19. Huida

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-Hogwarts debe de anteponer a los alumnos a intentar retirar los explosivos-ordenaba McGonagall-. Desalojen todo el colegio antes de lo peor.

El resto del profesorado rápido acató las órdenes de la directora McGonagall y evacuaron el gran castillo de Hogwarts, dejando todo el colegio completa y absolutamente vacío ante el peligro de unos explosivos haciendo saltar el colegio.

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Contador: 6:00:00

Oskar y Millie se intentaban abrir paso entre la maleza del oscuro Bosque Prohibido, el cual estaba sumido en una densa niebla gris que dificultaba mucho la vista y por tanto el avanzar. Tras un buen rato corriendo hacia el corazón del bosque, Millie y Oskar se toparon con un arroyo. Millie lo saltó con gracia y dio por hecho que Oskar lo había visto, así que no dijo nada. 

Por otro lado, Oskar no se había dado cuenta del arroyo que tenía en frente, por lo que tropezó y cayó de bruces al agua. Millie se detuvo y se empezó a reír a carcajadas de una manera innecesariamente cruel y descarada de la estrepitosa caída de Oskar.

-¡Ja, ja! ¡Menudo pringao, y encima literalmente! ¡Estás empapado! -se mofó ella.

- ¿No me digas, Millie?- le reprochó con tono sarcástico Oskar mientras se levantaba del arroyo al que había caído.

-¡No te quejes tanto!- exigió Millie a la vez le hacía un gesto para que siguiera hacia adelante-. Además, queda media hora para llegar a nuestro destino, ya te puedes espabilar.

-Eres una mandona. No deberías hablarme así- la replicó Oskar con la voz un tanto furiosa, se estaba empezando a enfadar con Millie y su necesidad de controlarle.

-Bla, bla, bla... Hablas mucho ¿eh?- le interrumpió Millie, quien estaba incluso más molesta que él-. ¡Pero avanzas poco!- finalmente exclamó a grito pelado, dejando que Oskar notara lo irritada que se sentía en ese momento.

-Tres cositas: recuerda que tus papis contaron conmigo para esta misión para que cuidara de... ti.- sentenció con  firmeza- Y segundo,  voy al ritmo que me sale de la punta del nabo...

Contador: 5:56:27

 -Sí, muy bien, pero vas a paso de tortuga- interrumpió otra vez Millie a la vez que aceleraba el paso, todo con el afán de que Oskar también lo hiciese. Él rápidamente pilló la indirecta (que iba demasiado directa) y cogió carrerilla para empezar a correr como un loco por el bosque-. ¡OSKAR, OSKAAAAAAAAAR! -él paró en seco y se giró.

-Y tercero, pero no menos importante, no debes gritar en un bosque, sobre todo cuando huyes. No es muy... Sensato. -reprochó Oskar en tono burlón, claramente mofándose de ella, lo cual la irritó incluso más si es que eso era posible -¿Qué pasa?- contestó finalmente con la voz fastidiada.

-Pues que ya estamos aquí- contestó Millie actuando extremada y deliberadamente borde con Oskar-. Ya estamos, no, estoy.- Millie volvió a chillar-. Porque te has alejado por lo menos 10 metros por tus carrerillas. -Millie hizo especial hincapié en la palabra "tú" para resaltar el error de Oskar.

- Ya gritas otra vez, niñita- la interrumpió Oskar, ligeramente ofendido por el innecesario resalto de Millie.

-¡No oses llamarme así! -espetó Millie ofendida- ¡Ah!  No metas al señor Rizzi y a la señora Solheim en nuestras disputas -ella le amenazaba con la varita.

- No disimules, son tus padres- aclaró Oskar- ¿Verdad, Millie Blanca Rizzi-Solheim? ¿Cierto?

-Calla, Oskar Bauer y comienza a trabajar un poco, ¿te parece?- concluyó Millie con una amplia sonrisa. Ella bajó la varita mágica. 

El legado maldito pt. 2Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum