Ya no brilla para ti..

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Spreen esa noche había dormido solo, Juan ni siquiera se molestó en regresar al santuario, spreen no sabía en dónde estaba, no le quería llamar ni mandar un mensaje, su ego no lo dejaba hacer tal cosa, después de todo en su cabeza estaba esa idea de "no me importa lo que haga o no" aún que muy en el fondo sabía que eso no era cierto.

Ni siquiera le pudo dar lo que le compró, pero estaba bien, estaba bien por qué tal vez no lo iba a poder perdonar con cosas materiales, después de todo solo son cosas materiales ¿No?

-Juan, al menos lo miraste?

-No, no quiero verlo ni en pintura.

-Tan siquiera le dejaste que te explicará?

-No...

-¿Por qué?

-¡Por qué!... Por qué tal vez sus palabras iban a doler más que cuando estaba enojado, por qué tengo miedo que al mirarlo a los ojos solo se burle de mi por que-

-Juan, tienes que dejar el pasado atrás, no te volverá a pasar lo que pasabas con rubí.

-¿Que dices Auron? Si el fue mi mejor esposa.

-¿Tu crees eso?

Juan solo recordó todo lo que vivió con ella, aveces no le prestaba mucha atención pero esque así era ella, tal vez solo estaba cansado o algo así.

-Si, si lo creo, y creo que no puede haber mejor persona que el.

-Tienes que prestarte a hablar, no te puedes hundir en tu propia represión.

-¡Y no lo hago! Sabes que estoy mucho mejor que antes.

-Pero claro que estás mejor que antes, pero puedes estar obligandote a regresar a lo mismo.

-Bueno y que quieres que haga? -Dijo mientras se cruzaba de brazos.

-Has lo que el Juan de antes no haría.

¿Lo que el Juan de antes no haría? Cómo iba a hacer eso? No sé suponía que el era el Juan de antes? No sé suponía que era la misma persona?

-Claro, iré a hacer eso -Dijo para después marcharse fingiendo que entendió.

-Suerte chico.

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-¡Pero que quieres que haga! El ni siquiera me importa.

-Amigo como mierda no te va a importar si gastaste mucho dinero en el.

-¡Eso no significa que me importe boludo!

Carre llevaba media hora hablando con el, y por más que le decía las cosas no entendía.

-Tu como lo vez a el?

-Lo veo como alguien miserable, lamentable, reprimido, estúpido, no es feo, tiene una sonrisa bonita... Brilla como el sol... Y..

-Amigo, no te podes negar a algo que sientes, por qué si seguís haciendo eso lo único que provocarás será que el brille y brille mucho, pero ya no para ti.

-Y eso en que me afectaría?

-Lo mejor que puedes pensar es ¿En qué le afectará a el? No te cierres, puedes hacer cosas nuevas, no solo estar en tu negocio 24 horas durante 7 días, tu mejor descanso hasta ahora es Juan, y es algo que tienes que aceptar, no podés ser tan boludo amigo, hay personas que valen más que el dinero y tan siquiera las valoramos, evita que ustedes dos sean solo dos extraños.

-Como sea wacho, gracias por eso, ya podés irte.

-Gracias amigo, ya estaba cansado.

Carre se retiró, alfin podía ser libre.

Spreen no sabía que hacer para que lo perdonará.

Tenía en claro quien si sabía que podía hacer.

-¿Hola? ¿Arroyit?

-¡Spreen! Que gusto hablar contigo, que se te ofrece querido amigó?

-Como hago para que alguien me perdone?

-Tu? ¿Preguntando eso? ¿Quien eres?

-Te juró que soy yo wacha.

-Es Juan ¿cierto?

-Si, wacha ¿Cómo le hago?

-Como veo que le compraste muchas cosas acomodalas.

-Dale un abrazo..

-llevale serenata

-Ordena la casa.

-Dale un beso.

-¿Que? Watafak amigo.

-Es el consejo que te puedo dar boludo, me tengo que ir.

Esos fueron todos los consejos que le dieron todos sus amigos, arroyit, betra, Carola y robleis.

Se dispuso a hacer solo lo que arroyit de dijo, las demás ideas eran un poco raras, en fin, hombres.

Solo quedaba esperar a que Juan llegará, y viera todo lo que hizo por el, tal vez lo perdonaría así?

Mientras tanto Juan caminaba por las calles, apenas estaba atardeciendo, no pensaba disculparse con spreen pero tampoco pensaba en dejar las cosas así.

En algun momento pensó en mejor no regresar y desaparecer por completo.

No haría eso, no abandonaría a puerco araña, aparte su santuario era lindo.

Llegó a las escaleras para subir a su santuario, se estaba arrepintiendo pero ya estaba hay, ya no podía echarse para atrás.

Subió las escaleras muy lentamente, juro que se tardó más de una hora.

Abrió la puerta, todo estaba en silencio, y todo estaba apagado, exepto por un rato de luz que provenía de la habitación.

Se fue acercando lentamente a aquella habitación, cada vez más Serca, aún así no escuchaba nada.

Abrió la puerta lentamente, no esperaba encontrarse con todo eso.

-¿Que mierda?...

El cuidado de un oso •Spruan•Where stories live. Discover now