𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐃𝐢𝐞𝐳

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—¿Padre?— cuestiona ella mientras se acerca un poco más hacía donde estaba él —¿Todo bien?

Pennel nota como el duque parpadea dos veces, como si no creyera lo que estaba viendo, e incluso el mayordomo aun estaba aturdido por la bella dama. 

—Lo siento Penélope, me quede pensando en una cosa— se excusa de manera tonta y equivoca —Como te decía, el es Eclipse y estará entrenando para volverse tu guardia 

Penélope y Penell miran hacía donde señala el duque. Ahí había un joven tan alto como Reynold y Derrick, su cabello era de color arena oscura y sus ojos eran de un suave color gris oscuro, se le podían ver unas suaves cicatrices, llevaba ropas sencillas y miraba a todos de manera analítica. Penélope se acerca a él, en una de sus manos esta un abanico, estudia al joven hasta que finalmente le sonríe tímidamente.

—Hola Eclipse, me llamó Penélope Eckhart, espero que cuides bien de mi— sonrío ella

El duque no creía lo que veía, estaba más que claro que ella mostraba ese lado a pocas personas y él no estaba en esa lista. 

—Será un placer señorita— dice él de manera dócil 

El duque le da unas cuantas explicaciones a los dos, quienes le escuchan con atención, para que finalmente los dos vayan hacía la puerta donde el joven Eclipse le dio el paso a Penélope, quien le dedico otra sonrisa y se despidió de él. 

—Pennel— llamó el duque a su mayordomo —Vigila a Penélope y cuando sea la hora, avísame para ver a esos jóvenes

—Si su excelencia— asiente el anciano 

Ninguno nota la atmosfera, ninguno acepta que la dama se había puesto muy hermosa para dos simples plebeyos que nunca estarían a su nivel. Oh, si tan solo vieran a los invitados, en su momentos se irían de espaldas. 

Callisto había pedido desayunar con sus invitados, pero la reina había tenido la misma idea y ahora estaban todos reunidos en el gran comedor que había en el palacio

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Callisto había pedido desayunar con sus invitados, pero la reina había tenido la misma idea y ahora estaban todos reunidos en el gran comedor que había en el palacio. Sentado en la mesa, puede observar fácilmente a los demás. 

Su majestad el emperador estaba en la cabecera, mientras que él estaba a su lado, de su lado derecho estaba el príncipe escondido Anastacius, seguido estaba el duque Robane, y el duque Alpheus, frente de él, estaba la reina, seguida del idiota de su hermanito, después el joven Alpheus y Lucas el gran mago. 

La comida era deliciosa, de eso no había duda.

—Príncipe heredero, ¿Cómo van los planes para la competencia de caza?— cuestiona el emperador 

—Va bien su majestad, el vizconde es un buen organizador, de hecho muchas casas han estado alabando el ingenió del vizconde— expresa tranquilo Callisto, el instinto asesino que siempre tiene, se mantiene calmado con los Obelianos cerca de él

—¿De verdad?— cuestiona burlonamente la reina, haciendo que los ojos de Anastacius pasen a la dama —No sabía que un simple vizconde puede desarrollar algo así tan complicado 

𝐓𝐨𝐦𝐚 𝐌𝐢 𝐌𝐚𝐧𝐨 «𝐏𝐞𝐧𝐞𝐥𝐨𝐩𝐞 𝐄𝐜𝐤𝐡𝐚𝐫𝐭»Kde žijí příběhy. Začni objevovat