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-¿Qué?- pregunto Jennie.

-Yo si puedo sostenerte la mirada- respondió Lisa.

-Eres la única, ni Rosé, ni mis hermanos pueden, por eso me llaman así.... entre otras cosas.

-Vi muchas fotos tuyas en diferentes eventos, nunca faltas, siempre eres tema de que hablar.... pero hay algo que no vi nunca.

-¿Qué cosa?- pregunto Jennie.

-Nunca vi una sonrisa tuya.

-Supongo que fue así como me gane el sobrenombre de "la mujer de hierro".... desde hace 10 años no hay una foto de mi sonriendo.

-Se que no las hay..... también llevo algunas horas viéndote y no he visto una sonrisa tuya.

-Y no la veras Lisa.... ya no se cómo hacerlo- respondió Jennie desviando la mirada.

-¿Por qué? Con tu sonrisa conseguías iluminar el mundo.... mi mundo- terminó susurrando Lisa.

-La felicidad no me sirvió de nada.

-Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-¿Qué te hice Nini?

-No puedes responder una pregunta con otra pregunta.

-¿Algún día podrás perdoname?

-¿Serviría de algo?

-¿No que no se podia responder una pregunta con otra pregunta?

-Tal parece que no sabemos seguir las reglas.

-Te lo digo de corazón Nini.... discúlpame.... por todo

-Solo olvidado Lisa.

-No Nini, es mi culpa, yo te lleve a esta situación- dijo Lisa bajando la mirada.

-No tiene caso, solo tienes que seguir adelante, y evidentemente lo has hecho.

-No todo lo que brilla es oro Jennie.

-¿A qué te refieres?

-Solo lo digo.... no todo lo que brilla es oro.

-Supongo que tienes razón... ¿Tu mamá sabe que ibas a ir a verme?

-No

-¿Por qué?

-Ella no sabe que estoy en Corea.

-¿Cuánto llevas en el país?

-Llegue anoche, tome un vuelo privado, no quería que nadie supiera que vendría, iré a verla mañana.

-Hay algo más en la historia- aseguro Jennie.

-¿Por qué lo dices?

-Te conozco- dijo Jennie encogiéndose de hombros.

-Mi mamá no sabe tú y yo seguimos casadas, no quise decirselo- respondió Lisa.

-No entiendo, ¿Cómo te enteraste que seguimos casadas?

-Por los papeles, los solicite, me llamaron y me explicaron lo que ya sabes.

-Espera.... la prensa puede enterarse de eso- dijo Jennie asustada.

-No lo harán, en Registro Civil solo una persona lo sabe, y le pagué mucho dinero para que guardara silencio, nadie más se enterará, por eso tome un vuelo privado, era urgente.

-Entonces..... ¿Le dirás? Me refiero a tu madre, ¿Le dirás?

-No lo sé.

-Ahí es donde te digo que hay algo más en la historia.

-Mi mamá no está de acuerdo con  que me case- confesó Lisa luego de un momento de silencio.

-¿Por qué? No me digas que por que es mujer, ella estuvi totalmente de acuerdo cuando todos se enteraron que tú y yo nos habíamos casado.

-Es precisamente por eso, mi madre te adora.

-Eso fue hace muchos años Lisa.

-Tal parece que no todos podemos pasar página.

-Creo que es hora de irnos, ¿Dónde te estás quedando? Lo pregunto para pasar a dejarte- dijo Jennie incomoda.

-No, no nos podemos ir, tenemos muchas cosas de que hablar.

-No cambiará nada.

-Lo sé, pero ha pasado mucho tiempo, y nos lo merecemos.

-A ver Lalisa, no tenemos nada de que hablar, todo quedo muy claro hace diez años.

-¡No! No quedó nada claro, queria decirte tantas cosas- dijo Lisa con los ojos llenos de lagrimas.

-¡Pero no lo hiciste!- grito Jennie.

-Tenia miedo Jen.

-¿Y crees que yo no? Y no era precisamente por mi, era por ti, queria resolverlo, pero contigo a mi lado y no lo permitiste.

-Jen...

-¡No! No me digas nada.

-Pero...

-Es jodido ¿sabes? Lees todas esas historias trágicas de amor, y piensas que solo son cuentos, que los finales felices si existen, hasta que esa historia trágica de amor te pasa a ti, y te das cuenta que estabas equivocada en tu pensamiento, las historias trágicas de amor en realidad existen, en cambio son los finales felices los que son un cuento.

-¿Qué querías que hiciera?- pregunto Lisa desesperada.

-¿Qué quería?... queria que lo habláramos, que lo resolvieramos juntas, como todas esas malditas promesas que una vez hicimos.

-Jen... - susurró Lisa mirando como a Jennie se le llenaban los ojos de lagrimas.

-Yo hubiera ido hasta el fin del mundo contigo, si tú hubieras querido ir conmigo... ¿y qué pasó? Esa noche me hiciste el amor, me dormí esperando sentir tus manos en mi cintura abrazándome al día siguiente, y mirar tu rostro, y en cambio lo único que vi al despertar fue una maldita nota despidiendote, y un espacio vacío, solo dijiste que encontrarías la forma de regresar... ¡Nunca lo hiciste!- gritó Jennie secándose las lágrimas.

-¡Si regresé!- gritó Lisa comenzando a llorar.

 Adaptación Siempre Fuiste Tú JENLISAWhere stories live. Discover now