XLVIII . ¿Quién eres?

Magsimula sa umpisa
                                    

Después de un rato llegaron con la canoa y la pusieron en el agua.

—Suban tuláakal=Suban todos—Ordenó Ujo' con una voz de dolor a la poca gente que sobrevivió.

—También deberías ir Ujo', ahora te necesitan y tú estás herido.—Aportó Namor antes de que se fueran.

—De acuerdo.—Sonriendo como despido.

Ellos partieron para regresar por los aún sobrantes, Olivia no se volvió a despedir seguía llorando con la niña en brazos alejada de Namor por un odió que algo la obligaba a sentir. Para suerte de Namor llegó la pequeña cápsula para la niña, Olivia la puso dentro, acostada.

—Tuláakal uts, kin bin ta wéetel=Todo bien, voy contigo.—Beso la naríz de la niña y cerró la cápsula.

Ambos guiaron la cápsula en el camino por el mar, no hablaban no sólo por la reciente pérdida también por el incesante recuerdo de la mirada de ese hombre que ella casi podía jurar era el tío Frank.
Entró primero Namor para ayudarla a salir del agua pero ella automáticamente soltó su mano que la ayudaba.
La cápsula venía atrás de ellos, está automáticamente se abrió avisando que también el oxígeno se había acabado, Olivia la sacó tomándola en brazos y caminó a la habitación con aún lágrimas en los ojos.
K'ukulk'an la siguió.

Olivia la dejó sobre la cama mientras sonreía la pequeña, lo era para saber lo que sucedió, ella lloraba sin parar, camino a la mesita junto a la cama tomando una liga para el cabello.

—Olivia, deja de ignorarme, mírame, déjame ayudarte.—Camino hacia ella abrazándola por atrás mientras ella ocultaba su rostro en manos.

Se permitió llorar aún en ese abrazo esquivo, se encogía con cada sollozo, le dolía el recuerdo de sus últimas palabras, de cómo acabaron las cosas para ella, de cómo la niña que estaba ahí en la cama estaba a su protección y de la ansiedad que sentía al estar segura que ese hombre era el tío Frank.

—Voy a ver a ese hombre, tengo que verificar que no es el tío Frank.—Balbuceo, pidiéndo—.Tengo que saber qué fue lo que pasó para calmar este coraje con ellos...

—No puedes ir.—Al oído manteniendo el abrazo meloso.

—Entonces no quieras ayudarme.—Se apartó grosera de él.

Se sentó en la cama y tomó a la niña en brazos, llorando mientras la cargaba, en un intento de calmarse a sí misma.

—Vas a estar bien.—Le dijo a la niña meciendo su cuerpo con el de ella.

—Olivia.—Se puso de rodillas ante ella poniendo las manos en sus rodillas—Necesito que te tranquilices...

—Callate, si no nos hubiéramos alejado esto no hubiera pasado...—Entre dientes, mirándolo a los ojos.

—¡No fue culpa tuya ni mía Olivia! ¡Tienes que calmarte!—Nervioso al sentir como temblaba bajo sus palmas.

Y después de esas palabras, Olivia calló, trató de respirar pero esa sensación de asfixia y de no saber dónde estaba llegó a ella. Ya no era Olivia.
Había llegado Ana por completo, ocupando ya el cuerpo y no solo los pensamientos que formaba esa actitud contra K'ukulk'an.

—Aléjate de mí.—Entre dientes, dejando de llorar.

La niña comenzó a llorar en los brazos de Ana y aunque hizo gestos de molestía contra esto, estaba con una niña, cómo si cuidara a la pequeña Julieta así que con cariño se levantó con la niña dejando a Namor atrás y de rodillas.

—¿Por qué siento de nuevo que habló con otra persona? ¿Olivia?—Se levantó sintiendo ese sentimiento de que otra persona hablaba y se atrevía a preguntar.

Sin Amor - Fanfic Namor Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon