Amor a profundidades [katsudeku]

Capítulo 29: Bonita despedida.

Después de las múltiples felicitaciones que recibió en un lapso muy corto de tiempo, el ambiente comenzó a alegrarse gracias a una banda de jóvenes tritones que comenzaban con su acústica.

La banda tocaba todo tipo de canción, desde música para hacer algún tipo de 'karaoke' así como para bailar de forma libre y divertida.

Fue hasta que Denki, convencido de que le daría el mejor regalo a su Bro, se acercó hasta la pequeña banda y le susurro al vocalista haciendo que esté asintiera y reuniera a todo su grupo en una pequeña bolita, discutiendo y poniéndose de acuerdo.

Bastaron unos cuantos segundos para que la instrumental comenzará a sonar, el dulce y fuerte sonido de la trompeta comenzó con las primeras notas, dando inició a la primera canción lenta de la noche, _La vie en rose_.

Kaminari miro sonriente al rubio cenizo y al chico de ojos verdes, mostrando cuáles eran sus intenciones con la tonada.

Bakugou soltó un quejido en respuesta al rubio eléctrico antes de girar su cuerpo para quedar frente a frente con su tritón.

— ¿Te gustaría bailar? — extendió su mano hacia el chico con una ligera sonrisa y un casi perceptible rubor en sus mejillas.

El más bajo miraba sorprendido la mano frente a él, sabía que a katsuki no le gustaba demostrar muestras de afecto en público (y vaya que tenían demasiado); Pero al ver aquella extremidad tan cerca de él no pudo pensar en nada más que tomarla.

Las algas fluorescentes que alumbraban el lugar parecieron bajar su intensidad en el momento que Midoriya acepto la mano de su novio, haciendo que el ambiente se volviera uno más cálido y romántico.

Sus dedos se entrelazaron y sus miradas se encontraron, el mundo a su alrededor prácticamente desapareció.

Solo eran ellos dos.

Solo eran ellos dos y una canción romántica.

La otra mano del tritón se deslizo hasta posarse en la cintura del más pequeño, tomó la suave piel entre sus dedos y la apretó levemente.

Izuku se sonrojó ante la acción y trato de evadir la mirada del más alto, katsuki notó esto y sonrió.

— ¿Por qué estás tan nervioso, bebé? — preguntó guiando la mano del pecoso hasta su hombro — Estás así desde que llegamos, ¿Todo bien?.

El menor sonrió tímido tratando de evitar la mirada carmesí, su rostro ardía por la cercanía de su pareja.

— N-no ocurre nada, kacchan — Mintió.

Katsuki no era nada tonto, sabía que algo le pasaba a su bello tritoncito, era extrañó que estuviera tan callado y además evadiendo su mirada.

Sujeto la mano libre de su pareja y las elevó hasta la altura de sus hombros comenzando a dar un leve movimiento.

Sus cuerpos se movían de un lado a otro, siguiendo la pacífica instrumental de la canción, sus miradas se encontraron y sus corazones dieron un brinco.

Podían sentir su magia fluir entre sus cuerpos, la dulce calidez se deslizaba por cada rincón de su ser, dejando en ambos una grata sensación.

Sin duda, eran el complemento del otro.