05.

743 108 8
                                    


La sentencia había sido dada, las lágrimas se acumularon en sus ojos y su cuerpo tembló mientras se acercaba a su padre. El príncipe no quería escuchar más, no podía creer que su padre pudiese llegar tan lejos con tal de verlo infeliz. Escondió su vientre, el cuál crecía día a día y volvió a retarlo con la mirada.

— N-No puedes estar hablando en serio... — su padre se mostraba inmune a sus lágrimas, nada ablandaría su duro corazón — ¿le harías algo como eso a tu propio hijo?

— Te enredaste con un maldito lobo, es suficiente razón para saber que estás mal encarrilado — su mirada severa continuaba allí e intimidaba al rubio — no aceptaré que un hijo mío sea la diversión de un demonio como ese. ¿Cómo pudo haberse convertido en un hombre, siendo un animal de nacimiento? La hechicería que usaron los lobos representa una ofensa para nuestras creencias y la propia naturaleza.

— ¡Se convirtió por la voluntad de nuestros dioses! Ellos bendijeron nuestro amor, padre.

— Los dioses no apoyarían una relación de tal clase — el menor se sintió intimidado ante la altura de su padre y la manera aterradora en que lo observaba, él no había notado su embarazo por el momento, cosa que solo aliviaba su corazón — te casarás con la princesa del reino vecino y no hay lugar a discusión, pero... si te gustan los hombres, tal vez arregle una boda con el príncipe de allí.

La burla afectó al rubio, pero no se dejó ver indefenso, levantó la cabeza como su padre le había enseñado, como todo un príncipe digno debía verse.

— Aunque me case con alguien más, nunca dejaré de amar a ese lobo, ¿lo entiendes? ¡Nunca va a salir de mi corazón ni de mis pensamientos! Aléjanos el tiempo que deseas, siempre encontraré la manera de regresar a su lado. Te lo juro, padre, nunca vas a separarme del hombre que amo.

— Debí hacer que tu madre se deshiciera de ti en cuánto supimos de tu existencia — exclamó — Chanyeol es el único hijo digno de esta familia.

— No decías lo mismo cuando me presentabas ante esos políticos.

Un golpe se escuchó en la habitación, el ardor llegó a su mejilla izquierda y lo tiñó de un color rojizo. Juraría que, de usar más fuerza, su labio se habría partido de manera similar a su corazón.

— No volverás a ver a ese lobo en tu vida — dio una última mirada al cuerpo de su hijo — yo me encargaré de que así sea.

Luego de eso, salió de la habitación y dejó al pobre príncipe con el corazón adolorido y la gran tristeza venciéndolo. Cayó de rodillas en su lugar y se abrazó a sí mismo.

— J-Jungkook... — su llanto se desbordó, sus lágrimas cayeron y humedecieron la textura del suelo — p-por favor... ven por mí.




***

𝐼𝓉 𝒻𝑒𝑒𝓁𝓈 𝓁𝒾𝓀𝑒 𝒶 𝓉𝑒𝒶𝓇 𝒾𝓃 𝓂𝓎 𝒽𝑒𝒶𝓇𝓉

Apenas ingresó el último miembro, todos guardaron silencio. El gran alfa se hallaba a la cabeza de la gran mesa, las personas dentro de la Asamblea no hacían más que murmurar sobre lo ocurrido. El silencio se prolongó por varios segundos antes de que el líder hablara.

Can you hold me? ; kookmin.Onde histórias criam vida. Descubra agora