➤ 𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞.

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Birmingham,
Inglaterra, 1919.

LAS SEMANAS HABÍAN TRANSCURRIDO y Billy Kimber estaba satisfecho del trabajo de los Peaky Blinders. El dinero robado por los Lee fue recuperado gracias a su ayuda y estaba contento con ello, por lo tanto, le concedió el deseo a Tommy dándole el permiso de apuestas legal.
Los Shelby estaban alegres. El negocio iba tomando buen rumbo dentro del ámbito legal, que era justo lo que Tommy quería. Y ahora con el permiso de Billy Kimber estaban asegurados.

Pero la guerra con los Lee seguía.

John había convocado a su familia al Garrinson para hablar sobre algo que Tommy, cómo siempre, le sacaría provecho.

Polly junto a sus sobrinos entró a la reducida habitación que la familia utilizaba para reuniones. Arthur se encontraba sentado al igual que John y en la mesa como siempre había whisky.
Las dos mujeres se sentaron y Shayne prendió un cigarro lista para escucharlo. El castaño comenzó a hablar acerca de cómo las cosas habían cambiado desde que Marta había fallecido y de lo mucho que sus hijos lo enloquecían. No era fácil para un gángster.

El motivo por lo que los Shelby se encontraban allí era simple; John quería casarse. Sus hijos lo abrumaban y a veces ni siquiera tenía tiempo para ellos, necesitaba una mujer que se encargase de ellos.

Shayne de vez en cuando ayudaba a John siendo la niñera momentánea de sus hijos, pero su hermana no estaría para siempre, sumando que los niños podrían llegar a ser un dolor de cabeza. También tomando en cuenta de que la pelinegra en algún momento iba a casarse y seguramente formaría una familia que le quitaría tiempo. Y eso era lo que Johnny necesitaba; tiempo.

Casarse sería una buena idea y la familia Shelby ansiaba una boda al estilo gitano, pero también ansiaban saber quién era la persona con la que el castaño quería casarse.

John nombró a Lizzie Stark, una ex-prostituta que al parecer había quedado enamorada por los encantos del Shelby y a causa de eso, renunciaría a su pasado.

Polly lanzó una sonora carcajada. Arthur y Tommy se miraron entre ellos con una sonrisa que a Shayne no le agradó.

— Pues, a mí me parece una buena mujer. — la Shelby menor comentó mientras tomaba uno de los vasos servidos de whisky.

John sintió alivio al ver que alguien estaba de acuerdo con él. De toda su familia, Shayne era la única que lo apoyaba incondicionalmente.
Pero como todos sabían, Tommy era quién mandaba. Era quién daba las órdenes y nadie podría contradecirlo, ni siquiera Arthur, su hermano mayor. Entonces eran dos hermanos contra toda la familia, era evidente que su opinión no serviría de nada.

Tanto la matriarca como Tommy y Arthur creían que era imposible que Lizzie, la prostituta, haya renunciado a su pasado.
Tommy decidió ponerla a prueba el mismo día.

Al encontrarla por la calle y con su canasta de compra, la invitó a subirse al auto donde empezaría a hablar con ella hasta llegar a una propuesta que la haría dudar en si de verdad ella podría renunciar a su pasado por John.

Lizzie necesitaba dinero y Tommy se lo estaba ofreciendo a cambio de su servicio, el cuál todo Small Heath sabía en qué consistía.
Su tentación por obtener ese dinero la llevó a tener una decisión errónea que desplomaría todo el ensueño de casarse con John.
Después de unas palabras de Tommy, la mujer bajó enfurecida tomando su canasto con la compra para desaparecer por las calles de la ciudad.

[...]

John limpiaba el auto de su hermano entusiasmado mientras imaginaba una cita ideal con Lizzie. Todo parecía ir bien, el auto se veía reluciente y ya tenía preparado un picnic con aquella mujer que lo tenía tan enamorado, pero lo que él desconocía completamente era que su ilusión se iría con unas simples palabras de Thomas.

𝗟𝗔 𝗢𝗧𝗥𝗔 𝗠𝗨𝗝𝗘𝗥 ━ 𝗉𝖾𝖺𝗄𝗒 𝖻𝗅𝗂𝗇𝖽𝖾𝗋𝗌.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα