Capítulo 19. Las cosas pequeñas

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29 de enero 2021

—¿Cuándo fuimos a cenar lo acompañaban?

En el estacionamiento nos encaminamos al auto en que vinimos, sin embargo, a diferencia de cuando llegamos hace unas horas que lo conducía un hombre que ahora—luego de las palabras de Caleb en la cocina —me hace pensar en que seguramente es un guardaespaldas, es él quien se desliza tras el volante luego de que ocupo mi lugar en el asiento de copiloto.

—¿Quiénes? —cuestiona saliendo del estacionamiento unos pocos minutos después.

—Seguridad, guardaespaldas—Bajo la vista a sus manos en el volante, mientras lo hago sopeso el hecho de que conduce confiadamente, como si conociera esta ciudad completamente.

Esto solo afirma mi teoría de que el departamento le pertenece, esa es la razón por la que no lo vi traer ninguna maleta y conoce perfectamente la ciudad, probablemente pasa mucho tiempo aquí, cosa que no dudo.

Una de las razones por las que Cecile se inmiscuye tanto en sus vidas es porque viajan con frecuencia y mi jefa, aunque parece ligeramente malévola tiene una debilidad por sus hijos.

—Supongo que si—murmura mirándome brevemente cuando se detiene en un semáforo. Observo la ciudad a través de la ventana mientras nos desplazamos

—¿Por qué no los vi?

—Eso no es necesario mientras cumplan su labor.

—Pero no existe la posibilidad de ser invisible, Spencer, no me quieras engañar—Entrecierro mis ojos hacia él notando la manera en que la comisura de sus labios se alza.

Ahora hace mucho eso, sonreír. O casi hacerlo.

—No son invisibles, solo saben mezclarse entre la gente—Relamo mis labios haciendo un sonido bajo en mi garganta mientras lo pienso.

—Bien, ¿Eso quiere decir que en alguna mesa había un hombre que trabaja para cuidarte? ¿O tal vez el camarero que nos atendió?

—Es probable, si—Tuerzo los labios mirando hacia atrás y luego por el espejo retrovisor—. ¿Está buscando un auto siguiéndonos? —Vuelvo a mirarlo encogiéndome de hombros con indiferencia.

—Tal vez...

—Si los encuentra me avisa, no sé quiénes son.

—¿Qué?

—Los contrata Cecile, no yo, pero los cambia constantemente porque descubrí los primeros y suele decir que si sabes cuales son entonces los miras inconscientemente lo cual alerta a cualquier enemigo según sus conclusiones—Alzo las cejas entreabriendo los labios en una "o".

—¿Y si justamente porque no sabes quienes son terminan haciendo algo en tu contra? —Se encoge de hombros mientras frunce el ceño, girando el volante hacia la izquierda. Vuelvo a mirar por la ventana cuando las aceras comienzan a lucir concurridas.

Señorita, permítame besarla ✓ | ¡Pronto en fisico!Where stories live. Discover now