➤ 𝐃𝐨𝐬.

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Birmingham,
Inglaterra, 1915.

POLLY DESPERTÓ A SU SOBRINA junto a Finn y Ada mientras le cantaban "feliz cumpleaños". La matriarca se había esforzado y le había horneado un pastel de cumpleaños para la joven que cumplía hoy sus tan esperados 15 años. Shayne estaba algo contenta por aquél esfuerzo de su tía en alegrarle el día, a pesar de que ella ya no era del todo feliz, desde el día que Tommy y sus hermanos se habían marchado, Shayne no era feliz.

Su hermano Finn ahora era quién le conseguía libros para leer, él iba a la escuela y de lo que aprendía, se lo enseñaba a su hermana. Shayne estaba agradecida por ese esfuerzo de su hermano.

La mañana en su casa fue bastante aburrida cómo siempre solía ser, Shayne limpiaba junto a Polly y eso era realmente agotador. Incluso el día de su cumpleaños se dedicó a limpiar para mantener su mente despejada y tratar de olvidarse aunque sea un segundo de que sus hermanos estaban en la guerra.

— Cariño, no tienes que limpiar. Disfruta de tu día hoy. — Pol le acarició el pelo a su sobrina. La ojiverde estaba agotada emocionalmente, fue algo desgarrador para ella, no podía simplemente olvidarse de que hace ya más de un año sus hermanos no estaban en su casa bromeando con ellos y le afligía.

— Debo distraerme, Polly. — simplemente respondió.

— Entonces, ve a buscar a tu hermano a la escuela y pasen a comprar algo de jamón y pan, haré unos sándwiches.

Shayne asintió, tomando el canasto y su sombrero, junto a los chelines que la tía Polly le había entregado. La escuela quedaba a unos 15 minutos caminando, por lo cual, apretó sus botas y su abrigo contra su cuerpo, encaminándose a la misma.
El frío le quemaba las manos y le hacía doler los pies, pero realmente necesitaba mantenerse ocupada, no le importaba si tenía que ir a buscar a Finn al centro de la ciudad en pleno invierno. Quería mantenerse activa porque era la única forma en la que olvidaba aquel hecho trágico.

Al llegar a la escuela, se sentó en un banco de madera a esperar a Finn. El reloj que estaba en la puerta indicaba que faltaban 2 minutos y las clases acabarían.

Shayne puso la canasta a un costado suyo mientras miraba por la ventana, había una clase siendo dada y notó que su hermano pequeño estaba allí, anotando cosas en su libreta. Pero pronto la campana sonó y los niños comenzaron a guardar sus cosas dentro de sus mochilas.

Mientras la chica esperaba que su hermano saliera por la puerta principal, una manada de chicos aparentemente de la misma edad que ella salieron disparatados. Cruzó miradas con uno de ellos, un chico de ojos verdosos y el cabello ligeramente ondulado la analizó de pies a cabeza para después brindarle una sonrisa amplia.

Hipnotizada, Shayne le devolvió la sonrisa hasta que el chico desapareció y salió de su mundo, notando que su hermano menos corría hacia ella.

— Hoy aprendimos muchas cosas nuevas, Shayne. — comentó el hermano. — ¡Aprendimos a sumar, a restar, a multiplicar y dividir! Creo que es algo complicado pero se me hará fácil de entender y luego se los explicaré a ti y a Isaiah.

— Tómate tu tiempo. — respondió su hermana. Finn realmente quería ayudarla, él sabía que necesitaba un futuro, ¿y qué mejor que él aportara en eso? — Debemos pasar por la tienda, Polly necesita pan y jamón. Hará sándwiches.

En la tienda, Finn fue a pedir el jamón y Shayne a elegir el pan pero no imaginó cruzarse con el mismo chico de la escuela.
El castaño acompañaba a su mamá en la tienda, pero se acercó a la chica para presentarse, estaba interesado en ella y ni siquiera sabía su nombre. Aprovecharía ésta oportunidad para acercarse a ella sin pensarlo.

𝗟𝗔 𝗢𝗧𝗥𝗔 𝗠𝗨𝗝𝗘𝗥 ━ 𝗉𝖾𝖺𝗄𝗒 𝖻𝗅𝗂𝗇𝖽𝖾𝗋𝗌.Where stories live. Discover now