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—An eye for an eye, a leg for a leg — 

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An eye for an eye, a leg for a leg — 

A shot in the heart doesn't make it unbreak— 

She really didn't wanna make it messy— 

She really, really didn't, but the girl gone cray— 

Sonaba la música de fondo mientras se oía el estruendo de la lluvia en un pequeño cuarto con poca iluminación. Dentro, se encontraba un hombre fornido que levantaba pesas y llevaba la cuenta de estas. Estaba tan concentrado que no imaginó recibir un baldazo de agua helada en todo su cuerpo, tirando las pesas con furia.—

—¡PERO QUÉ CARA-!—Se levantó de golpe al recibir el impacto, furioso por la acción de un ente desconocido; entonces volteó listo para dar el primer golpe y escuchó esa voz particular... 

—¡Noah!, en serio que te estaba llamando va-va-varias ve-ve-ces y no respondías. No-no-o mede-dejaste otra opción que llamar tu atención así. —Respondió confiado el desconocido, pero, al ver su mirada iracunda se asustó al ver como "N", quien era el ajeno, se acercaba lentamente hacia su dirección con claras intenciones de golpearlo. Una bola de saliva espesa recorrió su garganta, dejó una carpeta llena de hojas en el escritorio de su "jefe" y corrió enseguida para evitar que este usará su pequeño y delgado cuerpo como saco de boxeo. 

—¿Estás seguro que no quieres morir de una vez por todas?! —Gritó "Noah" con voz amenazante para que el joven novato lo escuchaba, sonriendo satisfecho al ver como este se paraliza en su lugar. —Solo eres un simple novato, como es que te atreves a cometer semejante idiotez ¿Eh? — Con el objetivo de amenazar una vez más para que no volviera a molestarlo se acercó con un bate desgastado y sucio con pasos silenciosos y lentos solo sonriendo monstruosamente bajo la poca luz que alumbraba la sala. 

—Yo-o-o lo sie-siento—Lloraba mientras se disculpaba por haberse metido por él—No-oteni-teni-a la inte-intención de molestarlo—

Quiso correr al ver la sombra del hombre detrás suyo con un objeto extraño entre las manos. Imaginó lo peor, quiso arriesgarse y correr lo más rápido que pudo en el momento en que supo que había cometido un error mortal y de esta no se salvaría.

—¿Eh? Vaya vaya, al parecer no deseas seguir viviendo eh—Al decir aquellas palabras el señor "N" se detuvo y en poco tiempo ya había alcanzado al chico escuálido que lo miraba asustado al ser tomado del brazo y lanzado al piso. 

—¿Creías que por trabajar aquí te salvarías de los castigos? —Pregunto divertido el señor "N" al ver como el pequeño chico hacía fuerza para salir de entre sus brazos y el bate con el cual lo apresaba. —¡Quédate quieto mierda! —Gritó molesto por tanta insistencia por el pequeño hombre y lanzó varios golpes en toda su cara. 

A pesar de los llantos que se escuchaban por la habitación, el señor "N" no se detenía, sin embargo, los lanzaba más fuerte llenándose de sangre los nudillos de su mano; hasta que el cuerpo del joven novato dejara de moverse no se detendría y seguía lanzando golpes y patadas. Emocionado al ver como este aun seguía con vida lo levantó y lo sentó en una silla vieja que se encontraba en la esquina de la pequeña habitación, el señor "N" se dedicó a amarrar las muñecas del contrario; molesto por el llanto pegó una cinta en la boca del joven para que dejara de llorar y gritar. 

—Mmmm ¿Cómo deberíamos empezar? —El señor "N" preguntó de forma sarcástica y divertida con demasiadas ideas en la cabeza de como torturar al joven novato. —Qué tal si... te sacamos estas asquerosas uñas, se ven en muy mal estado. Te verás muy bien sin ellas—Dio la oferta contento, pero, frunciendo el ceño al ver como el otro negaba con la cabeza llorando y haciendo más fuerza de lo normal para soltarse de las sogas. 

El señor "N" se levantó rápidamente para ir a su escritorio observando primero la carpeta de hojas y luego las pinzas que se encontraban a su costado. Decidió tomar el segundo objeto con la idea de terminar rápido para poder leer el contenido de esa misteriosa carpeta. Acercándose al joven cogió una mano y con una las enormes pinzas jalo una uña de la mano de este. 

En la sala solo se oían gritos de súplica y dolor por parte de un hombre delgado y pálido que se encontraba al borde del colapso, sin embargo el señor "N" parecía no querer parar cuando observó el lamentable cuerpo casi sin vida del joven novato. 

—¿Eh? ¿Ya te desmayaste? ¡Oh vamos despierta!—Pregunta mientras lo golpea con demasiada fuerza, sin embargo, no hubo ninguna reacción del joven.—Vaya.. esto ya no es divertido niñato—Empezó a golpear el rostro del más joven con mucha mas fuerza.

Ya cansado de la imagen que tenía enfrente sacó una CZ SP-01 y sin previo aviso le disparó en la sien manchando su rostro y parte de su brazo con la sangre.

"...Se estima que la tasa de asesinatos ha ido aumentando mas del 70% en los últimos dias, se recomiendo que los ciudadanos permanezcan en casa para prever estos hechos esperando el mayo apoyo posible por parte de los oficiales..."—De fondo se empezó a escuchar la voz de una reportera donde indicaba la desaparición de ese mismo chico que yacía bajo él sin vida. 

—Tks—Chasqueando molesto se separó del cuerpo inerte del joven, sin importarle la sangre que yacía en sus manos y ropa. —Esto se pone cada vez más molesto, maldición—Caminó hacia una descuidada mesa de madera que carecía de una pata trasera y era sostenida por dos ladrillos, que al igual que la mesa se encontraban en mal estado, sacó una caja de cigarrillos para sacar uno rápidamente y encenderlo. 

Mientras encendía el cigarrillo sonó un sonido demasiado molesto a los oídos del hombre que se encontraba en la sala. El señor "N" lo cogió cuando logró ponerse el cigarro en la boca. Descuelga el teléfono para escuchar la voz del otro lado sin siquiera mencionar una palabra. 

—Lo tengo—Una voz cortante y fría suena desde el otro lado 

—Ubicación—Responde inmediatamente ante la buena noticia. 

—Calle Montaigne número 428 ven rápido—Y sin decir ni una palabra más la llamada es cortada.

 Sin emitir sonido alguno el señor N se acerca al cuerpo del joven y con su expresión seria le disparó repetidas veces. Al disparar la última bala se queda observando el cuerpo y se pone en marcha a su siguiente misión. 

Al otro lado de la habitación se encuentra Izan, un chico más robusto que el anterior y que poseía una larga cabellera plateada que tapaba sus ojos además de tener una mirada siniestra; sin inmutarse al observar todo el cuerpo del señor "N" lleno de sangre y luego de haber escuchado los gritos del joven.—Encárgate— Izan al escuchar la orden solo se limita a levantarla cabeza y ponerse en marcha hacia la habitación para tener que limpiar todo el piso que estaba manchado de sangre. Al dar la orden "N" se marcha y deja solo a Izan. 

Este, lo primero que hace es enrollar el demacrado cuerpo del chico en un saco viejo y sucio que consta de tres agujeros pequeños pero notables seguido de atarlo con la soga más fuerte que encontró en la mesa vieja que se encontraba detrás suyo. Pasadas dos horas Izan logra terminar de sacar la sangre que se había secado en el suelo, y al ser un piso viejo lleno de tierra era peor teniendo en cuenta que el mal olor seguía en el aire. Ya cansado de todo el trabajo que había realizado solo agarra y carga el cuerpo dentro del saco y sale de la habitación para dejarlo en algún río con la esperanza de que encontraran el cuerpo. Ya le hacía falta un poco de diversión.

CUANDO CAE LA OSCURIDADWhere stories live. Discover now