Vestigios de cenizas

8

En su primera noche en el complejo, Peter traslado sus pertenencias a su nueva habitación sin ningún esfuerzo, transportando cajas a su habitación con toda la energía del mundo, aunque no fueran demasiadas. Tony observo con diversión como pululaba de aquí para allá, parloteando con todo el que se cruzara en su camino.

Peter era brillante como el sol, sacándoles sonrisas a todos. Tony no lograba comprender qué demonios hacia allí con todos ellos, un montón de vengadores algo ancianos, teniendo Peter toda una vida prometedora por delante.

Sin embargo, su brillante presencia no colaboro en que las pesadillas no lo atacaran cuando se fue a la cama. Como cada noche, Tony despertó bañado en sudor y con el corazón acelerado, con el comienzo de un grito entre los labios, que nunca llegaba a salir. El reloj le informo que apenas eran las tres de la madrugada, pero Tony sabía que no lograría volver a dormir, por lo que se resignó y salió de la cama.

Curiosamente, su sofá favorito, el de cuatro cuerpos, estaba ocupado, esta vez no por Steve. Peter contemplaba el televisor con atención, envuelto en una manta, mientras veía una película donde no dejaban de aparecer zombis. Levanto la vista al oír pasos y le sonrió adormilado  a Tony, que frunció el ceño, preocupado.

— ¿Tienes problemas para dormir?—Pregunto, sentándose a su lado. Peter le puso pausa a la película, dejando un primer plano de un humano siendo devorado y negó con la cabeza.

—No, solo me desvele. Ned me recomendó algunas pelis y hacia mucho no tenía tiempo, con la uni y todo eso. Pero Banner es un genio de las matemáticas y me ayudo a ponerme al día, así que aprovecho mi tiempo libre. Aunque creo que el tiempo se me paso volando. ¿Usted se encuentra bien, señor Stark?

—Tony—Lo corrigió por inercia, antes de mentir inmediatamente. No preocuparía al chico con sus problemas—. Solo venía a por un vaso de agua y volveré a la cama.

Peter frunció el ceño, como si supiera que le mentía y que su verdadera intención era pasar el resto de la noche en vela leyendo. Cualquier cosa era mejor que volver a las asfixiantes pesadillas y el sentimiento de desesperación dentro de ellas

—El Capitán me dijo que tenía problemas para dormir—Dijo y Tony maldijo internamente a Steve por meter a Peter en eso—. ¿Tienes pesadillas y por eso no puedes dormir?

—A veces—Admitió a regañadientes. Peter continúo observándolo, sin prestarle atención a la película pausada, con una expresión preocupada.

— ¿Tus pesadillas tienen que ver con perder a alguien? Luces preocupado.

Tony pensó una vez más que Peter era mucho más sabio de lo que parecía.

—Temo que la gente se vuelva ceniza, sin que pueda hacer nada para impedirlo—Confeso. El entendimiento atravesó el rostro de Peter y Tony recordó el accidente en la cocina, donde se había derrumbado de una forma patética.

—No debe temer, Señor Stark, nadie se convertirá en ceniza de nuevo—Dijo Peter con convicción y Tony nunca había sentido tal alivio de que alguien le dijera esas simples palabras—. Thanos se fue para siempre. No hay nada que temer.

Tony asintió despacio, esbozando una sonrisa para tranquilizarlo. Señalo la televisión para distraerlo y que no viera su pequeña sonrisa real.

—Entonces, ¿veremos a más gente morir atacada por zombis?

Peter le sonrió y le ofreció una parte de la manta para que se cubriese antes de darle play a la película y que saltara un poco de sangre por el aire.

—Podemos ver otra cosa, si quiere...

Peter se interrumpió cuando vio que Tony se había dormido, deslizándose hasta caer con la cabeza casi sobre sus piernas. Se ocupó de cubrirlo bien con la manta antes de seguir viendo la película con el volumen más bajo, vigilando que no se despertara.