—¡No! ¡No quiero entrar a ningún lado sin Chan!

—Seungmin, por favor te lo pido, tienes que entrar a prepararte, Chan ya sube.—explicó Namjoon con paciencia.

—¡No!

Seungmin estaba aterrado. Le habían dicho que debían hacerle una cesárea de urgencia, le habían explicado el porqué pero el no escuchó, sólo podía pensar en que lo iban a meter a ese quirofano y que Chan no estaba con el.

Namjoon estaba impresionado por la resistencia que ponía el más joven, a pesar de estar débil sacaba fuerzas de algún lado.

Chan apareció en la vista de Seungmin, entonces se calmó y respiró profundo antes de llamarlo.

—¡Chan! ¡Chan!

Chan corrió hacia donde Seungmin estaba peleando con su obstetra y dos enfermeras.

—Bebé, necesito que colabores y te pongas las cosas para entrar. ¿Si? Yo ya vengo.

—¡No! ¡Chan, no te vayas, por favor! ¡Tengo miedo!

Seungmin estaba histérico, a Chan le temblaban las manos.

—Amor tengo que ir a vestirme para entrar contigo. ¿Si? Pero lo hago rápido, cuando menos lo esperes voy a estar ahí... Minnie necesito que seas fuerte y entres solo, yo ya voy, hazlo por las pulgas. ¿Si?

Seungmin rompió en llanto y dejó de pelear, dejando que las enfermeras lo preparen.

—No tardes...

Chan asintió y se fue rápido con una enfermera para ponerse las cosas que hacían falta y entrar con su novio al quirofano.

El mensaje había sido enviado hace sólo diez minutos, pero todos los Bang, menos los tres menores, estaban entrando ya al hospital

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El mensaje había sido enviado hace sólo diez minutos, pero todos los Bang, menos los tres menores, estaban entrando ya al hospital. Ninguno se veía bien. Felix parecía estar a punto de sufrir un colapso de lo blanco que estaba.

Jisung los llamó, cuando le preguntaron que pasó el no supo que responder. Por lo tanto, Nayeon estaba con la recepcionista tratando de buscar respuesta alguna sobre la salud de su yerno y sus nietos. Pero nadie sabía decirle nada, al ser de urgencia no había información.

Junhyeok decidió intervenir y sostener a su mujer antes de que esta se ponga nerviosa y se la agarre con la pobre mujer, sabía que en estos casos discutir con el personal médico no servía de nada.

A los pocos minutos llegó Younghyun con Changbin, ambos tenían los ojos rojos y se veían cansados.

A decir verdad, ni padre ni hijo habían logrado estar bien esas semanas. Ambos estaban demasiados nerviosos y angustiados por el bebé de la casa, porque eso era Seungmin para ellos, su pequeño niño. El rayito de luz entre los tres.

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