Capítulo 12

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Los días parecían ir cada vez más rápidos, faltaba una semana para poder ir a la apertura del parque de diversiones y Sana ya quería que llegará.

Últimamente con Dahyun y Chaeyoung distraídas, gracias a los entrenamientos del equipo, no les daba ni el tiempo de fastidiarlas y era perfecto, sus días eran más normales.

Ya iba una semana de tranquilidad.

Sana incluso asistía a los entrenamientos y siempre lograba ver a Dahyun, sin que está tuviera tuviera que estar burlándose de ellas.

Algunas veces podía jurar que la pelinegra la observaba de reojo, pero estaba tan concentrada en vigilar que no estuviera cerca de Eunwoo, que no podía estar del todo segura.

De vez en cuando, en medio de los entrenamientos, ellos se daban unos castos besos en los labios. Claro que Sana rechinaba los dientes cada vez que los veía, pero después el chico tenía que seguir con el partido, y duraban casi toda la tarde separados.

Hoy se encontraba nuevamente observándola. Había quedado un poco traumada desde la última vez que estuvo en las gradas y por ello procuró estar toda la hora pendiente del balón y a donde lo lanzaban.

Después, cuando las porristas se estaban vistiendo, tuvo que ir a esperar a Momo fuera de los vestidores. Estaba tardando mucho.

De la nada la puerta se abrió, mostrando una enojada Dahyun que llevaba nada más un top blanco y una falda de jeans, su cabello estaba mojado y olía a vainilla.

Sana tuvo que echarse hacia atrás, ya que la peliazul había lanzado la toalla contra el piso, y al parecer aun no la había visto.

--¡Maldita pelicastaña!-- dijo en un pequeño murmullo, pero no lo suficiente bajo cómo para que las chicas en el vestuario no la escucharán. Apretó los dientes y se frotaba las manos.

En verdad, verdad, estaba increíblemente sexy y tierna. ¿Cómo eso era posible? Pronto la mirada chocolate se posó en ella y se sorprendió, seguidamente frunció el ceño ya que no se encontraba de ánimos para la pelinaranja.

--¿Qué mierda miras?-- le dijo muy bruscamente.

Sana volvió a la realidad, al ver su rostro vio sus labios y recordó el besuqueo de Dahyun y su novio. Apretó las manos y se acercó a la peliazul.

Dahyun, un poco desorientada, se alejó unos cuantos pasos.

--¿Qué te pasa?-- acusó a Sana, prácticamente fulminandola con la mirada.

--¿Peleaste con Momo, cierto?-- preguntó más cerca de lo que planeaba de la peliazul.

Dahyun volvió a retroceder y Sana avanzó un paso más.

--¿Qué te importa si peleé con esa perra? Igual, es su culpa, por no parar de ladrar-- dijo apoyándose de los casilleros a sus espaldas. Sana estaba muy cerca.

--Ella no es una perra, no te confundas contigo misma-- espetó acercándose aún más y acorralando a la peliazul contra los casilleros. --Más te vale que no le hayas hecho nada.

--Awww, ¿Por qué? ¿Es tu novia?-- preguntó con un tono adorable completamente falso pero atravesó a Sana con los ojos, la última palabra la soltó con una amargura palpable.

Sana perdió la compostura, por un momento parpadeó confundida y alejó su rostro de la peliazul.

--¿Novia? Para nada, es una de mis mejores amigas-- aclaró y casi pudo ver como la mirada de Dahyun se relajó levemente, sería su imaginación. --Por eso no quiero que chicas como tú la molesten, me enferman.

--¿Enfermarte? Si soy una de las chicas más deseadas del colegio, te quedas patética-- rodó los ojos y alzó la barbilla con superioridad.

--Pues ya veo, tu querido novio lo demuestra comiéndote la boca todos los días-- dijo y observó la sonrisa burlona de Dahyun que le estaba provocando una seria irratibilidad. --¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes?

--¿Te molesta, no?-- preguntó insinuante, y Sana parpadeó.

--Que tontería es esa.

--Por favor, siempre nos estás mirando. Que desagradable, ¿Acaso estás enamorada de mí o algo? Esa sería la única explicación del porqué nunca me puedes quitar los ojos de encima-- dijo con una mirada burlona y un tono venenoso.

Sana sintió su corazón acelerarse, pero la indignación se apoderó de cada fibra de su cuerpo, y observó a la peliazul con tanto odio que el rostro de Dahyun se mostró ligeramente conmocionado. La intensa mirada de Sana lograba intimidarla un poco.

--¿Enamorada? ¿Yo? ¿De ti? ¡Já!-- soltó Sana con una risotada falsa y se alejó de la chica unos centímetros, observando fijamente sus ojos nuevamente. --Nunca en mi vida podría fijarme en alguien tan jodida como tú. Primero seguro besaría a tu amiga, Nayeon, antes que a ti-- sonrió mordazmente, aunque no era del todo cierto lo que decía. Tomó una posición confiada para agregar lo siguiente:

--Además, no me gustan las bajitas-- dijo eso último alejándose de ella como si tuviese una enfermedad contagiosa, observó el rostro enojado de Dahyun y sus ojos húmedos.

¿Eran lágrimas? Imposible.

--Que suerte, ya me estaba preocupando de tener a una perdedora babeando por mí. Ya es suficiente con el resto de la escuela, fenómeno-- dijo acomodándose la mochila en el hombro, aunque ahora su voz se escuchaba ahogada, y fue tanto así, que su rostro cambió momentáneamente. Sana empezó a sentir un gran dolor en el pecho u sin pensar que hacer intentó acercarse, pero Dahyun se alejó de ella, hablando con voz rota. --Haz un favor con tu vida, vete a otro país y simplemente desaparece-- se dio la vuelta y se fue por el pasillo. Sana seguía inmóvil en su lugar con una punzada dolorosa en el pecho, pero esas palabras fueron muy hirientes como para hacerla quedarse en su sitio y no ir corriendo a besarla hasta quedarse sin aire en los pulmones. Oh. Eso era nuevo. En ese momento, que la había visto tan vulnerable y con los ojos húmedos, había sentido unas increíbles ganas de besarla. Que mierda, cada vez empeoraba más.

ʀɪᴠᴀʟᴇꜱ ꜱᴀɪᴅᴀOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz