Abismo de Amor

Capítulo 3

El café nunca fue mi favorito, aparte de dolores estomacales me generaba insomnio. Pero cuando conocí a Daniel, terminé acostumbrándome porque todos los jueves solíamos ir a alguna cafetería a hablar de la vida. El olor comenzó a generarme un antojo insaciable por beberlo, desde entonces no hay día en el que no lo consuma.

Y esta cafetería es nuestra favorita. En la mesa ponen un lienzo con acuarelas para que puedas pintar mientras consumes.

—No sé si deba platicar de cualquier tema o simplemente estar aquí— susurra mirando la bonita figura que el barista a hecho.

Quisiera decirle que basta con su simple compañía pero quizás él necesita hablar. Ha pasado mucho desde que salimos solo los dos, supongo que han ocurrido cosas de las cuales debería enterarme o simplemente para revivir los viejos tiempos.

Comienzo a pintar el paisaje que puedo ver desde aquí.

—Te puedo escuchar, pero mi participación será casi nula— sonrío de lado.

Asiente con un resoplido. Sé que no es fácil para él, ni para mi, ¡ni para nadie que sea tan cercano a mi!, pero no es algo que pueda controlar. Quisiera que esto solo me afectara a mi y no a las personas que quiero, es algo que debo pasar sola porque es mi duelo, no de nadie más.

Es mejor que no se enteren de todo esto que estoy sufriendo, también tienen sus problemas y los míos son cargas emocionales innecesarias.

Su celular vibra y se enciende con una notificación, desde aquí puedo ver el username de Liam Harris. No sabía que estaban en contacto. Era evidente que ninguno se soportaba.

—No es lo que piensas, no es mi amigo. Quiere que los ayude en la investigación— me muestra la conversación que ha tenido con el chico. Efectivamente, Harris le explica que necesitan nuevos integrantes y que de buena fuente sabe del potencial de Daniel. —¿Te molestaría?— me pregunta antes de que pueda procesar esta noticia.

Niego levemente tratando de parecer indiferente. Vaya que me tomó por sorpresa. Liam me expresó cientos de veces su rechazo hacia mi mejor amigo, no paraba de decir que en cuanto Daniel tuviera la mínima oportunidad se me declararía porque solo estaba actuando en su papel para mantenerme cerca.

—Se están tomando muy enserio el proyecto final. Parece que ese documental los trae locos.

—Si. Lo sé— Inhalo profundamente sin ganas de seguir con ese tema.

Conozco todo sobre el trayecto que tendremos durante los próximos meses. Estaré en cada uno de los jodidos eventos que se lleven a cabo. Solo de pensarlo una jaqueca se apodera de mi cabeza.

—Te debo una disculpa— toma mi mano por encima de la mesa.

Intento pronunciar una palabra pero me interrumpe rápidamente con gran temor en sus palabras. Pongo el pincel a un lado.

—Me alejé porqué sentía que ya no encajaba, todo el tiempo solo se trataba de ustedes dos y sinceramente actué de forma inmadura.

Quedo perpleja observando su rostro, tratando de hallar un solo indicio de broma en lo que ha dicho, sin embargo lo único que veo es arrepentimiento.

Cuando comenzó a distanciarse lo noté, evitaba cualquier lugar donde supiera que yo iba a estar. Ignoraba mis mensajes y llamadas excusándose con sus tareas, lo cual era raro porque nunca las hacía. Sin embargo decidí respetar su espacio, así que no insistí más. Creí que era lo correcto, no quise obligarlo a estar donde no quería.

—Siempre has sido mi mejor amigo y ese lugar nadie lo tomará— aprieto fuerte su agarre.

Quiero hacerle sentir que es especial para mi, sin importar lo que haya ocurrido después de que yo comenzara una relación.