Capítulo V: Entre las mantas

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Mi cuerpo dolía con cada paso que daba, pero aun así mantuve la compostura, aunque sentía que el color de mi rostro se desvanecía. La doncella a mi lado se mantuvo en silencio durante el camino de regreso al Hougong y cuando llegamos a la residencia hizo una reverencia y se fue.

Cuando entre A-Zhan estaba sentado frente a una mesa baja y dormía apoyado en su mano, parecía una posición incómoda. A su lado estaba un pergamino sin abrir con el sello de Gusu en medio, entonces un pequeño peso sobre mis hombros se esfumó cual humo.

Aún no había salido el sol, así que era de esperar que Xiao Tian todavía no estuviera ahí, así que me acerqué a A-Zhan y acaricie con cuidado su espalda y su rostro; me había esperado tanto como pudo.

—Didi, Didi —sacudí un poco su hombro y su dorada mirada se fijó en mi con somnolencia.

Se acercó a mí y me abrazo sin fuerza, se restregó contra mi cuello y yo correspondía su abrazo tanto como el dolor de mi cuerpo me lo permitía.

—Es hora de dormir, Didi —A-Zhan seguía envuelto en la bruma del sueño, pero asintió e hizo un sonido en afirmación.

Lo ayudé a levantarse hasta nuestros aposentos y lo recosté en su cama, lo cubrí con una manta y cuando cerró sus ojos salí de la habitación.

Preparé un baño caliente para mí y traté de ignorar el escozor que sentía cada vez que el agua o el jabón entraban en contacto con mi piel; me sentía tan sucio y vulnerable, mis ojos empezaron a arder, así que dejé que mis lágrimas se precipitaran por mi rostro y contuve mis sollozos para no despertar a A-Zhan.

Frotaba mi piel hasta dejarla roja porque quería deshacerme de la suciedad que sentía en cada una de sus mordidas o besos. Me sentía asqueado de mí mismo. Mi cola había sido tirada sin compasión al igual que mis orejas y dolían; aún podía escuchar las indecorosas palabras que me decía al oído y su risa que provocaba que mi piel se erizará.

Me coloqué una túnica interior y unos pantalones antes de volver a los aposentos, A-Zhan seguía durmiendo por suerte. Me recosté en mi cama y me dormí con más facilidad de la esperada.

Cuando me desperté parecía ser más de mediodía y A-Zhan estaba a mi lado, su expresión parecía dolida

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Cuando me desperté parecía ser más de mediodía y A-Zhan estaba a mi lado, su expresión parecía dolida.

—Ge. Necesito que te quites la túnica para ungir tus heridas —ah, así que eso era. No me sentía avergonzado de mi cuerpo, pero era un poco doloroso quitarme la túnica.

Cuando me la quité escuché una respiración profunda de A-Zhan, pero no me moví, mantuve una postura recta y A-Zhan empezó a aplicar el ungüento medicinal, algunas veces tenía que fruncir el ceño ante el escozor, aunque no me queje en voz alta.

A-Zhan rozó ligeramente mi cola y no pude evitar el estremecimiento de dolor que atravesó mi cuerpo y si A-Zhan lo noto prefirió no decir nada.

Cuando Didi termino me coloque de nuevo la túnica interior y ambos salimos de nuestros aposentos. En una mesa baja estaba esperando nuestra comida y antes de saborearla empecé a olfatearla, aunque ninguno de los platillos tenía un olor amargo a veneno, así que ambos comenzamos a comer en silencio.

The pain behind an empire [Lan XiChen/Lan WangJi]Where stories live. Discover now