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"Quiéreme como te quiero aún con el desastre que llevo dentro"

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"Quiéreme como te quiero aún con el desastre que llevo dentro"

Después de esa maravillosa noche, detuvo su auto enfrente de mi casa, nos quedamos en silencio un rato, pero no era incómodo de echo era muy agradable.

—Gracias por esta increíble noche, preciosa —tomo mi mano y depósito un beso en esta.

Salimos de su auto y nos quedamos a fuera de mi casa, era realmente encantador tenerlo cerca de mi. Sus facciones eran realmente muy bien estructuradas, su aroma era agradable pero sobre todo el tipo de persona que era él, me encantaba.

—Tengo que irme —se acercó a mi, paso su mano por detrás de mi cintura y me acerco a él, su cercanía me hacía estremecer, se fue acercando poco a poco a mi, prepare mis labios para estar dispuesta a besarlo, pero el solo me dió un beso en mi mejilla.

—Descansa bonita.

Frunci el ceño, al darse cuenta el río, paso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y acaricio mi mejilla. —¿Por qué haces eso?

—¿Hacer que?

Me acerque más a él y lo tomé del cuello acercándolo a mi, —no besarme, se supone que estamos saliendo. —hice un puchero a lo cual él río aún más.

—Preciosa, eres tan linda cuando haces eso.

Y sin decir nada, me apreto más contra su cuerpo y me beso, amaba besarlo y tener esa cercania con él, ahora me declaro la fan número uno de sus labios.

Me separé de él al ya no tener mucho aire en mis pulmones. —Te adoro Tom.

Sonreí y lo miré, esos ojos tan lindos que tenían y tenerlo aquí cerca de verdad que sería la envidia de todas sus fans, sentí como si saliera algo de mi nariz, la toque y pude ver rastro de sangre en mi mano.

—Bonita —me dijo él, saco papel de pantalón y me lo dió. —¿Estás bien? ¿Te encuentras bien?

—Mierda...—murmure, tomé el papel y me limpie lo más rápido que pude.

—Debo de irme Tom, nos vemos mañana.

Caminé hacia a la entrada de mi casa pero él me sujeto de mi muñeca, —Hey, hey preciosa —tomo mi menton y me hizo verlo. —¿Todo está bien?, puedes contarme lo que te pasa.

Sonreí y me mantuve tranquila, —si estoy bien Tom, a lo mejor es insolación.

Él frunció su entrecejo y apretó su mandíbula pero después se relajo, —mañana no podré venir temprano, pero iré en la tarde por ti, descansa preciosa.

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