Polluelos / ASL ONE PIECE FANFIC

WENDY DARLING

"¡Me encanta! ¡Incluso tiene un lazo en el medio!" Wendy exclamó felizmente.

"Entonces...¡necesitarás los zapatos perfectos!" Stella declaró, levantando el puño con determinación.

Su determinación por encontrar el par ideal era tan intensa que examinó cuidadosamente cada zapato que pudo encontrar, dejando a Wendy esperando impacientemente.

"¡Ah, míralos, Wendy! ¿Acaso, no son hermosos?" Stella presentó a Wendy un par de zapatos azul pastel de punta redonda con tacones altos y lazos. Eran tan simples y bonitos como su vestido.

Los ojos de Wendy se iluminaron como estrellas en la noche, brillando intensamente a pesar de su aparente pequeño tamaño.

"¡Combinan perfectamente con el vestido! Ahora que eso está resuelto, cambiemos esa peluca. ¡Probaremos algo diferente!" Stella exclamó, mientras buscaba una peluca que complementara el atuendo elegido.

Wendy se acercó al espejo cercano, para quitarse aquélla peluca castaña que cubria su ahora notable cabello negro.

"¡Ya volví ! Antes de ponerte la nueva peluca, ¡vamos a retocar tu maquillaje!" Stella proclamó, llevando a Wendy a su tocador.

"Cierra los ojos, cariño." Stella limpió suavemente el maquillaje del rostro de Wendy, revelando su tez natural.

"Ahora, quitemos esos lentes de contacto. Los pondremos de nuevo una vez que terminemos." sugirió Stella. Wendy asintió, aliviada de finalmente quitarse los lentes de contacto verdes y revelar sus hermosos ojos negros.

Sabo se quedó congelado, su corazón se saltó un latido al contemplar la escena enfrente suya. Aquella niña desconocida ahora reflejaba la viva imagen de su madre adoptiva.

"Es una lástima que no puedas salir así, te ves aún más hermosa." dijo Stella con cierta decepción.

"Bueno, no hay nada que podamos hacer. ¡Prepárate!" Stella rápidamente se compuso y retomó sus tareas. Estaba decidida a transformar a la niña ante ella en una joven estrella que pudiera cautivar a todos, encarnando la dulce y fuerte personalidad de Wendy Darling.

"¡Prescott, prepara todo para nuestra partida!" Stella llamó, y Prescott se apresuró a preparar el carruaje.

"¡Vamos, cariño! ¡Es hora de mostrarle a todos cómo brillas!" Stella le presentó a Wendy su aspecto final, con gran emoción.

"¡Stella! ¡Wendy! ¡El carruaje está listo!" Las dos damas se dirigieron hacia el magnífico carruaje ante el llamado de Prescott.

Sabo pronto las siguió, dándose cuenta de que esto también se había vuelto personal para él.

"¡Wendy, hemos llegado!" El carruaje se detuvo frente a un gran edificio.

Abrumada, Wendy caminó hacia la entrada. Con cada paso, parecía llevar un pesado fardo¹ sobre sus hombros.

"¿Qué estás diciendo? ¡No! ¡No toleraré ningún retraso! ¡Sabes que tengo la entrevista más importante de mi trayectoria! Ella llegará en cualquier momento..." Uno de los empleados de aquél sitió se encontraba siendo victima de los furiosos gritos de un hombre bastante imponente y tosco, provocados por la noticia de posibles retrasos debido a problemas técnicos.

Wendy dio un paso atrás, su confianza tambaleándose aún más.

"¡Wendy! ¡Es un placer tenerte aquí! Kali, asegúrate de que todo se resuelva mientras atiendo a esta talentosa joven." El tono del hombre pasó de dureza a la dulzura en cuestión de segundos.

"Bueno, ¿dónde están mis modales? ¡Soy Natan, tu entrevistador! Desafortunadamente, estamos experimentando algunas dificultades técnicas, así que tú y tu familia tendrán que esperar..." Natan comenzó con gran entusiasmo, solo para detenerse abruptamente.