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La suavidad de las manos de Taesan tensaban a Jaehyun, quien tembloroso trataba de actuar a medida que el pálido le ordenaba. Toques suaves y lentos rodeaban las zonas más erógenas de el mayor, haciéndolo estremecer y arquear su cuerpo, cuál gustoso aceptaba las estimulaciones ya recibidas. Los tenues jadeos de Jae sonaban con cautela por la grande habitación, los dedos ajenos golpeaban sin pudor el estrecho interior, causando chillidos y súplicas por piedad por parte de su amante.
Poco le interesó o nada, besando con lujuria el cuello de Jae, admirando la calidez de su piel, ( Un rasgo bastante atractivo para Taesan ) cuál devoró y mordió con suavidad la zona, cuál comenzaba a tornarse de color rojizo en las partes afectadas. Fue subiendo hasta encontrarse con los hinchados y rojos labios de su chico, el cual no pudo hacer nada antes de que los volviera a capturar. Mordiendo, lamiendo, succionando y besando, maltrataba sus lindos labios. Los dedos rompían su interior, haciéndolo delirar y chillar satisfecho por la abrumadora sensación.
Hundió su rostro contra el pálido cuello, sintiendo el suave aroma del perfume que lo hacía tratar de distraerse. Apretó sus labios, mordiendolos y maltratando más de lo que ya estaban, en un momento a otro las penetraciones pararon, causando un gemido insatisfecho por parte de Jae, quien confundido vio a el menor. El sonido del pantalón desabrochado causo un pequeño colapso mental en el chico.
Queriendo guardar silencio, puso la palma de su mano contra su boca, haciendo una mueca al sentir la humedad tocar la apretada cavidad. Abrumado comenzó a retener un agudo gemido, era lento pero llegaba a ser doloroso. Las manos ajenas comenzaron a bajar a su cintura, apretándola por encima de la tela de aquella camiseta de botones. Fue acostumbrándose mientras Taesan buscaba maneras de distraerlo, estimulando, masturbando y besando cada parte sensible de el contrario, encontrando puntos cuáles le servirían para muchas cosas.
- Está bien, cielo, puedes hacer el ruido que tú quieras.
Murmuró antes de que respondiera, callando a su amante con rápidas estocadas, haciendo que pequeños gemidos se fueran convirtiendo en gritos. Sus cuerpos se agitaban mientras cometían aquel acto, los dedos de Jae apretaban entre estos mechones de cabello, jalando con suavidad aunque apretando de desesperación. Su liberación llegaría pronto por lo que había tratado de aguantar lo más que podía, sus piernas temblaban mientras su cuerpo recibía espasmos, arqueando su espalda y mordiendo su lengua para retener sollozos aunque Taesan le hubiera mencionado que no lo hiciera.
Los choques y sucios sonidos comenzaron a ser más notorios, reteniendo el hecho de que Taesan torturaba a su novio con masturbación y estimulación en sus sensibles botones, sonriendo complaciente al ver las expresiones abrumadas de su acompañante.
- Oh no.. Jae, aún no voy a acabar.
Mencionó antes que el nombrado logrará acabar encima de su abdomen, ensuciando el traje y la corbata que el menor llevaba puesta. Sonrío satisfecho por la expresión cansada y confundida que le fue recibida, negando y besando su cuello antes de volver a comenzar.
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- Pff JAJAJ ¿Por qué estás tan cansado?
Preguntó Sungho, cuál apoyaba su brazo en el firme hombro de Leehan, cuál atento y sereno veía la cansada expresión de Jaehyun, cuál no respondió la pregunta sin antes sentarse otra vez en aquella silla giratoria y quejarse por el dolor en su pelvis y piernas.
Mencionó dando la excusa, cuál Sungho se creyó, pero Leehan no. Sin antes mencionar que los 2 habían visto mordidas en los hombros y cuello de Jaehyun, cuál había tratado de ocultar todo el tiempo de trabajo. Sin más tuvieron que hacerle caso, siguiendo sus tareas y bromeando entre ellos.
El día sería largo así que no podría quejarse de lo que había pasado en la noche anterior. Aunque más quisiera llamarle y reclamarle a Taesan, cuál se la pasaba normal con sus compañeros de trabajo y disfrutaba su mañana sin dolores y con paz.
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