𝗪𝗥𝗢𝗡𝗚 𝗡𝗨𝗠𝗕𝗘𝗥 • Peter Parker

16. dear friend.

Definitivamente jamás creí llegar al punto de tener a un amigo. Desde que hablé con Peter por primera vez, sentí que quizá el destino tuvo el plan de que Aiden se confundiera de número, quizá por fin podría tener una conexión con alguien y sentie por primera vez lo que era tener un amigo.

Peter era, en pocas palabras, la persona más honesta y divertida del mundo, hablábamos diario, nos mandábamos fotos de lo que hacíamos en el día, y si era posible, las videollamadas no faltaban.

Cuando nos vimos por primera vez, el caos que causó en mí fue impactante, desde que nos vimos en la cafetería, hasta que fui a su casa y me enseñó su traje. Era fantástico, su emoción al contarme sobre todos los criminales que atrapaba, y lo feliz que se veía cuando hablaba de tía May.

Fue entonces, hace unos días, me di cuenta de lo mucho que quería a Peter, que me preocupaba por su bienestar, y sobretodo, lo celosa que me puse cuando tuvo la cena con la chica que le gusta. Peter ya no era mi amigo, era el chico que me gustaba, era la persona que me hacía sentir millones de mariposas revolotear en mi estómago. Peter me gustaba.

—¿Me estás escuchando, Deva?— cuestionó el castaño cuando se dio cuenta de mi distracción.

—No, lo siento.

—¿Qué pasa por esa cabecita tuya últimamente?

—Nada importante, las evaluaciones están atormentandome y me tienen distraída— me excusé. —¿Fuiste hoy con el dr. Connors?

—No— suspiró. —Acompañé a Gwen a su casa, creo que iré mañana, tengo algunas cosas que hablar con él— asentí, sintiendo na pequela punzada en el pecho cuando la mencionó.

—¿Qué tal va todo con el hombre araña?

—Los policías me odian, el jefe me odia, ¡todos me odian!— reí. —Oye, no es gracioso, se supone que era el simpático y agradable hombre araña. No los entiendo.

—Te creen una amenaza— respondí, él me miró. —Creen que les quitarás sus puestos, o quizá solo creen que eres un villano más.

—Eso es ridículo, deberían verme como un apoyo.

—A veces no se dan cuenta de la realidad. Yo creo que el hombre araña es fantástico— me sonrió, Dios, su sonrisa era hermosa. —Soy la fan número uno del hombre araña, debería hacerme una blusa con tj cara en ella.

—¡Todo menos eso!— ambos reímos. —Me gusta estar contigo Deva— ante esa confesión, sentí que el aire comenzaba a faltarme. —Eres mi mejor amiga.

Auch.

[...]

Bufé, la tarea de química cada vez me resultaba más difícil, me concentré en el último ejercicio, hasta que unos toques a mi ventana me hicieron perder todo rastro de concentración.

—¡Dios! Que susto— me acerqué al percatarme de quien se trataba. —¿¡Qué mierda te pasa!?

—Lo siento, lo siento— susurró. —Dios, Deva— sus pasos eran lentos, se tiró al suelo y tiró su mochila en alguna parte de mi habitación. —Era enorme, verde, grande, tan peligroso.

—Peter, no te entiendo— él se levantó sin darme alguna respuesta, y se echó a mi cama, golpeando a su lado, quería que me acostara a su lado. A pasos nerviosos me acerqué y me senté justo a un lado de él.

—Deva, era... era como un dinosaurio enorme, me dio mucho pánico. Salvé a un niño que estuvo a punto de caerse del puente. ¿Y no hubiera podido salvarlo? ¿Qué hacía?

—Pet... calmate— acaricié su mano, el tacto me hizo sentir aún más nerviosa. —No pienses en lo que pudo haber pasado, lo salvaste, es lo que importa. ¿Sí?

Él solo asintió y me miró, su sonrisa apareció de inmediato, me dejó sin aliento nuevamente, su sonrisa tenía un impacto enorme en mí. Su mano se despegó de la mía, solo para acariciar mi cabello, poniéndome aún más nerviosa.

—Dev— susurró. —No quiero que nada malo te pase... Por favor, mantente a salvo, prometeme que cualquier cosa, cuando te sientas en peligro, me llamarás.

—Pet...

—Prometelo— sus ojos no se apartaban e los míos.

—Te lo prometo— acto seguido, sus brazos rodearon mi cintura, haciendo que cayera en la cama, me estaba abrazando, mi pecho no dejaba de brincar con emoción, mientras que el nerviosismo recorría mi cuerpo.

No sé hace cuanto anhelaba esto, pero sin duda, era la mejor sensación.