritas con sus amigos, pero ella estaba sola porque Chayanne se había ido a visitar a su abuela.

-Tallulah cariño, ¿por qué no hablas con tus compañeritos?
-Es que me da miedo mami.
El apodo hizo que el corazón del peli negro se derritiera-Llulah, ¿te molestaría si le comento de esto a tu papá?
-No, papi es bueno, el lo entenderá.
Alex sólo acarició el cabello castaño de la pequeña, y la dejó seguir dibujando lo que sea que estuviera dibujando.
Tiempo después, Tallulah se acercó a la mesa de su miss, entregándole su obra de arte. En dicha hoja se podían apreciar tres personas, un chico alto con suéter amarillo(quien Alex supuso era el padre de la niña), Tallulah, y él, con su típica sudadera azul y su delantal rosita.

Los ojos de Quackity se llenaron de lágrimas, no recuerda la última vez que recibió un dibujo en el que fuera considerado parte de una familia.
-¿No le gustó?-preguntó al ver una pequeña lágrima deslizarse por la mejilla de su mayor.
-Me encantó Tallulah, sólo que hace tanto que nadie me regalaba un dibujo.
La castaña abrazó a su miss-Entonces yo le voy a regalar muchooos dibujos.
-Gracias Tallulah.

Aquí les entrego el capítulo uno

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Aquí les entrego el capítulo uno.

Miss Miel Where stories live. Discover now