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Una semana paso y Yuzuki estaba cada vez más débil. No ha tomado agua desde hace tres días y tampoco había comido desde ya hace 5 días. Estaba realmente mal.

Como pudo se levanto de su pequeña cama improvisada. Tampoco tenía fuerzas, púes la mayor cantidad de energía se debe gracias a su quirk y digamos que en los últimos días solo ha salido de noche para poder robar algo de agua, aunque todo haya sido un fracaso porque no logra conseguir absolutamente nada.

Se puso alerta cuando la pared retumbó, salió con cuidado y vio como una hombres utilizaban su quirk en otra persona y no era nada más y nada menos que una mujer.

Enojada salió a defender a la señora, sabiendo que no podía activar su don y mucho menos pelear por falta de energía, pero no se iba a quedar de brazos cruzados viendo como golpean a una dama.

—Oye, no te metas niñata— uno de los adultos reclamó.

Yuzuki no hizo caso y simplemente lo golpeó en el rostro, haciéndolo caer por la brusquedad en la que se ejerció. Los otros dos reaccionaron y de inmediato activaron su quirk, intentando lastimarla.

La mujer se horrorizó y cerró los ojos con fuerza, pero las palabras de la de orbes ámbar la hicieron abrirlos nuevamente —Huya...— su voz sonaba cansada —Váyase de aquí ¡corra!

La castañas hizo caso y se fue de ahí lo más rápido que pudo. Mientras tanto los tres hombres empezaron una pelea.
Uno la atacaba por la espalda y los otros dos de frente, eso era un gran problema.

Uno de ellos la agarro desprevenida y la lanzó contra el piso, sacándole el aire de un golpe. Yuzuki intentó respirar pesadamente y como pudo lo atacó.

Se levanto con dificultad y siguió con los otros dos. Hacía todo lo posible para no perder, pero la falta de sueño, hambre y agua se hacía presente es su cuerpo, estando cada vez más debilitada. Ni siquiera sintió al hombre golpearla con fuerza contra la pared, haciéndola sangrar, la estampaba una y otra vez. El otro tampoco se quedó atrás, se acercó con lujuria y la agarró del cuello

Intentó forcejear, de verdad lo intentó, pero aunque haya logrado soltarse repetidas veces, sus piernas dejaron de obedecerle y cayó al suelo, realmente estaba cansada y lo único que quería era dormir y estar en paz. Hubo un punto en el que empezó a ver todo distorsionado gracias a los repetitivos golpes de los hombres.

Se estaba quedando sin aliento, pero ella puede resistir aún. Con múltiples heridas y cansancio, ella aún puede resistir. Con todo el dolor del mundo envolviendo su cuerpo, pero puede resistir.

no te rindas, no te rindas... no me rendiré—

Siguió luchando hasta que sin ya poder más, cayó al frío suelo una vez más, viendo su propia sangre frente a sus ojos.

El mismo hombre de antes aprovecho y se acercó con burla.

Entonces sucedió lo que más temía que pasará; sintió una mano ajena tocar su cuerpo. Y que más daba ya, por más que intentara no podía ni levantarse.
Estaba realmente ida, era como si fuera una muñeca. Así que simplemente dejó que todo pasará.

Sentía las manos del adulto por todo su cuerpo, tocando sus piernas, sus muslos, su abdomen, su rostro, sus labios, su cuello, su cintura, sus pechos...

De fondo se escuchaban las risas y las burlas por la acción de su compañero tocándola.
De repente la mano del mayor sujeto con fuerza su mandíbula y la beso con intensidad, causando un asco en ella, deseando que todo acabará pronto.

Pero el hombre no se detuvo ahí, empezó a quitar su blusa, fue besando su cuello hasta llegar a sus senos. Poco a poco iba quitando toda las prendas sobrantes, siendo su short y ropa interior.

ᴘᴇʀᴅoɴᴀᴍᴇ | ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜWhere stories live. Discover now