Que aunque él no lo admite, Natella es su punto débil.


























La joven rubia después de finalizar la llamada, se dirigió a pasa lento hacia la camioneta que la esperaba afuera del aeropuerto.

Portando un traje blanco, que a cada momento resaltaba las sorprendentes curvas que ella poseía.

Al llegar frente a su transporte, un hombre, de no más de 26 años, la esperaba atento como si observará una pieza de arte delicada para luego posteriormente, inclinarse en forma de saludo frente a la mujer y proceder a abrirle la puerta del copiloto.

Natella al ver ese respeto, no pudo evitar mirar de forma intensa al muchacho apuesto, y para finalmente subir al auto.
























El trayecto fue ligeramente largo y acompañado de un agradable silencio, para las dos personas que se encontraban dentro de la camioneta.

Era como si el joven estuviera atento a cualquier orden y esperando recibir una de parte de la rubia en los próximos momentos.

Hasta que la protagonista decidió terminar con el silencio. --- Mucho gusto, me llamó Natella y tengo mucha curiosidad de saber tu nombre. --- Le habló causando que el contrario se ponga un poco nervioso y de manera rápida contestará, con un tono calmado. --- Disculpe las molestias mi señorita, mi nombre es Hideki y yo seré el responsable de su transporte, usted solo debe llamarme y la llevaré a donde necesite. --- Finalizó su presentación con una gesto educado hacia la bella dama que se encontraba a su lado.

--- Me alegra oír eso Hideki, no estoy acostumbrada al entorno frío de aquí, pero se que tú me podrás ayudar. --- Le da una sonrisa tranquila para luego fijarse en el camino, percatándose de que al joven se le habían puesto las mejillas de un ligero color rosa. Pero no le tomó importancia.

































Después de unos quince minutos, llegaron a la casa de la ojiazul.

La zona en la que residía era privada y no tendría problema con los intrusos, aunque dudaba mucho de eso.

A la mujer que Hideki, no pudo dejar de observar durante todo el trayecto en auto, podía sentir a flor de piel el aura intimidante  y sensual que aquella rubia desbordaba.

Con tan solo 16 años de edad, ella para todo el público es realmente preciosa y cautivadora. Una víbora con una dulce sonrisa, ojos brillantes de color celeste con tonos aún más claros.

Para muchos con solo estar cerca de Natella, se sentían intimidados ante ella.



































El primero en bajar del auto fue el joven y de forma automática, se dirigió a abrir la puerta de el lado del auto en donde se encontraba la rubia.

--- Gracias Hideki . --- Natella le dio una pequeña sonrisa al joven, no siendo consciente del pequeño rubor en las mejillas del hombre.

--- Es un placer servirle , mi señorita. --- Desvío la mirada de los bonitos ojos de la rubia.


Natella lo observó un poco, para luego acercarse al muchacho y acomodar su corbata ligeramente mal acomodada.

--- Entonces la próxima vez, llévame a un lugar para comer.  --- Salió de los labios rosados de la joven, comenzando a caminar con su maleta en mano y dejando atrás a un nervioso muchacho.
























--- Al fin sola . --- murmuró feliz Natella, ya que en este momento la rubia solo tenía puesto una gran remera que le llegaba un poco abajo de sus muslos y con un pequeño short de color negro.

--- ¿Qué se supone que haga durante este tiempo libre?. --- Pensó la joven aburrida . --- Aunque puede darme un paseo por toda la ciudad y conocer a un japonés dispuesto a todo. ---

Natella después de ese pensamiento se dirigió a darse una ducha, al cabo de unos minutos la bonita joven salió dispuesta a elegir su ropa.

Ella tiene puesto una blusa blanca con rayas pegado al cuerpo con una linda falda negra con dos dedos antes de su rodillas.




























Ufff pero que sensualidad está mujer.








.... Sigamos.




























La extranjera estaba muy curiosa por todo, aunque no es su primera vez en otros países gracias a su trabajo y conocidos, pero eso no causaba que ella dejara de sentir curiosidad por todo.

Y más cuando paso muchos momentos interesantes en todos sus viajes.

La gente alrededor de Natella solo la podía observar hipnotizado, ya que no era algo común ver a una hermosa muchacha de rasgos exóticos que a simple vista se puede decir que "Es extranjera".












Nuestra protagonista se dedico a caminar de calle a calle, esperando que algo le llame la atención para entretenerse por esta tarde.




Aunque no era un secreto para todos los conocidos de Natella, ella es una persona extrovertida y con la habilidad especial de llevarse bien con cualquier persona. Ese es el encanto natural de la rubia, tener sangre latina la hacia ser muy sociable y amiguera.

























Alrededor de una hora, la joven encontró un lugar que le llamó la atención.

Y que mejor que una tienda de motos, no lo creen?.

Aunque dicha tienda se veía que tenía mucha clientela, eso causó que la rubia pensara en algún tipo de lugar para pandillas.

Aquello causó que un pequeña sonrisa se formará en sus labios carnosos y tenga más ganas de entrar a dicha tienda.















































...




   ○• UN AMOR DISFRAZADO •○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora