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"La conexión es única que hasta la sintonía de la música sigue el ritmo de nuestro corazón"

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"La conexión es única que hasta la sintonía de la música sigue el ritmo de nuestro corazón"

Y como dije la que juega con fuego se puede quemar, él me sujeto de la mano y me atrajo hacia a él, su respiración estaba muy agitada.

—No sabes lo que haz echo, preciosa.

—¿A no?, —pregunte juguetona. —se bien lo que hago Tom.

—¿Sabes que tendré un dolor de huevos?

—Lo sé —me acerque a él, rodeé mis manos detrás de cuello. —pero es lo que te mereces por ser un cabron.

Él sonrió como siempre lo hace, esa sonrisa de lado y siempre jugando con ese piercing de verdad que este chico me trae mal. —Ay preciosa, ¿quieres jugar?, Juguemos entonces.

Me dió un beso en los labios pero no sabía bien lo que significaban sus palabras, después de ese encuentro íntimo nos pusimos a ver una película, estábamos acostados en su sillón, sentí como el sueño me vencía poco a poco, había avisado a mi madre que me quedaría con una amiga a si que ella lo entendería.

Si, pues vaya amiga la tuya.

Estaba entre dormida y despierta y pude escuchar lo que decía Tom:

—¿Ya te dormiste? —pregunto, al no recibir respuesta me cargo me llevo a su habitación, me tapo con la cobija y se sentó a un lado mío, acaraciaba mi mano y eso de una forma me hacía sentir especial. —no jugaría contigo Caroline, eres lo mas importante en mi vida y creeme que jamás te lastimaría.

Me dió un beso en mi mejilla y salió de la habitación, pensé que dormiría conmigo pero no lo hizo, aunque fuéramos novios.

Ni siquiera te ha pedido que seas su novia.

No, pero estamos saliendo, eso lo hace ¿Especial no?

Eres bruta.

No arruines el momento estúpida conciencia.

Si como digas.

Ignorando eso, antes de cerrar la puerta me miró nuevamente y sonrió: —Te quiero e incluso si rompes mi corazón seguiré queriendo te de todas las maneras posibles.

(...)

—Entonces dinos Tom, ¿Tienes alguna chica ya?

Habíamos venido a una entrevista, a decir verdad no quería venir pero esto para Tom era demasiado importante, a si que por mi chico lo que pida.

Vi como sonrió y su mirada se fue directo a mi. —Tengo que confesar, tengo una chica que me vuelve loco.

Todos gritaron eufóricos, incluso las chicas que tenía a lado comenzaron a susurrar que querían ser ellas la que lo volviera loco.

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