El Cactus entre los Narcisos- JJK×KTH

|01| Conociéndo el gran jardín.

12 de noviembre, 2023
4 años después.

Kim Taehyung era una persona de sentimientos reprimidos y un miedo latente que atormentaban su vida diaria.

O al menos así lo describiría la doctora Joohyun, su psicóloga. Quién ha sido quien le brinde terapia privada desde hace cuatro años.

Bae Joohyun era una profesional, una mujer de 36 años que había atendido a muchos adolescentes a lo largo de su carrera, pero jamás consideró que un gran mafioso como lo era Kim Hyuk la contrataría con un sueldo increíblemente alto para dar terapia privada a su sobrino.

Al conocerlo sabía que debía acostumbrarse a no delatar a una persona que asesinaba a sangre fría o a delincuentes de la mafia o su vida peligraría. Pero con el pasar de los años pudo acostumbrarse a eso.

Conoció a Kim Taehyung como un joven de quince años víctima de violencia familiar y abusos multiples, además de ser un paciente con un diagnóstico tardío del espectro Autista, por lo que no toleraba el ruido demasiado alto.

Podía ver una gran mejora en su salud mental desde que con el tiempo, su tío se encargó de entrenarlo en diversas artes marciales hasta convertirlo en una máquina de matar. Incapaz de ser lastimado en algún momento por su gran sentido de defensa.

Podemos decir que los traumas de Kim Taehyung fueron ocupados a su favor, permitiendo que ese miedo a que lo lastimen físicamente como lo hizo su padre en su momento sea el mismo que lo protega a él y a quienes lo rodean.

Pero no era tan heróico como eso se escuchaba.

-Entonces, Tae. ¿Qué tal estuvo tu fin de semana?- le preguntó, sentada cómodamente en uno de los grandes sofás dentro de la misma habitación de su paciente.

El joven de diecinueve años ya sacó la paleta de caramelo de su boca para responder. Con sus piernas pegadas a su pecho por sobre el gran puff azul donde se encontraba.

-Pues... bien supongo, acompañé a mi tío a otra reunión con sus socios, hubo disparos y tuve que ayudarlo a escapar, y casi pierdo mi katana.- contó en voz baja, meciendo sus piernas en su posición y acomodando sus cabellos castaños y mechas turquesas.

Los auriculares de diadema que rodeaban su cuello eran aisladores de ruido, los cargaba siempre para que las explosiones y disparos no lo aturdieran.

Joohyun estaba ya acostumbrada a oir la vida llena de acción que podía llegar a tener su menor, realmente estaba ahí para ayudarlo a llevar su autismo de mejor manera.

-¿Qué me hablas de el señor Hyuk? ¿Ya no están molestos el uno con el otro?-

Taehyung se tensó un poco, incapaz de verla totalmente y algo incómodo cambió de posición.

- Uh-oh, parece que alguien no ha hecho las pases con él. - ella molestó un poco, haciendo que Taehyung se quejara poquito.

-No entiendo por qué se molestó, sólo le dije que esa camisa azul con rosa parecía una piñata. ¿Es que ser sincero es realmente malo?-

-No es... la sinceridad el punto malo aquí. Creo que debes recordar que Hyuk es... sensible. Algo irónico para ser el jefe de la mafia Kim, pero eres realmente importante para él, ¿no me has dicho que son familia ustedes dos?-