El rey de las maldciones

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Sukuna regreso a donde gojo antes de volver con megumi  tuvieron otra plática...

Cuando terminaron volvió con megumi y su comida

-hoy por la noche saldremos de la escuela, primero pero quiero follarte como animal, así que come, quiero engordarte un poco- Sukuna abría la comida para megumi

-estás loco, a donde iremos? Deberíamos quedarnos para cuidar la escuela de posibles ataques- respondió megumi aún desnudó, tapándose con las sábanas

-no te preocupes el de cabello blanco se encargará, además no vamos lejos y todo estará bien, come.-
Sukuna ele pasaba la comida a megumi en la cama

-porque tú no comes?- respondió fushiguro

Una sonrisa cautelosa de sukuna se dejó ver entre sus labios
-pensaste que bromeaba? Voy a comerte a ti- susurró Sukuna en su oreja

-señor- gritaron desde afuera
Sukuna rápidamente abrió la puerta y recibió una bolsa

-hazlo de una vez...- dijo megumi después de un silencio mientras dejaba la comida en la mesa de a lado -pero la cama es nueva..-

-jaja a la mierda la cama, puedo comprarte otra- Sukuna tomo la mano de megumi.

De forma muy brusca lo dejó caer sobre la cama.
La mirada de megumi estaba penetrado los sentidos de Ryomen

-cárajo Meg, quiero follarte tan duro que mañana no puedas caminar-

La mirada con la que Sukuna miraba a megumi era de un depredador cazando a su presa, listo para comérsela.

Sukuna rodeo al Chico con los brazos y se puso encima de el. Le dio un beso lento y apasionado, los labios de megumi cedían ante los de Ryomen, su lengua exploraban cada rincón de la cavidad oral de megumi.

-me vuelvo loco, odio eso, cuando llegamos a esto?- megumi se tapaba la cara con los brazos para ocultar su evidente cara sonrojada.

-no, déjame verte- Sukuna retiro las manos del rostro del chico.

Para darle otro beso y decirle entre jadeos -quiero lastimarte- la voz de sukuna cedía
los besos de su boca pasaron al cuello del chico de cabellos negros.

El sonido de sus respiraciones agitadas llenaba la agitación junto con los pequeños gemidos ahogados de megumi

-ahh lastímame- gimió fushiguro mirando a los ojos a sukuna

Sus bocas estaban tan juntas, tan sedientas de seguirse comiendo a besos

Algo en la cabeza de sukuna despertó al escuchar a megumi decir aquello.

Sin si quiera pensarlo dos veces beso con más fuerza el cuello y los hombros de megumi dejando marcas en el proceso.

Sintió como su pene le apretaba por debajo del pantalón, se hinchaba con cada gemido.
Sukuna a iba disfrutarlo como si este fuera el ultimo día de su existencia.

Mordió a megumi en el cuello dejando una marca roja a punto de sangrar.
-ahhhhhh Dios- gimió megumi

Sukuna Bajo los besos al abdomen de megumi quien arqueaba la espalda al sentir la lengua de sukuna succionando sus pezones. Dando pequeños mordisquéos,

Metió los dedos en la boca para este los chupara.
Megumi lamia con delicadeza y torpeza los dedos de Ryomen, el quería tener su pene, sus dedos ya no le bastaban.

Sukuna siguio bajando por su recorriendo en el cuerpo de megumi.
Cuando llego a su vientre, debajo de su ombligo, alzo un poco la mirada para ver el rostro de fushiguro.

Nadie más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora