❛ 𝟬𝟯 ❜

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Foxy se encontraba preparándose para irse a un lugar, pero no a la guardería, sino a uno que recién conocería

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Foxy se encontraba preparándose para irse a un lugar, pero no a la guardería, sino a uno que recién conocería.

Era un domingo por la mañana y no tenía nada que hacer. La guardería estaba cerrada y no habría cachorros de que cuidar. ¿Pero por qué Foxy se estaba preparando para irse a algún lugar si no tiene "nada que hacer"?

Resulta que Doggy, el padre de Danielle, ayer le pidió que la vaya a cuidar a su casa que él estaría en una misión importante. Los domingos eran los días libres de Doggy, pero lamentablemente ese día lo llamaron de urgencia, por lo que no tuvo más remedio que pedir una pequeña ayuda.

Foxy al escuchar aquello casi se muere de la emoción, aunque de puro milagro estaba vivo y listo para cuidar a la pequeña Danielle. No pensaría que la relación que tenía con Doggy sería a tal punto que lo haya mandado a cuidar de su cachorra. Era realmente afortunado de ser omega y tener toda la confianza del moreno.

Al ya estar listo, agarró las llaves de su departamento y se fue de su hogar. Tuvo que tomar un bus debido a que la casa de Doggy era algo lejos de la suya, pero no le molestaba en absoluto.

Cuanto menos se lo esperaba, ya estaba al frente de la casa de los German. Esta estaba situada en la ciudad de Lucella y era una mediana pero bonita casa. Muy agradable a decir verdad. Este solo suspiró y fue hacía el timbre para luego tocarlo. En cuestión de segundos fue atendido por el mayor, quien sonrió de oreja a oreja al ver al menor.

- ¡Foxy, que gusto verte!- saludó con mucha energía, dándole permiso al omega para pasar a su morada.

Foxy veía que por dentro era más grande de lo que creía. Asombrado, vió cada detalle del lugar. Quería vivir allí para siempre. Pero eso no era todo, el lugar estaba infestado por el aroma del alfa. Era algo obvio, puesto a que quería que su hija estuviese lo más cómoda posible con el aroma. Además de también oler un poco de leche por el aire.

- Danielle está en su habitación, la cual también es la mía pero no importa. La habitación está en el piso de arriba en la primera puerta de la izquierda. ¿Queda claro?- dijo mientras se preparaba para ir a trabajar.

Foxy solo asintió con su cabeza y miró hacía las escaleras. Pero, en un movimiento inesperado, el perro se acercó a él para darle un cálido beso en su mejilla, sonrojando hasta las orejas al omega.

- Oh, y no te olvides de que hay un poco de papilla en la heladera, al igual que biberones preparados. ¡Nos vemos luego!- se despidió para luego encerrar la puerta con la llave.

Doggy dejó a un pobre Foxy parado en la sala todo sonrojado y sin poder decir ni una sola palabra. Su mente estaba en blanco y sus ganas de gritar eran inmensas. Pero el zorro se pudo tranquilizar y fue hacía la habitación del alfa.

Al entrar, el aroma a chocolate amargo era muchísimo más potente que en toda la casa, haciendo que el otro casi se desmayé por aquello. Pero pudo pararse firme e ir por la cuna, que es donde estaba la cachorra.

𖤘 𝙈𝙤𝙢𝙢𝙮! // Piggy (DxF)Kde žijí příběhy. Začni objevovat