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Capítulo 5. La salida.

Las cosas entre Ao'nung y Neteyam no mejoraban del todo. Había cierta tensión que podrías cortar hasta con un cuchillo de mantequilla. Los muchachos se juntaban regularmente a la hora del receso, hora de salida y antes de entrar a clases. Empezando una bonita amistad.

Ao'nung era el que a veces se les unía, ya que usualmente estaba con sus otros amigos. Los mismos que seguían hablando a espaldas de los Omaticaya. Aquellos chicos ya no los confrontaban cara a cara, pues no querían recibir otra golpiza, aunque no quisieran admitirlo.

En aquel periodo de tiempo, había intentado disculparse con los muchachos del bosque, pero simplemente no le salía, su orgullo hacía que terminara dando la vuelta cuando estaba por tocar el tema y terminaba diciendo cualquier otra cosa o alguna estupidez. Cosa que irritaba mucho al mayor de los Sully's. Neteyam era alguien paciente, era el mayor de 3 hermanos, claro que tenía paciencia. El único que lograba sacarlo de sus casillas era su hermano Lo'ak, pero Ao'nung se había agregado a la lista.

Rotxo finalmente estaba al tanto de la situación, tanto Tsireya como Ao'nung le contaron lo sucedido, ahora era más fácil comprender la tensión entre su mejor amigo y los chicos Omaticaya.

Pero él era persistente, tenía el presentimiento de que las cosas podrían terminar para bien. Así que entre él y Tsireya, fueron animando y aconsejando a Ao'nung para que se disculpara para variar. Les debía esa disculpa desde hace mucho y era la mejor forma de ya cerrar con ese círculo vicioso.

El problema era que Ao'nung era demasiado testarudo y orgulloso. Sumando el hecho de que se dejaba influenciar por las opiniones de los demás, especialmente por el grupo de idiotas que se hacían llamar "sus amigos". Rotxo sabía de sobra que su amigo quería disculparse, pero era demasiado skxáwng como para admitirlo.

–Bro, sé que es difícil decir "lo siento", pero la verdad no tienes alternativa–dijo Rotxo recargándose en los casilleros al lado de su amigo.

–En este punto ya no tiene caso–intentó convencerse el chico del arrecife. Rotxo rio sarcástico.

–¡Nah!, esa ni tú te la creíste. Además, según tú, dices que no te importa, pero luego estás ahí, arrepintiéndote después. Total, quien te entiende–se burló cruzando sus brazos. Ao'nung le lanzó una mirada llena de fastidio.

–Mira, la verdad tengo ganas de salir el fin de semana y quiero invitar a los Sully's, no conocen la ciudad y sería genial darles un recorrido en algún lado–Ao'nung levantó sus orejas con interés–Tú también estás invitado si quieres ir, ahí puedes disculparte. Creo que Tsireya y yo ya te dimos suficientes consejos de como hacerlo, aunque parece que esos consejos te los metes por el culo.

–¡Ya, está bien!–el muchacho frotó su frente con cierta frustración–Lo haré...–Rotxo le dio una palmada en la espalda.

–Así se habla, bro, ¡ya no te puedes echar para atrás!–lo señaló con su dedo índice. El na'vi del arrecife solo suspiro resignado.

El resto de los días pasaron con normalidad y el fin de semana había llegado. Habían acordado que se reunirán el sábado en "Foundry Pandora". Un enorme parque semi-urbano, con áreas verdes, pistas deportivas, ríos naturales que rodeaban el parque, puestos de comida y muchos tipos de entrenamientos. Contaba con una enorme pista de patinaje, renta de bicicletas, museos y recorridos turísticos. Sin duda lo podrían pasar bien ahí, además de que era uno de los primeros lugares que tienes que visitar si estabas en la capital.

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Aún faltaba para la hora citada, pero si querían llegar a tiempo, los Na'vi del arrecife debían de salir al menos una hora antes y optaron por usar los transportes públicos. Rotxo había ido antes a la casa de Ao'nung para irse los 3 juntos, vivían en el mismo distrito, así que prácticamente se la pasaba metido en casa de sus amigos la mayor parte del tiempo.