Capítulo 69

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Alexandria.

Hiltop.

Y El reino.

Todas las comunidades se habían unido por completo.

Algunos días pasaron después del enfrentamiento contra los salvadores en Alexandria, durante estos días todos nos preparamos pues ahora atacariamos al santuario, los dejaríamos encerrados, sin escape.

A lo que parecía, Dwigth, no nos había traicionado, el le había dado a Daryl una lista con los lugares donde tenían vigilancia hacia el santuario y otras bases, eso nos ayudo pues ya habíamos eliminado a los vigías y podíamos hacer que la horda de caminantes llegará hasta el santuario.

Tara, Carol y yo nos habíamos encargado de eso, de verificar en qué dirección iba, después solo era cuestión de tiempo para que llegáramos nosotros primero y de ahí poder guiarla hasta el santuario.

- ¿Como te encuentras?

La voz de Carol me saco de mis pensamientos, gire un poco mi cara y la mire.

- Estoy bien, aún puedo combatir. -le dije y ella sonrió un poco.-

- Ya viene.

La voz de Tara, nos hizo voltear a verla, ella estaba mirando hacia enfrente, yo seguí su mirada y vi como Daryl llegaba en su moto.

Inconscientemente sonreí al verlo.

- Mi hombre llegó. -dije levemente, mientras lo veía bajarse de su moto y acercarse a mi.-

Daryl se acerco a mi y me abrazó, el se separó un poco y me dio un beso en los labios.

- ¿Todo bien? -me pregunto y llevo una de sus manos a mi abdomen, yo sonreí por tal acción.-

- Estamos bien. -le dije.- ¿Los demás?

Pregunté.

- Ya van en camino, no tardarán mucho. -me dijo.-

- Que bueno, porque los invitados especiales tampoco tardarán. -hablo Tara y miro su reloj.- Comenzamos.

Todos centramos nuestra atención hacia enfrente y Tara empezó a contar.

- Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno. -dijo y también miro hacia enfrente.-

Ninguna una horda se veía.

- Carajo. -dijo ella.-

La volteé a ver por un momento, pero la voz de Daryl se escuchó.

- No, allá!

Dijo el y señaló hacia enfrente.

No paso mucho cuando empezamos a ver como la horda, la cual era gigante, comenzaba a llegar.

- Okey, estuve cerca. -dijo Tara y yo reí un poco.-

- Bueno, vamos. -dijo Daryl.-

- Andando.

Dije y comencé a caminar hacia la moto que Jesús me había dado, era la que el había tomado cuando Daryl y yo escapamos del santuario.

Me subí en ella, la encendí y comenzamos a avanzar, pues teníamos que alejarnos pero sin perder a la horda y eso lo haríamos causando algunas explosiones para llamar su atención.

Poco después habíamos llegado al otro punto y, Morgan y Daryl, colocaron el otro detonante conectado a un cable, al momento en el que el cable se jalara eso detonaría la explosión y sería la señal para los que estuvieran en el santuario de que la horda estaba en camino hacia allá.

The walking dead / Daryl y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora