발문

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Cuando volvió a casa, la encontró, como de costumbre cuando regresaba después de la escuela, sin importar si era de día o noche, solo era ella con un vaso de licor y en la otra un cigarro. También la encontraba a menudo con sus rizos dorados tintados y mucho lápiz labial rojo, ahora su cuerpo demasiado delgado por las extremas dietas, haciendo que los vestidos le quedaran más holgados que de costumbre.

Usualmente cuando trabajaba, no se veía así, se veía mucho "mejor", pero siempre aun demacrada para decir que estaba viviendo bien.

Después de todo, ella se preparaba para estar lo mejor presentable en su trabajo, prefiriendo quedarse en casa la mayoría del tiempo, porque sabía que el dinero de su padre arreglaría los problemas, así como su incidente.

Olvido mencionar que su padre hizo que su madre pagara dinero para que a Seokjin no lo castigaran severamente, era su forma de decir que aún le "importaba", cuando ambos sabían que quería compensar su huida.

Sea como fuera, Seokjin siempre sentía resiliencia a aquella mirada, poniéndose demasiado ansioso cuando regresaba a casa.

Ahora se sentía nervioso por lo que haría, pero no se echaría para atrás. Todo lo estaba haciendo por Hoseok y su felicidad.

--Tengo algo que decirte. —dijo apenas se posó en frente de ella con las manos apretadas a sus costados.

Ella seguía sentada en su típico sofá, calo un poco y lo soltó con mirada que solo denotaba un poco de enojo.

--Me llamaron por primera vez de la escuela diciendo que faltaste, ¿Por qué mierda lo hiciste?

Su madre usaba demasiadas malas palabras, para variar. No era sorpresa que su comunicación era eso: insultos hacia él y recalcándole que tenía que hacer las cosas bien o sería peor que una escoria.

--De eso venía a hablar. —dijo, aun cuando sentía esa renuencia a seguir, solo queriendo hacerle caso para que este infierno de enfrentarla por primera vez, terminara.

--Quiero una puta explicación ahora—no había vacilación en su voz.

Jamás lo había.

--Falte porque quise ir a beber. —dijo sin más.

Era mejor que roer la cosa que en algún momento saldría a la luz.

--¿Qué carajos acabas de decir?

Seokjin respiro profundamente para una vez no echarse hacia atrás.

--Lo que oíste, fui a beber porque lo necesitaba.

--Déjame decirte algo, pedazo de imbécil. —comenzó, señándolo con el cigarro a medio acabar y tomando un sorbo del licor. —Te pago la escuela para que estudies, no para que faltes y bebas. ¿Entiendes eso que te acabo de decir o quieres que te lo escriba como un retrasado? —ella bufo con entusiasmo. —Eres igual a tu padre, un bueno para nada, que solo cambia lo bueno por lo malo. ¿Solo sirves para eso, no es así?

Seokjin suspiro, preparándose.

--Mi padre paga la escolaridad. —aun con los nervios encima, decidió encararla como nunca antes lo había hecho. —Y no soy un retrasado, lo entendí, pero también dije que lo necesitaba.

Ella rio sin poder creerlo.

--¿Qué dijiste, pedazo de basura? ¿Estas acaso insinuando que beber es mejor que estudiar?

--Solo cuando tienes una madre que pide demasiado mientras se dedica a fumar y beber como una completa lunática.

Se sintió de alguna manera, liberador. Fueron las palabras que siempre quiso decir.

ゴーテルWhere stories live. Discover now