round 24U (round two for you)

• Nuevo Amigo •

Luego de aquella larga cena lleno de charlas, interrogatorios y risas, por fin habíamos acabado, yo me encontraba en el baño cepillando mis dientes y limpiando mi rostro con la rutina que siempre hago antes de dormir. Pero me demoré mirando al espejo con firmeza vagando por mis pensamientos pero salí de esta cuando escucho que tocan la puerta.

Abrí casi enseguida encontrándome con Mac de brazos cruzados, con solo chocar miradas me dió un hipo o mejor dicho varios.

— Ya acabaste? —preguntó con seriedad y yo solo agarré mis cosas saliendo del baño— Oye, Hannah.

— Si, necesitas algo? —me giré para verlo con algo de atención, él aún tenía su misma expresión de serio—

— Deberías ir conmigo —creo que había notado mi gesto de confusión y siguió— Me refiero a estudiar.

— Oh claro, lo pensaré... —asentí una vez y luego entré a mi habitación correspondiente tirándome en la cama viendo el techo—

No sabía porqué su rostro seguía en mi cabeza, traté de borrarla pero seguía ahí. Tenía en claro que no tengo que enamorarme, aparte aún no hacía mucho que terminé a Sam, pero los sentimientos por alguien no se puede elegir o controlar, cierto?

[...]

Los sonidos mañaneros se hicieron presentes más el rayo del sol entrar a la habitación, me levanté buscando que podía ponerme, al tenerlo listo salí de la habitación yendo al baño encontrándome con Maxie sonriéndome al solo chocar miradas conmigo. Nos saludamos apenas ya que yo estaba adormilada pareciendo un zombie caminando por la casa.

En el momento de desayunar todos charlaban de sus horarios y cosas que hacer, yo respecto a eso no tenía nada más que sólo ir a estudiar. La mayor nos llevó a cada uno a su instituto justo a la hora. Yo seguía a Mac a pasos rápidos porque él estaba caminando así, las miradas, los susurros y las risas no faltaron por ver a una nueva estudiante caminar tras el chico alto. Parecía ser el más guapo y popular.

— Joven...MacBentley? a mi oficina por favor. —la voz masculina llamó mi atención aparte de haberme llamado por mi apellido, suspiré con suavidad yendo a la oficina del mayor— siéntese por favor.

— Gracias, pido disculpas por mi presentación, no sabía las normas del uniforme. —la risa del mayor me dejo algo confundida pero sonreí luego de segundos— hablé de más, lo siento.

— La llamaba por una cosa, eres bienvenida a este instituto pero, tus padres no se presentaron y es necesario. —un peso se vino encima de mis hombros y los ojos del Director Tuner clavados sobre mí me presionaban mucho— Debería llamarlos?

— No! —exalté casi inmediato a su opción— No es necesario, ellos están de viaje y solo tengo a la Señora Dubois como tutora, podría aceptar eso?

— Por ahora aceptaré pero necesitas traer a tus padres aquí.

La charla acabó y saliendo de la oficina del director todos me miraban de nuevo, busqué a Mac por un tiempo hasta que me lo encontré a lo lejos con alguien, una chica con su cabello teñido de mechas rubias, bastante bonita. Parecía gustarle mucho a Mac. Suspiré pesado empezando a caminar para investigar donde se encontraba la oficina de maestros así conseguía mi uniforme.

— Chica nueva, estás perdida? —llamó un chico a lo lejos acercándose a mí— Buscas algo? Soy Samuel pero me dicen Sam.

Oh vaya, cómo mi ex, sonreí leve asintiendo por sus dos preguntas estrechando luego su mano.

— Soy Hannah y no me digas chica nueva por favor. —hice un gesto disgustado a eso pero mantuve luego mi sonrisa— Me puedes llevar a la sala de maestros, necesito mi uniforme.

Mis pasos iban a lado de Sam mientras charlábamos para conocernos un poco, me agradaba algo y más por ser de mi misma ciudad, luego de dichas conversaciones por fin estaba en la sala de maestros recibiendo mi uniforme. Fui a cambiarme notando lo desagradable que es la idea de llevar uniforme todos los días.

Las horas pasaron y yo me encontraba en las bancas (o graderías) de la cancha de básquetbol viendo el supuesto partido que llevaban los estudiantes pero mi atención sobre ellos se acabó cuando Sam levantaba su mano saludándome y por vergüenza me mantuve callada, solo pude levantarme para salir de aquel sitio.

— Ya te vas? MacBentley? —aquella voz masculina hicieron que mis pasos paren para así poder ver el rostro del chico—

— Te conozco? Y por si no sab- —no pude terminar mis palabras ya que el chico me había interrumpido—

— No te gusta que te llamen MacBentley, me equivoco?

Fruncí mi semblante con confusión, no sabía de dónde salió este chico pero de que sabía cosas de mí, si lo noté. Me convenció en quedarme a mirar como jugaban desde su lugar de banquillo con el equipo de basquetbol. Si, es parte del equipo, es el capitán. Cuando terminó el juego todos corrieron a su capitán saludándolo, parecían no haberle visto por un buen tiempo.

— Así que ya la conociste. —el nuevo amigo que hice hace un rato habló con entusiasmo cuando nos vió juntos— La conocí hace unas horas y le tengo aprecio, no la lastimes.

— Sam, tranquilo... —solo veo cómo el chico aún desconocido para mí se acerca a Sam a su oreja unos segundo y luego sonriendo vuelve su vista a sobre mí— Quieres ir a comer con nosotros?

— Claro que no lo hará, ella viene conmigo. —Mac me tomó de la muñeca con suavidad acercándome a él, podía ver cómo lo miraba con seriedad, bueno ambos lo hacían— Aléjate de ella, me oíste?

— ¡Vaya vaya Mac! un gusto verte de nuevo. —que ironía— Ahora, déjame entenderte, por qué te molesta verla conmigo? No es acaso que tú tienes ya tu chica? —así que si es su novia, cuando miré al desconocido pude ver una sonrisa formándose en sus labios y formaba un pequeño hoyuelo en sus mejillas—

Me solté del agarre de Mac para poder agarrar mi saco del uniforme, veo a los dos esta vez yo con seriedad y salí de la cancha hacia el salón. Llegando a este me senté en mi lugar suspirando con pesadez escondiendo mi rostro entre mis brazos que estaban cruzados sobre la mesa. No sé porqué me siento de esta forma, no sé si es porque todo me hace acordar a mi ex, ¿o por Mac?. Que cansador se siente esto.