--Por... por nada-- abrió los ojos café y comenzó a jugar con sus dedos.

--El punto, es que Momo estaba babeando por Heechul-- soltó Sana para fastidiar a su amiga, Momo se puso colorada.

--¡Claro que no!

--Asistiré a la boda-- dijo Mina sonriendo.

--Seré la madrina-- le siguió el juego Sana mientras se burlaba de su amiga.

--No entiendo porqué todas mis amigas se fijan en los imbéciles-- se quejó Jihyo, dándose una palmada en la frente.

--¡Hey!-- reclamaron las tres y la mesera llegó a pedir su orden, pidieron 2 pizzas. Ellas comían mucho.

--Oh, no puede ser-- se quejó Jihyo, observando la puerta con desagrado, en ese momento Dahyun y los chicos estaban entrando al local, riendo. --¿Es que ellos están en todas partes o qué?

--Por suerte, no en mi casa-- dijo Sana antes de voltear a ver al grupito. Aunque en realidad solo observaba a una persona en específico.

Sana se fijó que la peliazul de ojos chocolate vestía unos shorts blancos y una blusa negra de tiras muy corta, llevaba puesta una chaqueta de color azul con las mangas blancas y las iniciales del colegio dorado en el pecho.

Lo más impresionante, fue que Son entró de la mano con Jihoon.

Mina que se encontraba alado de la pelinaranja se atragantó con el pedazo de pizza y observó con cierto ¿Enojo? A la aparente nueva pareja del colegio.

--¿Por qué señor? ¿Por qué?-- preguntó Jihyo, mirando hacia el techo con un rostro de suplica.

--Deberíamos ir... quedarnos-- había comenzado a decir la castaña pero al ver que él guapísimo Heechul entraba con su chaqueta del equipo, prefirió volver a sentarse.

Mina y Sana tampoco parecían muy dispuestas a irse y observaban a los dos chicos con rabia. Momo parecía estar a punto de lanzarse a besar al defensa del equipo y por un segundo, Jihyo quiso golpearse contra la mesa.

¿Todas sus amigas eran idiotas? Debían de serlo, ya que ellas son las únicas que se fijan en los imbéciles de ese grupo.

El grupito del colegio fue hasta unas dos mesas que tuvieron que juntar y comenzaron a charlar, por suerte no las visto y esperaban que siguiera así.

--Así que, ¿Ahora las dos perras tienen a un perro?-- preguntó Momo, refiriéndose a Dahyun y a Chaeyoung.

--Al parecer-- respondió de forma muy cortante Mina, había estado mordiendo el popote durante todo el rato.

--¿Qué vamos a hacer, al fin?-- preguntó Sana intentando cambiar de tema, prefirió ignorar a la peliazul y morder un gran trozo de pizza.

--No sé, ¿Quieren ir al nuevo parque de diversiones?-- preguntó Momo con una chispa en los ojos, las otras chicas parecieron animarse con la idea.

--¡Yo quiero!-- dijieron Mina y Sana muy animadas.

Jihyo estuvo de acuerdo, aun que después Momo suspiró y dijo el resto de la noticia. --Aun que, terminan la remodelación en un mes.

--¡¿Qué!?-- reclamó Jihyo, y las chicas intentaron no reír. --Me emocioné para nada, chica. Eso es jugar sucio.

--Podemos ir cuando lo terminen-- le dijo Sana agitando el borde de su rebanada de pizza y dándole un mordisco.

Duraron un buen rato hablando, y por un momento, olvidaron la presencia de los chicos de su escuela, eso hasta que la cocinera las llamó. Ellas eran clientes muy habituales en la pizzería y la mamá de Jihyo era amiga de la dueña, así que era normal que todos los empleados las conocieran, y en verdad se habían hecho muy amigas de todos.

La cocinera llamaba a sus chicas, para que la ayudaran con un favor, mostrando una enorme sonrisa maternal como siempre, ellas no se pudieron negar.

Sana y Mina se levantaron y fueron hasta la barra, y la señora las saludó.

--Mis amores, necesito un favor-- dijo mirando con cariño a las niñas que había aprendido a querer.

--¿Qué sucede, jefa?-- preguntó una juguetona Sana, y recibió un apretón en la mejillas de la cocinera.

--Son un encantó, necesito que vean si pueden hacer que la licuadora encienda, saben que no soy muy buena con esos aparatos modernos, así que me preguntaba...

--Vamos a ir a darle un vistazo-- afirmó Mina, y ella les sonrió. La licuadora metálica estaba justo encima de la barra, era más abierta al público para que cualquiera pudiese mezclar las frutas que servían en un rico batido. Al abrir la tapa, dentro había una mezcla pegajosa de color rosa, pero debía de ser muy espesa.

--¿Cuál crees que sea el botón?-- preguntó Sana tocando todos los botones, pero había uno que parecía roto.

--Puede que sea este, intenta girarlo-- le ordenó la pelinegra, y Sana lo hizo, dio una pequeña sacudida, pero de inmediato se apagó. --Debe ser algún cable.

--Podría ser... espera-- siguió el cable del conector, y vio que había una parte cortada, intentó amarrarla en un nudo para que las fibras de cobre volvieran a unirse, y justo en ese momento, Sana recibió un choque eléctrico. --¡Au!

--¿Ya?-- preguntó la pelinegra dispuesta a volver a apretar el botón.

--¡Minari espera, tienes que cerrarla!-- dijo intentando llegar, pero era muy tarde, giró el botón.

La licuadora comenzó a sacudirse, y el líquido rosado se alzó chapoteando, hasta empaparlas por completo. Salpicaba a todas partes, y algunos chicos comenzaron a alarmarse.

--¡Apagala!

--¡Eso hago!-- dijo Mina intentándolo, pero el botón no quería funcionar. --¡No sirve! ¡Está poseído!

Siguieron así, Sana cubrió su rostro, aun que ahora tenía mezcla rosada hasta la nariz, pero pronto la señora se adelantó y desconectó el aparato.

--Yo sabía que esa máquina se había dañado-- dijo sacudiendo la cabeza y entregándoles unos trapos a las chicas. --Descuiden, esa chatarra ya es muy anticuada.

--Perdón... nosotras-- comenzó a decir Mina mientras limpiaba su rostro, se volteó con las cara roja al ver que todos en el local las miraban.

--Mierda-- murmuró Sana también intentando limpiarse sin poder ver, ya sabía que los ojos marrones de seguro estaban clavados en su espalda.

--¿Problemas en el paraíso?-- preguntó Chaeyoung divertida, y todos comenzaron a reír, Mina apretó los puños.

--Ignóralos-- le dijo Sana a su amiga volteando para fulminar a Dahyun, la peliazul reía muy fuerte por el color rosa que pintaba a la pelinaranja.

--¿Tienes sed, Minatozaki?-- preguntó con burla y las risas siguieron. Sana volteó hasta donde sus amigas y ellas entendieron, se levantaron para irse. Fuera, lejos de las risas de sus compañeros, las dos chicas estaban enojadas, inclusive Mina.

--¡Son unas idiotas!-- gritó al aire y Jihyo asintió.

--Te juro... que si hubiera un concurso por la más perra del mundo, lo ganaba sin preámbulos Dahyun-- dijo muy enojada la chica pelinaranja, Mina soltó una risa sarcástica.

--No, cariño. Ese premio se lo lleva Chaeyoung-- dijo dando un pisotón.

Momo prefirió intervenir. --Sería un empate-- comentó, pero las dos chicas la miraron con ira y ella prefirió callar.

--¿Y si por una vez en nuestra vida, devolvemos la broma?-- preguntó Jihyo con una sonrisa maligna, observaba en convertible azul de Eunwoo.

Sana también sonrió, y Mina parecía no mostrar pánico por una vez en su vida, las cuatro fueron hasta el auto, y con un destornillador <<que sabrá Dios y la virgen María, que hacía Jihyo con eso en su cartera>> pincharon los dos neumáticos frontales, y se fueron riendo todo el camino al imaginar la reacción del chico cuando no pudiera moverse.

ʀɪᴠᴀʟᴇꜱ ꜱᴀɪᴅᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora