—¿Ahora qué pasó, Deanlincuente? —tallé mis ojos, esa costumbre de hablarme por la ventana en vez de enviarme un mensaje de buenas noches comenzaba a aturdirme.
—¿Recuerdas que hace unos días terminé de pintar un cuadro de Wifi?
—Ajá.
—¡Fue seleccionaba para una exposición en un museo!
Me hizo parpadear dos veces, de pronto se esfumó el sueño.
—¿Estás bromeando? —no podía creerlo.
—No, ¡Wifi será famosa!
—Será una obra de arte, querrás decir.
Dean negó con la cabeza con una enorme sonrisa, parecía realmente entusiasmado y se apresuró a decir:
—Esto es solo el comienzo, después de revisar el cuadro pelo por pelo, dijeron que era una gatita realmente hermosa. Preguntaron si existía o solo era parte de mi imaginación, y adivina, una señora se interesó y quería quedarse con ella.
—Dime que no vendiste a wifi, dime que no lo hiciste...—comencé a hiperventilar por tal idea.
—Cómo crees, sabes que soy de la idea adopta, no compres. Pero...
—Pero...—lo interrumpí con temor a que haya concretado una tontería.
—La señora quería una sesión de fotos profesionales para Wifi—se encogió de hombros—, y le dije que sí.
Suspiré aliviada, unas fotos no hacían daño a nadie.
—Está bien, pero debes consultarme antes de tomarme una decisión, Dean. ¿Cuándo será la sesión?
—Ya fue.
—¡¿YA QUÉ!?
—Actualízate, la carrera de Wifi va despegando y ahora le ofrecieron hacer un casting para un comercial de comida para gatos. Más adelante, firmará una película, lo sé, es una actriz de primera clase.
Toda la información era muy difícil de procesar. Pero recordando todo lo que ya había hecho Wi-Fi desde que la conocí, como fingir su muerte, fingir estar embarazada y demás. Nada era imposible.
—¿¡Y dónde estaba yo cuando todo esto pasó!?
—Dormida—dijo con una sonrisa traviesa—, ah, y castigada.
—Pero no son motivos suficientes para hacer tratos sin mi consentimiento, ¡me estás robando a mi gata!
—Solo la tomé prestada, Wifi es feliz frente a los reflectores.
Achiqué los ojos, en forma de disgusto. Y entonces Dean me enseñó por la ventana a Wifi, tenía unas gafas de oscuras y un sombrero de sol. No parecía incómoda, al contrario, se veía que lo disfrutaba como divina.
Dean relató cómo se comportó Wifi durante la sesión de fotos, admitió que en un momento se sofocó, pero al recibir atún fresco, sombrilla, y a Dean como su esclavo dándole ventilación manual como si estuviese en Hawaii, la tranquilizó mucho.
Todo parecía irreal, como una película o serie de comedia. Pero enamorarse de Dean se sentía así todos los días, no estaba acostumbrada a que el mundo brillara tanto desde que él apareció en mi vida.
Si yo me molestaba, él siempre buscaba la manera de solucionar las cosas con risas imparables, risas que no podía suprimir por más que lo intentara. Él y Wifi eran un equipo, y yo sola no podía contra ellos. Tenía que unírmeles.
Entonces suspiré y acepté el destino. Dean había reservado dos días fuera del pueblo, iríamos a la ciudad al periodo de casting, y tendríamos un viaje por carretera.
Pensaba en dos posibles problemas en su elaborado plan: ¿Quién manejaría?, Dean era pésimo para conducir. Y el verdadero y principal conflicto eran mis padres, seguía castigada y dudaba mucho que Dean los convenciera de dejarme salir un fin de semana a solas con él, si a duras penas dejaban que Dean subiera a mi habitación, aún con la puerta abierta.
Pero como buena novia que soy, decidí no gastar mis energías en discutir. Además, no quería lastimar el corazón de pollo de mi novio.
—Necesito programar cinco alarmas para levantarme temprano, quiero ser de los primeros en la fila del casting—finalizó, con mucho entusiasmo.
Intenta dormir temprano, será más efectivo—sugerí.
—¿Y perderme la noche de estrellas contigo? —resopló—. Ni loco.
Era verdad, había olvidado nuestros planes de visitarnos al anochecer para mirar las estrellas en la terraza.
—Puedo hacerte piojito y dormirás enseguida.
—Bien, pero solo si me dejas recargarme en tu pecho.
Asentí. La última vez que subimos a la terraza nos habíamos besado hasta dolernos los labios, y quizás a Dean le dolían también las piernas, por sentarme arriba de él. De tan solo pensarlo, el rubor volvió a subir a mis mejillas.
—Entonces te veo arriba—dije, acalorada.
Dean dijo que sí con los ojos entrecerrados, con el cuerpo agitado y con urgencia en sus labios. Ver a Dean tan atolondrado por mis besos era una locura.
Ojalá todo hubiese concluido como pensamos, pero mi madre me descubrió subiendo a la terraza, y entonces el plan fracasó. El castigó aunmentó, así menos me iban a dejar salir a solas con Dean.
Y solo quedaba una forma para llegar al casting del día siguiente: Escaparme con mi novio.
Por supuesto, me tenía que sacrificar por Wifi.
Todo por Wifi, ¿verdad?
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N/A: Holaaaaaaaa, es un capítulo cortito y sencillo. Pero quería subirlo por celebración de 10 de Junio (cumpleaños DeaNicole). Mis niños están de fiesta, feliciténloooooos o ya no subo más capítulos.
Okno, no tan así, pero si celebren conmigo jajaja.
Por supuesto, es un borrador apresurado, el siguiente capítulo que se viene será entretenido, ¿Alguien quiere saber lo que pasará en el viaje? ¿En el casting? ¿Con Wifi? ¿Con los padres? ¿Con todos las aventuras que se vienen?
Nos vemos en una eternidad, muchas gracias por conservar esta historia en su biblioteca. ♡♥
Descripción de Wifi en este capítulo:
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