The Mall of Niall

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Estábamos saliendo del área de juegos del centro comercial, habíamos estado todo el día jugando, realmente nos pusimos muy competitivos.

— Este es uno de los días que mejor la he pasado— dije sonriendo.

— Me alegra, amigo— dijo Josh.

— Tori, ¿me revisas?

Escuché que Sonny le susurró y la rubia se puso detrás de ella para verla. Tori hizo una mueca y sacó un suéter de su mochila, se lo pasó a Sonny y ella se lo amarró en la cintura.

— Chicos, en un momento volvemos, vamos al tocador— dijo Tori para irse con Sonny.

— ¿Qué pasó?— pregunté.

— Código de chicas— se limitó a responderme mi amigo.

Él y yo fuimos a tomar asiento en las mesas del área de comida para esperar a las chicas.

— ¿Qué tal un helado?— preguntó Josh.

— ¡Sí!— sonreí.

Ambos fuimos directo a la heladería Freezing. Él de mango y yo de fresas con crema. Volvimos al área de comida, Josh revisaba su teléfono.

— Las niñas dicen que están ocupadas aún— mencionó Josh viendo la pantalla de su celular.

— Oye, creo que el helado no me cayó— dije sobándome el estómago—, me duele.

— Bien, vamos al baño.

Tomamos nuestras chivas y nos dirigimos hacia los sanitarios. Entré corriendo y me encerré en un cubículo. Me senté y dejé que todo fluyera. Me relajé. Estaba a punto de limpiarme, cuando...

— No hay papel— dije.

— Límpiate con el dedito, como el changuito— bromeó Josh—, o si quieres usa un calcetín— se rió.

— Qué asco, Joshua— me quejé.

— Vale vale, deja busco en los demás— escuché como Josh entraba a todos los cubículos—. No hay en los demás.

— ¿Y si me pasas toallas para las manos? Aunque me rosen.

— Tampoco hay.

— No puede ser...

En ese momento, Niall sintió el verdadero terror.

— ¿No puedes pararte e irte así?— sugirió Josh.

— ¡NO! Hice aguado y pues... me embarré— dije avergonzado.

— Deja voy a comprar un rollo de papel, ahora vuelvo.

Escuché como Josh salió corriendo del baño. Yo tuve que quedarme ahí sentado un buen rato, demasiado diría yo, porque hasta se me entumieron las piernas.

— ¡Ya llegué! ¿Sigues ahí?— escuché la voz agitada de mi amigo.

— ¿Tenía opción de irme?— ironicé.

— No puedo creer que en ninguna tienda de este centro comercial vendan papel higiénico, tuve que salir y recorrer varias cuadras.

Josh extendió su mano por debajo de la puerta del baño y tomé el rollo de papel. Gracias al cielo comencé a limpiarme.

— Niall, apúrate, que ya tardaste limpiándote— dijo Josh.

— ¡Ya voy, no me presiones!

Después de un rato, por fin salí del baño.

— Al fin, creí que te habías ido por el inodoro.

— Ja-ja, chistosito— lo fulminé con la mirada.

Me lavé las manos y me las sequé en el aparatito ese que saca aire.

— Tardaste 20 minutos después de que te di el papel.

— Es que me gusta asegurarme de estar bien limpio— dije—. ¿Ya salieron las chicas?

— Apenas saldrán, dicen.

Salimos del baño y vimos en el pasillo a las niñas que también salieron. Caminamos juntos hacia la salida del pasillo y vimos que todo estaba oscuro.

— ¿Pues cuánto nos tardamos?— se quejó Josh.

— Ya cerraron la tienda, no puede ser— dijo Tori.

— ¿Nos quedamos adentro?— abrí los ojos como platos.

— Sí— contestó Sonny.

— ¿Y cómo vamos a salir?— pregunté.

— Creo que tendremos que esperar hasta el amanecer— dijo Sonny.

— ¡La plaza la abren a las 11:00 a.m.! Perderé mi record de asistencia— dijo Tori, angustiada—, no puedo dejar que Darcy me robe el trono.

— Te toca soportar— Josh se burló de ella en su cara.

Estuvimos toda la noche encerrados dentro del NYC Up Mall, paseando entre los pasillos, viendo los aparadores, tomando cosas del área de comida para alimentarnos y huyendo del guardia de seguridad, hasta que...

— ¡Alto ahí!— el guardia de seguridad nos alumbró con su lámpara.

— Estamos en problemas— susurró Sonny.

— Recórcholis, le prometí a mamá no meterme en problemas este mes— habló Josh.

— Si no nos movemos, no nos ve— dijo Tori.

— ¡Perdón!— me puse de rodillas y comencé a implorar— ¡Por favor no nos lleve a la cárcel! Estamos aquí porque no podía limpiarme en el baño— comencé a sollozar—. Se lo pido, no nos lleve a la policía...

***

— ¡Sí nos trajo a la policía!— me quejé.

— Niall Munroe, vinieron por ti— dijo el policía, abriendo la celda para que pueda salir.

Ya había venido por Sonny y Tori, y ahora sólo se quedaba Josh.

— Tu mamá no tardará en llegar— le dije.

— No cuento con que llegue— contestó.

— Traemos un permiso de la madre de Josh Scott, no pudo venir— dijo papá, dándole los papeles al policía.

Josh pudo salir y todos subimos al auto, donde mi madre nos esperaba.

— Mamá, no hicimos nada malo— le dije con la voz temblorosa.

— Descuida bebé, está bien, ya explicaron todo— me dijo.

— Gracias por la ayuda, Cory y Zoey— dijo Josh.

— No pasa nada, pasamos a ver a tu mamá antes y ella firmó el permiso— dijo papá mientras arrancaba el auto.

— ¿Estás bien?— le pregunté a Josh, susurrando.

— Ya estoy acostumbrado— esbozó una sonrisa forzada, que denotaba dolor y tristeza.

Reposé mi cabeza en su hombro y sólo escuché como su nariz se había mormado.

The World of NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora