ʀɪᴠᴀʟᴇꜱ ꜱᴀɪᴅᴀ

Capítulo 8

Dahyun se veía realmente hermosa, su piel estaba brillante por el sudor, y sonreía muy feliz al público. Sana no pudo evitar suspirar observando a la peliazul, y Jihyo la miró con reproche.

--Sana, ojos en Momo-- le repetía por quinta vez, y ella sólo rodaba los ojos.

--Eso es lo que hago, la estoy viendo-- dijo colocando la atención brevemente en su amiga, que ahora estaba ayudando en la base de una pirámide, pero sus ojos la traicionaron y se desviaron a la chica de ojos chocolate. <<Gran trabajo Sana>>

--Sí, veo que la miras tanto como Mina lo hace-- soltó sarcástica observando también a su otra amiga en estado embobada. --¡Dios, necesitan urgentemente un polvo!

--No necesito un polvo, necesito frambuesas-- dijo Sana a la defensiva, ella tenía un grave problema con las frambuesas.

--¿Tú no crees que necesitan un polvo, Jeongyeon?-- preguntó la más baja hacía su amiga, buscando apoyo y esta sonrió con malicia.

--Claro, y si necesitan ayuda, me puedo ofrecer como voluntaria-- le guiño a Sana y esta rio.

Jihyo le dio un codazo en el estómago y la chica se quejó.

--¡No digas esa cosas! Es desagradable-- le reprochó mientras miraba a las animadoras, se alarmó un poco. --¿Qué sucede?

Ya estaban en descanso pero parecía haberse creado una pequeña discusión. Momo estaba muy cerca de Dahyun con los puños apretados, esta última con burla. Pero la castaña pareció decirle algo que no la hizo muy feliz, por que Dahyun borró su sonrisa y sus ojos asesinaron a su amiga.

Sana se alarmó, y las cuatro comenzaron a bajar las gradas hasta el campo.

--Cierra el hocico, perra-- le dijo Momo resoplando.

--¿A quién le hablas así, zorra?-- respondió Dahyun acercándose a ella, parecía querer jalarla de los pelos. Sana se acercó y se interpuso entre ellas colocándose frente a Dahyun, esta la fulminó con la mirada mientras Momo intentó avanzar hacía la más baja. Sana la detuvo apretando la espalda en contra su pecho y extendiendo los brazos a los lados.

--Ya paren de una vez-- dijo observando a Dahyun, esta soltó una risa falsa.

--¿Parar? Tú estúpida amiguita es la que ha comenzado-- dijo apuntando a la castaña tras ella, Sana función el ceño.

--Pero ha sido tú quién le ha seguido la pelea, sé madura por una vez en tu vida-- dijo muy firme y Dahyun pestañeo, parecía en realidad un poco afectada por sus palabras, y luego las orejas se le tiñeron de rojo por la ira.

--¡Cierra la maldita boca, Minatozaki!-- gritó enojada propinándole un empujón en el hombro, no muy fuerte pero aún así Sana se indignó.

--Tú... ¿Te crees mucho, ah?-- escupió intentado lanzarse sobre ella, pero Momo la rodeó el estómago con los brazos y apoyó la barbilla en su hombro, buscando calmarla.

--Calma, no queremos golpes-- comenzó a decirle en el oído y Sana tensó el cuerpo.

Dahyun abrió los ojos y los labios en una exclamación muda, ahora con las mejillas aún más incandescentes.

--¡No la toques!-- chilló prácticamente cerrando los ojos y fue tan severo que Momo se apartó del cuerpo de Sana un poco intimidada.

--¿Pero... qué te sucede?-- la acusó Momo observando a la peliazul.

Dahyun finalmente apareció darse cuenta de lo que había hecho, o mejor dicho, lo que había gritado a todo pulmón. Inmediatamente su rostro se volvió completamente rojo y desviaba los ojos de los de Sana. Trató de hablar pero balbuceaba con un poco de torpeza y era la primera vez que Sana la observaba así. Estaba nerviosa.

--Bueno... yo... en realidad... yo no quise decir... yo-- dijo con la cabeza gacha, hasta que por suerte llegó Eunwoo a su rescate. --¡Eunwoo!-- gritó desesperada por escapar de esa humillante escena, y se abrazó al chico ocultando el rostro en sus cuello.

--¿Qué sucede? ¿Te están molestando?-- preguntó acariciando su cabello, y ante ese gesto Sana quiso darle un mordisco en la mano.

Dahyun asintió fingiendo una carita de perrito.

--Esas dos tontas me querían fastidiar, y la fenómeno esa, quería golpearme-- observó a Sana con una mirada intencionada, y ella tragó en seco cuando vio los ojos enojados de Eunwoo.

--¡No te acercarás más a mi novia! ¿Entendido?-- le espetó en la cara gritándole casi en el rostro.

Sana se hundió en un caparazón intimidada por la agresividad del chico. Pero su cerebro logró captar la palabra novia, y comenzó a sentir una horrorosa opresión en el pecho.

--¿Novia?-- preguntó sin haber mostrando interés en la amenaza dicha anteriormente. El chico frunció el ceño confundido, pero luego abrazóa a Dahyun por la cintura.

--Sí, mi novia. Y espero que tú y tus pequeñas raritas se mantengan alejadas de ella, ¿Está claro?-- preguntó, pero a Sana ya no le importaba, rechinaba los dientes y de ningún modo se atrevió a mirar a Dahyun.

No respondió. Simplemente se dio la vuelta y subió las gradas para entrar al pasillo e irse. Escuchó a sus amigas llamarla, pero estaba sorda, sólo podía escuchar los latidos de su corazón que con fuerza le pedía que llorara. Pero no lo iba a hacer.

Era muy tonto llorar sin razón alguna, pero cuando logró ver una papelera en el pasillo, le asestó una enorme patada y esta comenzó a rodar por el suelo desparrambando todos los desechos alrededor.

--¡Mierda!-- gritó enojada, y después sintió sus ojos arderles por las lágrimas que intentaba contener, desgraciadamente cuando sintió a alguien llegar a sus espaldas, no eran sus amigas.

Era el director, que observaba alternativamente el desastre en el piso y a la alumna culpable.

Fue sumar dos más dos y simplemente le señaló la dirección en donde Sana tendría que ir para recibir su castigo.